La UEFA sanciona a Evra siete meses y el Marsella le despide
Jacques-Henri Eyraud, presidente del club, desliga al futbolista del equipo por propinar una patada a un ultra. El máximo organismo europeo también le castigó.
As.com
Duro revés para Patrice Evra, que ha sido despedido del Olympique de Marsella y sancionado por la FIFA durante siete meses sin poder jugar en ninguna competición oficial después de propinar una patada a un ultra del club francés que se había desplazado hasta Portugal para seguir el partido contra el Vitoria Guimaraes.
El enfrentamiento entre el jugador y el grupo de ultras se produjo tras los múltiples insultos vertidos desde la grada, pero pese a que el presidente Jacques-Henri Eyraud condenó la actuación de los aficionados radicales, no ha servido para evitar que Evra fuese sancionado en su forma más extremo, con la desvinculación del equipo. El Olympique de Marsella emitió un comunicado tras el incidente indicando que "se produjo un comportamiento inaceptable por parte de un puñado de provocadores habiendo proferido insultos de odio particularmente graves al jugador y a sus compañeros mientras calentaban en vista de un importante partido. Como jugador profesional y experimentado, Patrice Evra no podía responder de una manera tan inapropiada".
Finalmente la reunión programada para hoy entre presidente y jugador se saldó con el despido del exfutbolista de Manchester United y Juventus el mismo día que la UEFA castigaba a Evra con la sanción de siete meses sin poder jugar en ningún partido regido por el máximo organismo europeo. El club emitió una nota informativa donde señalaba que:
"De mutuo acuerdo, el Olympique de Marsella y Patrice Evra decidieron finalizar su colaboración. El contrato del jugador se rescinde oficialmente con efecto inmediato. Desde enero de 2017, Patrice Evra ha sido ejemplar en el campo y en el vestuario. Jugó un papel importante en la reactivación del equipo, la mejora significativa de sus resultados y la recuperación de una gran ambición deportiva.
El pasado 2 de noviembre en Guimarães, cometió un error irreparable al responder a las provocaciones indignas de un puñado de individuos. Sin embargo, no hay nada en el fondo y especialmente en la forma, que justifica tal respuesta, especialmente de un jugador veterano y experimentado cuya actitud en el césped y fuera de él debería inspirar a los más jóvenes.
En ese contexto, las condiciones no se cumplieron por parte de Patrice Evra para llevar a cabo su colaboración con eficacia. Ambas partes acordaron y decidieron suspender su vinculación por mutuo acuerdo. Este incidente también resaltó la actitud inaceptable de un pequeño número de personas que profirieron insultos y amenazas verbales de una violencia poco común hacia el jugador y su familia, y luego invadieron el terreno con agresividad.
Tales conductas, que exponen al club a sanciones, no tienen cabida en las gradas de un estadio de fútbol y en el Olympique de Marsella en particular, donde el amor por su equipo y el apoyo a sus jugadores hacer que el público de Marsella sea el jugador número doce en los partidos y sea una referencia del apoyo europeo.
El club está particularmente apegado a la atmósfera generada por nuestros aficionados y reconoce el trabajo incansable y a veces difícil de nuestros grupos de seguidores, pero tiene la intención de castigar a aquellos de ellos que hacen de esto una forma de insulto. Además, las reuniones periódicas con los representantes de dichos grupos continuarán y brindarán la oportunidad de revisar las medidas necesarias para prevenir los excesos".
Jacques-Henri Eyraud, presidente del Consejo de Administración del Olympique de Marsella, añadió: "Hoy hay tristeza. Para Patrice Evra primero, quien obviamente entendió todas las consecuencias de su acción y que ya no podrá ejercer su profesión con pasión en el Olympique de Marsella. Para los fans del equipo que están estigmatizados por el comportamiento irresponsable de un puñado de ellos. Para la institución, cuya reputación queda dañada mientras mantiene comportamientos ejemplares de todas las bases esenciales de su proyecto de recuperación. A pesar de este incidente, estamos más que decididos a demostrar dentro y fuera del campo que somos ejemplares desde los puntos de vista individuales y colectivos".
