Trump volverá a permitir la compra de material militar por parte de la policía
El presidente planea eliminar las restricciones impuestas por Obama tras la crisis de Ferguson (Misuri)
Amanda Mars
Washington, El País
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prepara un decreto para volver a dar a la policía acceso al equipamiento militar que hasta 2015 podían comprar al Ejército y que resultaba muy polémico por el excesivo despliegue de fuerza que en ocasiones se hacía para lidiar con situaciones que no lo requerían. La medida, que supone revertir las limitaciones impuestas por Barack Obama, fue avanzada este lunes por el fiscal general, Jeff Sessions, durante su intervención en la convención nacional de la Orden Fraternal de la Policía en Nashville (Tennessee).
"Estoy aquí para anunciar que el presidente Trump emitirá una orden ejecutiva que hará más fácil protegerlos a ustedes y a sus comunidades", dijo Sessions. "Va a rescindir las restricciones de la Administración anterior que limitaban la habilidad de sus agencias para obtener equipo a través de programas federales, incluyendo equipos que salvan vidas, como chalecos, cascos y equipos de primeros auxilios y rescate como los que están usando en Texas ahora mismo", añadió, en referencia a las labores de rescate tras el huracán Harvey.
La orden de Trump, pendiente de ratificación, supone resucitar un polémico programa de venta de material militar creado en 1990 y que permitió la transferencia de equipos sobrantes del Pentágono (vehículos similares a tanques, rifles de gran calibre, lanzagranadas o aparatos aéreos armados) por valor de unos 5.400 millones de dólares.
El presidente demócrata había tomado la decisión de eliminar esta práctica hace poco más de dos años tras los violentos disturbios en Ferguson (Misuri), desatados a raíz de la muerte de un joven negro desarmado, Michael Brown, por disparos de un policía blanco.
El suceso, que conmocionó a todo el país tuvo lugar en agosto de 2014 y llenó aquel municipio del Medio Oeste, de apenas 20.000 habitantes, de hileras de policías antidisturbios con indumentaria militar y rifles colgados al hombro. Aquel despliegue avivó aún más las protestas y despertó un debate. La policía había llegado a usar gases lacrimógenos, vehículos blindados e incluso apuntó con rifles de asalto a los manifestantes.
Meses después, el grupo de trabajo creado por la Casa Blanca a raíz de aquella crisis recomendó, entre otras medidas, una limitación en la concesión de los equipamientos, así como la penalización del uso excesivo o indebido de ellos. Además, proponía la prohibición de la citada entrega de determinado material sobrante del Ejército que el Pentágono vendía a las fuerzas de seguridad, una recomendación que Obama aceptó y aplicó pero que ahora será revertida.
La vuelta a ese programa de venta de material militar se encuadra en el mensaje de mano dura que Trump lanzó durante la campaña electoral y que se ha manifestado, más allá de los discursos, en otras medidas concretas, como un endurecimiento de las penas por posesión y tráfico de drogas.
Amanda Mars
Washington, El País
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prepara un decreto para volver a dar a la policía acceso al equipamiento militar que hasta 2015 podían comprar al Ejército y que resultaba muy polémico por el excesivo despliegue de fuerza que en ocasiones se hacía para lidiar con situaciones que no lo requerían. La medida, que supone revertir las limitaciones impuestas por Barack Obama, fue avanzada este lunes por el fiscal general, Jeff Sessions, durante su intervención en la convención nacional de la Orden Fraternal de la Policía en Nashville (Tennessee).
"Estoy aquí para anunciar que el presidente Trump emitirá una orden ejecutiva que hará más fácil protegerlos a ustedes y a sus comunidades", dijo Sessions. "Va a rescindir las restricciones de la Administración anterior que limitaban la habilidad de sus agencias para obtener equipo a través de programas federales, incluyendo equipos que salvan vidas, como chalecos, cascos y equipos de primeros auxilios y rescate como los que están usando en Texas ahora mismo", añadió, en referencia a las labores de rescate tras el huracán Harvey.
La orden de Trump, pendiente de ratificación, supone resucitar un polémico programa de venta de material militar creado en 1990 y que permitió la transferencia de equipos sobrantes del Pentágono (vehículos similares a tanques, rifles de gran calibre, lanzagranadas o aparatos aéreos armados) por valor de unos 5.400 millones de dólares.
El presidente demócrata había tomado la decisión de eliminar esta práctica hace poco más de dos años tras los violentos disturbios en Ferguson (Misuri), desatados a raíz de la muerte de un joven negro desarmado, Michael Brown, por disparos de un policía blanco.
El suceso, que conmocionó a todo el país tuvo lugar en agosto de 2014 y llenó aquel municipio del Medio Oeste, de apenas 20.000 habitantes, de hileras de policías antidisturbios con indumentaria militar y rifles colgados al hombro. Aquel despliegue avivó aún más las protestas y despertó un debate. La policía había llegado a usar gases lacrimógenos, vehículos blindados e incluso apuntó con rifles de asalto a los manifestantes.
Meses después, el grupo de trabajo creado por la Casa Blanca a raíz de aquella crisis recomendó, entre otras medidas, una limitación en la concesión de los equipamientos, así como la penalización del uso excesivo o indebido de ellos. Además, proponía la prohibición de la citada entrega de determinado material sobrante del Ejército que el Pentágono vendía a las fuerzas de seguridad, una recomendación que Obama aceptó y aplicó pero que ahora será revertida.
La vuelta a ese programa de venta de material militar se encuadra en el mensaje de mano dura que Trump lanzó durante la campaña electoral y que se ha manifestado, más allá de los discursos, en otras medidas concretas, como un endurecimiento de las penas por posesión y tráfico de drogas.