Neymar está de oferta

El delantero dejó Barcelona la semana pasada pero aunque el club azulgrana y Nike ha retirado los productos con su imagen, su cara sigue presente en la capital catalana

Juan I. Irigoyen
Barcelona, El País
—Buen día, ¿tiene la camiseta de Neymar?

—Espere un segundo, por favor.

La megatienda del FC Barcelona en el Camp Nou es todo un espectáculo multirracial, pero sobre todo de marketing. A orillas del supertransitado museo azulgrana —tiene cerca de 2,5 millones de visitas al año, el más popular de Cataluña—, el moderno establecimiento del Barça, que cuenta hasta con una gran pantalla por la que desfilan imágenes de los jugadores de Ernesto Valverde, es una extensión turística de la capital catalana. Aparecen franceses que preguntan por souvenirs de Umtiti, adolescentes que se sacan fotos con el maniquí de Piqué y, por supuesto, todos quieren la camiseta de Messi. Sin embargo, cuando se pregunta por Neymar, el ruidoso museo se queda en silencio.


El dependiente consulta por su walkie talkie si quedan camisetas de Neymar. La escena transcurre ayer. “No hay, pero si la quiere se le puede hacer. El precio es el mismo que el del resto”, resuelve. Parece tan incómodo preguntar hoy por la camiseta del brasileño como hace cuatro años era hacerlo sobre el precio de su fichaje, cuando de un día para el otro pasó de costar 57 millones de euros a 86,2 y luego a más de 100. “Están muy cabreados con el tema de Neymar, ni siquiera lo llaman por su nombre, le dicen: ‘el que se fue’. Retiraron de la tienda todas sus camisetas y muñecos. Y eso que después de Messi era el que más vendía. A nosotros nos advirtieron de que no podíamos hablar con periodistas sobre el tema”, cuenta otro dependiente. “No podemos decir nada”, concluye una de las responsables de la tienda. En cuanto se resolvió su fichaje por el PSG, el Barça intentó borrar la huella de Neymar. Su imagen desapareció rápidamente de la fachada del Camp Nou y sus productos volaron de las tiendas.
Presente en la ciudad

“Es algo normal”, explican desde Nike, la empresa que viste al Barça; “cuando un jugador interrumpe su relación con un club, automáticamente se retiran sus productos de las tiendas oficiales”. Mientras hay una Barcelona que esconde a Neymar, hay otra que lo expone. No por fetichismo, simplemente por las obligaciones del comercio. En Ciutat Vella, bandera turística de Barcelona, no hay manera de olvidarse del 11: sus zamarras y muñecos aparecen por doquier. “Ayer unos italianos me compraron cinco camisetas de él”, explica un vendedor de Las Ramblas. Eso sí, los productos de Neymar están de oferta. Y no porque hayan llegado las rebajas. “La camiseta de Neymar cuesta 30 euros”, dice el dueño de una tienda en el barrio Gótico. “Bueno, 20”, rebaja. Y cuando se lo piensa mejor, remata: “15 euros. Es el precio de coste”. Sin embargo, cuando se le pregunta por la de Lionel Messi, replica: “Nooo, la de Messi, 50”.

“Cuando comenzaron los rumores de su traspaso paró la producción. Con el poco stock que nos queda, hemos realizado alguna promoción. Y con los muñecos que no están vestidos con la camiseta del Barça, estamos negociando con el PSG”, explica Roger Riba, de Toodles Dolls, empresa que fabrica a los mini Neymar. “Los que vivimos del merchandising del Barça tenemos la suerte de que el principal sustento es Messi. Nuestro stock de muñecos es 85% Messi, 8% Neymar y el 7% restante se divide entre Suárez, Piqué e Iniesta. Si el que se iba era Leo, otro gallo cantaría”, se suma Joan López, comercial en Distribuciones Lobat, encargada de distribuir los productos del Barça.

Los regates de Neymar no solo despistaron a los directivos del Barcelona. Panini, la empresa que comercializa los cromos de la Liga, utilizó imagen en la portada de su nuevo álbum de cromos, que se comercializará desde el próximo domingo. “Fue una situación que sorprendió hasta al mismo Barcelona. Esto es fruto de las circunstancias y de los tiempos con los que tenemos que trabajar, que nos obliga a entregar la portada a finales de junio. Entonces era imposible predecir que Neymar se podía marchar”, sostiene Juan Pedro Martínez, director editorial de Panini. La empresa editó 2,5 millones de ejemplares, que se distribuirán por toda España con la cara de Neymar e Isco. “Buscamos una acción bonita entre dos jugadores distintos, porque a Messi y a Cristiano los teníamos muy trabajados”, añade .

Para no aburrir con Cristiano y Messi, los editores de Panini querían apostar los dos futbolistas que supuestamente eran el futuro de La Liga: Bale y Neymar. Pero como en la empresa no estaban muy seguros de que el galés continuara su carrera en el Bernabéu, decidieron reemplazarlo por Isco. Ocurrió, finalmente, que el que dejó España fue el brasileño. “Llevo 16 años en la empresa, nunca nos había pasado algo igual. Neymar había renovado en 2016 y le habían subido su cláusula. Parecía imposible que se pudiera marchar. Pero en el fútbol lo imposible es posible”, completa el director de Panini.

Los cromos de Neymar con la camiseta del Barça recorrerán España, mientras sus goles se gritarán en el Parque de los Príncipes. Son los caprichos del fútbol (o del euro). Hay, sin embargo, un cariño genuino para el brasileño que no entiende de traiciones ni de dinero. En el parque de la Ciudadela, un niño de cuatro años, que responde al nombre de Ivo, se pasea con el 11 azulgrana tatuado en la espalda. “A él le gusta Neymar. Y se quiere poner su camiseta”, explica su padre.

Según Mario Benedetti, el olvido está lleno de memoria. Barcelona no puede olvidar a Neymar, al menos hasta que se termine su stock.

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