Duro revés para Patrice Evra, que ha sido despedido del Olympique de Marsella y sancionado por la FIFA durante siete meses sin poder jugar en ninguna competición oficial después de propinar una patada a un ultra del club francés que se había desplazado hasta Portugal para seguir el partido contra el Vitoria Guimaraes.
El enfrentamiento entre el jugador y el grupo de ultras se produjo tras los múltiples insultos vertidos desde la grada, pero pese a que el presidente Jacques-Henri Eyraud condenó la actuación de los aficionados radicales, no ha servido para evitar que Evra fuese sancionado en su forma más extremo, con la desvinculación del equipo. El Olympique de Marsella emitió un comunicado tras el incidente indicando que "se produjo un comportamiento inaceptable por parte de un puñado de provocadores habiendo proferido insultos de odio particularmente graves al jugador y a sus compañeros mientras calentaban en vista de un importante partido. Como jugador profesional y experimentado, Patrice Evra no podía responder de una manera tan inapropiada".
Finalmente la reunión programada para hoy entre presidente y jugador se saldó con el despido del exfutbolista de Manchester United y Juventus el mismo día que la UEFA castigaba a Evra con la sanción de siete meses sin poder jugar en ningún partido regido por el máximo organismo europeo. El club emitió una nota informativa donde señalaba que:
"De mutuo acuerdo, el Olympique de Marsella y Patrice Evra decidieron finalizar su colaboración. El contrato del jugador se rescinde oficialmente con efecto inmediato. Desde enero de 2017, Patrice Evra ha sido ejemplar en el campo y en el vestuario. Jugó un papel importante en la reactivación del equipo, la mejora significativa de sus resultados y la recuperación de una gran ambición deportiva.
El pasado 2 de noviembre en Guimarães, cometió un error irreparable al responder a las provocaciones indignas de un puñado de individuos. Sin embargo, no hay nada en el fondo y especialmente en la forma, que justifica tal respuesta, especialmente de un jugador veterano y experimentado cuya actitud en el césped y fuera de él debería inspirar a los más jóvenes.
En ese contexto, las condiciones no se cumplieron por parte de Patrice Evra para llevar a cabo su colaboración con eficacia. Ambas partes acordaron y decidieron suspender su vinculación por mutuo acuerdo. Este incidente también resaltó la actitud inaceptable de un pequeño número de personas que profirieron insultos y amenazas verbales de una violencia poco común hacia el jugador y su familia, y luego invadieron el terreno con agresividad.
Tales conductas, que exponen al club a sanciones, no tienen cabida en las gradas de un estadio de fútbol y en el Olympique de Marsella en particular, donde el amor por su equipo y el apoyo a sus jugadores hacer que el público de Marsella sea el jugador número doce en los partidos y sea una referencia del apoyo europeo.
El club está particularmente apegado a la atmósfera generada por nuestros aficionados y reconoce el trabajo incansable y a veces difícil de nuestros grupos de seguidores, pero tiene la intención de castigar a aquellos de ellos que hacen de esto una forma de insulto. Además, las reuniones periódicas con los representantes de dichos grupos continuarán y brindarán la oportunidad de revisar las medidas necesarias para prevenir los excesos".
Jacques-Henri Eyraud, presidente del Consejo de Administración del Olympique de Marsella, añadió: "Hoy hay tristeza. Para Patrice Evra primero, quien obviamente entendió todas las consecuencias de su acción y que ya no podrá ejercer su profesión con pasión en el Olympique de Marsella. Para los fans del equipo que están estigmatizados por el comportamiento irresponsable de un puñado de ellos. Para la institución, cuya reputación queda dañada mientras mantiene comportamientos ejemplares de todas las bases esenciales de su proyecto de recuperación. A pesar de este incidente, estamos más que decididos a demostrar dentro y fuera del campo que somos ejemplares desde los puntos de vista individuales y colectivos".
