Así eran los pterosaurios, los primeros vertebrados en conquistar el aire

Estos reptiles precisaban del cuidado parental, anidaban en colonias y tenían largos períodos de incubación

Isabel Rubio
El País
Anidaban en colonias, tenían largos períodos de incubación y precisaban del cuidado parental tras nacer. Así eran los primeros vertebrados voladores, los pterosaurios de la especie Hamipterus Tianshanensis, según un estudio publicado este jueves en la revista Science. Los investigadores han llegado a estas conclusiones tras analizar una colección de 215 huevos fosilizados encontrados en un yacimiento en China del cretácico inferior, hace unos 130 millones de años.


“La posibilidad de que las crías puedan volar es un asunto importante dentro de los vertebrados, ya que es algo que les permite ser más independientes”, señala Fidel Torcida, director del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes (Burgos). Esta investigación echa abajo algunas hipótesis previas. Por ejemplo, algunos estudios defendían que los ejemplares recién nacidos podían volar, pero se basaban en “materiales más indirectos, como trozos de cáscaras o algún hueso aislado”. Alexander Kellner, uno de los investigadores del estudio, explica que las crías podían correr pero no volar. “Estas conclusiones se basan en el hecho de que los huesos de las alas, como el húmero, estaban menos osificados que los huesos de las piernas, como el fémur”, sostiene.

El equipo de investigadores, liderado por Xiaolin Wang, utilizó la tomografía computarizada para examinar el interior de los 215 huevos encontrados. De ellos, 16 contenían restos de embriones en diferentes etapas de desarrollo, lo que revela que los pterosaurios anidaban en colonias. “Mostramos el potencial de fidelidad de anidación, las hembras regresaban al mismo sitio estacionalmente para desovar”, explica Kellner.

A partir de las marcas de crecimiento, los investigadores estiman que uno de los ejemplares tenía una edad de al menos dos años en el momento de su muerte. De ahí derivan que los Hamipterus Tianshanensis tenían “largos períodos de incubación”.

Hasta el momento, solo se habían encontrado un puñado de huevos tridimensionales de pterosaurios bien conservados y un embrión en su interior. Tres de ellos procedían de Argentina y cinco de China. “Con los animales ya extinguidos hay muchas cuestiones relacionadas con la reproducción y el desarrollo embrionario y neonatal que nos cuesta conocer”, indica Torcida.

En muchas ocasiones el comportamiento de los animales es difícil de deducir a partir de un fósil. Además, especies de la misma familia biológica a veces tienen comportamientos muy distintos. Por ello, Torcida no cree que se puedan extrapolar todas las conclusiones a otros tipos de pterosaurios. “Fue un grupo muy variado que tuvo su éxito porque en el aire no tenía casi competidores y pudo explotar muchos recursos”, explica. Los investigadores del estudio señalan que sería necesario encontrar más huevos para tener una visión más completa del desarrollo de los pterosaurios. Sin embargo, reconocen que es complicado que esto ocurra debido a la rareza del material.

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