Autopsia alien: El mejor fraude fílmico que engañó al mundo
EEUU, Noticias24
En 1947 un OVNI cayó en Roswell, EEUU, años después, en 1995 la autopsia de uno de los tripulantes de la nave llegó a todas las pantallas del planeta. Tras una década de silencio, Spyros Melaris, director de lo que ahora se conoce como el “mejor fraude fílmico jamás realizado”, reveló cómo se construyó el engaño.
El “Caso Roswell” es uno de los eventos culturales más conocidos del siglo pasado. Películas, series, documentales y kilómetros de tinta indagaron en lo que se considera el nacimiento de la ufología moderna.
Todo comenzó el 10 de julio de 1947, cuando una nave espacial desconocida se estrelló en la zona desértica de Roswell, en Nuevo México, Estados Unidos. El mito creció a partir de que el portavoz de de la base, Walter Haut, comunicó a la prensa que el ejercito “había capturado un plato volador”. Los diarios y emisoras de radio de la época, reprodujeron la captura de un platillo volador, aunque a los pocos días desde la Fuerza Aérea informaron que se trataba de un avanzado globo atmosférico.
En el video que se hizo púbico mundialmente a mediados de los 90, se observan cinco personas vestidas con atuendos especiales examinando un presunto alien al que además le quitan la piel y extraen sus órganos, algo tan perfecto que fue creído por todos.
En aquel entonces, todos aseguraron que se trataba de la autopsia a uno de los extraterrestres fallecido en el accidente de Roswell, en ese momento y por muchos años se creyó que la grabación era real.
En 1947 un OVNI cayó en Roswell, EEUU, años después, en 1995 la autopsia de uno de los tripulantes de la nave llegó a todas las pantallas del planeta. Tras una década de silencio, Spyros Melaris, director de lo que ahora se conoce como el “mejor fraude fílmico jamás realizado”, reveló cómo se construyó el engaño.
El “Caso Roswell” es uno de los eventos culturales más conocidos del siglo pasado. Películas, series, documentales y kilómetros de tinta indagaron en lo que se considera el nacimiento de la ufología moderna.
Todo comenzó el 10 de julio de 1947, cuando una nave espacial desconocida se estrelló en la zona desértica de Roswell, en Nuevo México, Estados Unidos. El mito creció a partir de que el portavoz de de la base, Walter Haut, comunicó a la prensa que el ejercito “había capturado un plato volador”. Los diarios y emisoras de radio de la época, reprodujeron la captura de un platillo volador, aunque a los pocos días desde la Fuerza Aérea informaron que se trataba de un avanzado globo atmosférico.
En el video que se hizo púbico mundialmente a mediados de los 90, se observan cinco personas vestidas con atuendos especiales examinando un presunto alien al que además le quitan la piel y extraen sus órganos, algo tan perfecto que fue creído por todos.
En aquel entonces, todos aseguraron que se trataba de la autopsia a uno de los extraterrestres fallecido en el accidente de Roswell, en ese momento y por muchos años se creyó que la grabación era real.
La mentira perfecta
La autopsia fue, en muchos sentidos, brillante. No hubo espacio para el error. Por ejemplo, todos los instrumentales de la operación, como también el reloj o el teléfono que colgaban de la pared, pertenecían a la época. La filmación fue realizada en una película Kodak que había sido comercializada en 1927, 1947 y 1967, por lo que tampoco estaba fuera de registro; siquiera la ‘pérdida de foco’ en algunas tomas pudo ser criticada, ya que era algo característico del equipo fílmico de la época, como también era normal, de acuerdo a fuentes especializadas, que los camarógrafos hubiesen grabado todo a pie, con el equipo en mano, en vez de utilizar un trípode o una toma abierta.
Tras toda esta polémica, el famoso alienígena fue analizado por el especialista en efectos especiales Stan Winston, ganador de un Oscar y quien estuvo encargado de los dinosaurios de Jurassic Park y los personajes de Alien entre otras creaciones icónicas. Para el fallecido Winston no había dudas: el extraterrestre era real o tenía un nivel de sofistifcaicón que siquiera él podría lograr con su equipo. “Si una persona viene y me dice ‘aquí tengo la prueba de que yo armé el alienígena de Roswell’, lo contrataría sin dudarlo”, explicó.
Descubren el engaño
Para crear al falso alien, Spyros Melaris, director de cine de origen chipriota y dueño de su propio estudio de grabación se reunió con John Humphreys, un reconocido escultor inglés que trabajó en películas como Charlie y la fábrica de chocolate, y le preguntó: “¿Querés esculpir un alien?” Y claro, aceptó. Entonces, la idea era fabricar el engaño, lanzarlo al mundo y luego otra película para mostrar el making off. Le llevaron el proyecto a Santilli, que rápido aceptó y puso las 30 mil libras esterlinas para producirlo, luego de firmar un acuerdo de confidencialidad.
Hubo una primera autopsia, pero luego de analizarla en detalle notaron que los cirujanos no realizaban su tarea como marca el manual, por lo que cualquier experto en medicina que lo viese descubriría rápido el engaño. Entonces, se realizó el segundo, que es el que el mundo terminó conociendo.