Madera ilegal papuana llega a EEUU a través de China, denuncia Global Witness

EEUU, AFP
Madera ilegal relacionada con la deforestación y expropiaciones forzosas en Papúa Nueva Guinea se vende en Estados Unidos a través de empresas intermediarias en China, denunció hoy la ONG Global Witness.
En un informe titulado "Stained Trade" ("Comercio sucio"), Global Witness ha publicado una investigación sobre la ruta de más de 14.000 kilómetros que recorre la madera papuana ilegal hasta las tiendas de EEUU a través de intermediarios chinos.


La ONG aseguró, en un comunicado, que dos empresas estadounidenses han decidido realizar modificaciones en el negocio tras conocer el contenido el informe, que denuncia abusos contra el medio ambiente y las comunidades locales.

La compañía estadounidense Home Legend ha paralizado la venta de un tipo de parqué de madera papuana, mientras que Mother Nature, otra empresa con sede en Estados Unidos, se ha comprometido también a revisar sus canales de abastecimiento para evitar la venta de madera de origen irregular.

El informe "documenta el daño excesivo que este comercio está provocando en el tercer mayor bosque tropical del mundo y a las comunidades indígenas que dependen de él" en Papúa Nueva Guinea, aseveró la ONG.

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La madera ilegal de Papúa Nueva Guinea es enviada primero a China para ser procesada.
AFP
"Decenas de miles de personas se han visto afectadas. Muchos que han tratado de denunciar la situación han sido amenazados, arrestados o han recibido palizas de policías pagados por las compañías madereras", afirmó Rick Jacobsen, jefe de la campaña de Global Witness.

"Las compañías de EEUU deberían dar los pasos necesarios para asegurarse de que los productos de madera que compran de China no están relacionados con abusos del tipo que hemos visto en Papúa Nueva Guiena", agregó Jacobsen.

Global Witness asegura que el país ha concedido la explotación del 12 por ciento de su territorio a multinacionales por un periodo de 99 años y denuncia que la deforestación destruye fuentes de alimentos, agua y medicinas de las comunidades locales.

Paul Pavol, un activista entrevistado por la ONG, denuncia en el informe que las autoridades falsificaron documentos para transferir a una empresa los derechos de explotación de sus tierras y ahora trata de recuperarlas en los tribunales.

"Esta gente (las autoridades) dice que ahora es la dueña de las tierras y pueden hacer lo que quieran", lamenta Pavol, quien afirma vivir con temor de la Policía.

El Gobierno del primer ministro papuano, Peter O'Neill, ha prometido acabar con los abusos en las concesiones de explotaciones madereras a empresas extranjeras, pero la ONG no aprecia ningún progreso.

Estados Unidos, que es el mayor comprador de productos madereros de China -un comercio de 15.000 millones de dólares al año-, cuenta con una estricta ley contra la madera de origen ilegal.

Sin embargo, Global Witness advierte de que la falta de leyes similares en China da lugar a que maderas de origen dudoso puedan exportarse a través de este país a Europa o Estados Unidos.

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