Silicon Valley toma medidas contra los mensajes supremacistas blancos
Las grandes tecnológicas bloquean o censuran expresiones, cuentas y webs vinculadas al odio racista
Rosa Jiménez Cano
San Francisco, El País
GoDaddy, web norteamericana de registro de dominios, fue la primera. Después, Google. Ambas rechazaron alojar a The Daily Stormer, la web germen de la manifestación el pasado fin de semana en Charlottesville. Se saltaron el gran mandamiento de Internet, la neutralidad. Decidieron tomar partido en contra del racismo y no dejar espacio para el odio. El miércoles, la web que se jacta de ser “el sitio más republicano y genocida del mundo”, encontró amparo en un dominio .ru. Esa terminación es la que se refiere a Rusia y gestiona su gobierno y empresas delegadas para ello.
Reddit, el foro más popular en Estados Unidos ha optado por la censura. Una medida insólita pero necesaria para mantener a flote su prestigio. Decidieron eliminar un hilo en el que se sostenía que los demócratas deberían estar físicamente separados de la sociedad. Intentan así zanjar una polémica que les persigue; desde febrero han sido acusado de auspiciar a los radicales que defienden el racismo.
En la noche del miércoles, Apple y Facebook tomaron partido. Tim Cook, consejero delegado del fabricante del iPhone, hizo una comparación desafortunada: “El odio es como el cáncer. Si no se acorrala destruye todo a su paso. Sus cicatrices duran generaciones. La historia nos lo ha enseñado una y otra vez. Pero ni los países ni los Estados Unidos aprendemos”.
Acto seguido decidieron desactivar la venta de camisetas, llaveros y cualquier tipo de elemento que hiciese apología de la supremacía blanca a través de Apple Pay, su popular sistema de pago.
Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, también ha sido objeto de críticas por su incapacidad para detectar y neutralizar eventos que fomentan la violencia y el racismo. No han tomado medidas hasta que un mensaje en un muro denigrando a Heather Heyer, víctima de los disturbios del pasado fin de semana, llegó a 65.000 compartidos. Dentro de su iniciativa para atajar las noticias falsas, han incluido a The Daily Stormer en su lista negra de medios. Los enlaces que apunten a su contenido se eliminarán.
Zuckerberg se ha mostrado tajante a través de un mensaje en su perfil: “No hay sitio para el odio en nuestra comunidad. Por eso hemos dado de baja cualquier mensaje que promueve o celebre crímenes de odio o actos terroristas, incluyendo lo sucedido en Charlottesville. Estamos siguiendo de cerca la situación para dar de baja amenazas e impedir manifestaciones similares. No somos perfectos, pero tenemos el compromiso de hacer de Facebook un lugar en el que todos nos sintamos seguros”.
Twitter también ha reaccionado y ha suspendido varias cuentas vinculadas a The Daily Stormer. La red de contactos profesionales LinkedIn, por su parte, ha suspendido una página dedicada precisamente a la web The Daily Stormer y otra asociada al hacker neonazi Andrew Auernheimer. De igual modo, la compañía sueca de música Spotify ha manifestado que retirará contenido de las consideradas bandas racistas por la organización Southern Poverty Law Center.
Rosa Jiménez Cano
San Francisco, El País
GoDaddy, web norteamericana de registro de dominios, fue la primera. Después, Google. Ambas rechazaron alojar a The Daily Stormer, la web germen de la manifestación el pasado fin de semana en Charlottesville. Se saltaron el gran mandamiento de Internet, la neutralidad. Decidieron tomar partido en contra del racismo y no dejar espacio para el odio. El miércoles, la web que se jacta de ser “el sitio más republicano y genocida del mundo”, encontró amparo en un dominio .ru. Esa terminación es la que se refiere a Rusia y gestiona su gobierno y empresas delegadas para ello.
Reddit, el foro más popular en Estados Unidos ha optado por la censura. Una medida insólita pero necesaria para mantener a flote su prestigio. Decidieron eliminar un hilo en el que se sostenía que los demócratas deberían estar físicamente separados de la sociedad. Intentan así zanjar una polémica que les persigue; desde febrero han sido acusado de auspiciar a los radicales que defienden el racismo.
En la noche del miércoles, Apple y Facebook tomaron partido. Tim Cook, consejero delegado del fabricante del iPhone, hizo una comparación desafortunada: “El odio es como el cáncer. Si no se acorrala destruye todo a su paso. Sus cicatrices duran generaciones. La historia nos lo ha enseñado una y otra vez. Pero ni los países ni los Estados Unidos aprendemos”.
Acto seguido decidieron desactivar la venta de camisetas, llaveros y cualquier tipo de elemento que hiciese apología de la supremacía blanca a través de Apple Pay, su popular sistema de pago.
Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, también ha sido objeto de críticas por su incapacidad para detectar y neutralizar eventos que fomentan la violencia y el racismo. No han tomado medidas hasta que un mensaje en un muro denigrando a Heather Heyer, víctima de los disturbios del pasado fin de semana, llegó a 65.000 compartidos. Dentro de su iniciativa para atajar las noticias falsas, han incluido a The Daily Stormer en su lista negra de medios. Los enlaces que apunten a su contenido se eliminarán.
Zuckerberg se ha mostrado tajante a través de un mensaje en su perfil: “No hay sitio para el odio en nuestra comunidad. Por eso hemos dado de baja cualquier mensaje que promueve o celebre crímenes de odio o actos terroristas, incluyendo lo sucedido en Charlottesville. Estamos siguiendo de cerca la situación para dar de baja amenazas e impedir manifestaciones similares. No somos perfectos, pero tenemos el compromiso de hacer de Facebook un lugar en el que todos nos sintamos seguros”.
Twitter también ha reaccionado y ha suspendido varias cuentas vinculadas a The Daily Stormer. La red de contactos profesionales LinkedIn, por su parte, ha suspendido una página dedicada precisamente a la web The Daily Stormer y otra asociada al hacker neonazi Andrew Auernheimer. De igual modo, la compañía sueca de música Spotify ha manifestado que retirará contenido de las consideradas bandas racistas por la organización Southern Poverty Law Center.