El chiste de Trump a Obama: “el mejor eclipse de la historia”
El presidente difunde en Twitter cuatro imágenes en las que gradualmente sobrepone su retrato al de su predecesor
Nicolás Alonso
Washington, El País
El lunes, Donald Trump observó desde su terraza en la Casa Blanca un eclipse solar que cruzó Estados Unidos. El jueves, el presidente jugó en Twitter con el acontecimiento científico para tratar de eclipsar la actualidad política con una burla hacia su predecesor, Barack Obama. Trump difundió cuatro imágenes que habían sido publicadas por otro usuario en las que, de manera gradual, su rostro cubre el de Obama. “El mejor eclipse de la historia”, se puede leer en mayúsculas bajo los retratos.
La burla fue uno de diversos mensajes críticos de su rutina tuitera matutina. Hoy fue el turno de Mitch McConnell y Paul Ryan, los líderes republicanos del Senado y la Cámara de Representantes, respectivamente. También justificó sus cambios de tono en tres discursos recientes, algo que la prensa ha criticado, desgranándolo de esta manera: “Bueno, estaba el de Afganistán (serio), el gran mitin (entusiasta, dinámico y divertido) y el de los veteranos de la Legión Americana (respetuoso y fuerte). ¡Qué pena que los demócratas no tengan a nadie que sepa cambiar de tono!”.
La broma sobre Obama llegó al móvil del presidente cuando Jerry Travone, un polémico personaje de las redes, etiquetó al presidente en el meme. En las imágenes, Trump aparece sonriente. Su imagen en color, la de Obama, con rostro serio y mirada esquiva, en blanco y negro. Al republicano le gustó y, como ya ha hecho otras veces, propagó el mensaje de uno de sus millones de fans en las redes.
Durante la campaña, Obama —que dio numerosos discursos de apoyo a la demócrata Hillary Clinton— fue uno de los mayores críticos del republicano. Trump le dio motivos: años atrás el republicano propagó la idea de que Obama no había nacido en EE UU, forzando al expresidente a hacer pública su partida de nacimiento. Y durante la temporada previa a las elecciones, el magnate neoyorquino también le dedicó una lluvia de críticas.
Pero el chiste es para el presidente otro recordatorio de su victoria electoral el pasado noviembre, que dejó boquiabierto al establishment demócrata y republicano. Y es una práctica habitual en sus siete meses de presidencia. Cada vez que puede elogia su propia victoria.
Nicolás Alonso
Washington, El País
El lunes, Donald Trump observó desde su terraza en la Casa Blanca un eclipse solar que cruzó Estados Unidos. El jueves, el presidente jugó en Twitter con el acontecimiento científico para tratar de eclipsar la actualidad política con una burla hacia su predecesor, Barack Obama. Trump difundió cuatro imágenes que habían sido publicadas por otro usuario en las que, de manera gradual, su rostro cubre el de Obama. “El mejor eclipse de la historia”, se puede leer en mayúsculas bajo los retratos.
La burla fue uno de diversos mensajes críticos de su rutina tuitera matutina. Hoy fue el turno de Mitch McConnell y Paul Ryan, los líderes republicanos del Senado y la Cámara de Representantes, respectivamente. También justificó sus cambios de tono en tres discursos recientes, algo que la prensa ha criticado, desgranándolo de esta manera: “Bueno, estaba el de Afganistán (serio), el gran mitin (entusiasta, dinámico y divertido) y el de los veteranos de la Legión Americana (respetuoso y fuerte). ¡Qué pena que los demócratas no tengan a nadie que sepa cambiar de tono!”.
La broma sobre Obama llegó al móvil del presidente cuando Jerry Travone, un polémico personaje de las redes, etiquetó al presidente en el meme. En las imágenes, Trump aparece sonriente. Su imagen en color, la de Obama, con rostro serio y mirada esquiva, en blanco y negro. Al republicano le gustó y, como ya ha hecho otras veces, propagó el mensaje de uno de sus millones de fans en las redes.
Durante la campaña, Obama —que dio numerosos discursos de apoyo a la demócrata Hillary Clinton— fue uno de los mayores críticos del republicano. Trump le dio motivos: años atrás el republicano propagó la idea de que Obama no había nacido en EE UU, forzando al expresidente a hacer pública su partida de nacimiento. Y durante la temporada previa a las elecciones, el magnate neoyorquino también le dedicó una lluvia de críticas.
Pero el chiste es para el presidente otro recordatorio de su victoria electoral el pasado noviembre, que dejó boquiabierto al establishment demócrata y republicano. Y es una práctica habitual en sus siete meses de presidencia. Cada vez que puede elogia su propia victoria.