Reto Zidane: sólo Del Bosque acabó contrato con Florentino
Queiroz, Camacho, Gª Remón, Luxemburgo, Pellegrini y Benítez se fueron antes. López Caro tenía apalabrado seguir y se fue por la puerta de atrás. Mou incluso había renovado y Ancelotti tenía apalabrado prolongar su contrato.
Alfredo Matilla
As
El Real Madrid ha renovado su confianza en Zidane después de haber logrado un doblete histórico y, entre otras cosas, por llevar más Champions que temporadas al frente del primer equipo. Los planes del club pasan por ampliarle hasta el año 2020 el contrato que vencía en 2018. La idea es hacer oficial la renovación este mes de junio y que el acuerdo conlleve una importante mejora económica. Sin embargo, este gesto de confianza a su labor desde que se hizo cargo del banquillo el 4 de enero de 2016 no es (o no debería ser) sinónimo de tranquilidad para el entrenador francés. Nueve de los diez técnicos que ha tenido antes Florentino Pérez en sus dos etapas al frente de la nave blanca fueron destituidos sin haber finalizado su contrato. Sólo Vicente del Bosque dejó el equipo tras agotar hasta el último día su vinculación con el Real Madrid. Lo que hizo entonces el presidente fue utilizar una forma más sutil de divorcio para no contar más con él, que fue la de no renovar sus votos. Pese a los títulos (dos Champions y dos Ligas, entre otros), el sentir general y el deseo de gran parte de ese vestuario, Del Bosque se tuvo que marchar.
Desde aquella primera gran decisión de Florentino Pérez en 2003, el resto de técnicos que ha contratado se han ido del Madrid antes de lo acordado. Queiroz, Camacho, García Remón, Luxemburgo y López Caro lo hicieron en su primera etapa (2000-2004). Pellegrini, Mourinho, Ancelotti y Benítez hicieron las maletas en la segunda etapa que comenzó en 2009. Al dirigente no le importó que hubiera renovado a varios de ellos previamente, que hubiera acordado la ampliación o que, incluso, algunos hubieran levantado títulos de prestigio como la Liga o la Champions.
Queiroz, que había firmado dos temporadas, salió del Madrid en 2004 tras un primer año aciago en el que únicamente ganó la Supercopa de España y en el que se le escapó la Liga por un final deprimente, en el que cayó en Champions ante el Mónaco y en el que perdió la final de la Copa ante el Zaragoza en Montjuic. Su sustituto, Camacho, se fue por iniciativa propia al iniciar la siguiente campaña (2004-05) después de ver cosas en el club y en el vestuario que no le convencieron. Había firmado dos años. García Remón, interino, firmó hasta junio de 2005 y sólo llegó hasta diciembre de 2004. Su precipitada marcha dio paso a la precipitada contratación de Luxembrugo, que firmó como solución para un año y medio. El brasileño no cuajó y fue despedido sin acabar la segunda campaña, teniendo que dejar la Ciudad del Fútbol de Las Rozas (entonces el Madrid se entrenaba allí) con su cuadrado mágico. Florentino apostó entonces por un hombre de la casa, López Caro, para llegar hasta el final de la temporada de la forma más digna. Acababa contrato ese 30 de junio de 2006, que ya tenía firmado como entrenador del Castilla, de donde procedía, pero tras una propuesta de ampliación adelantada por AS debido a un inicio esperanzador acabó fuera del Madrid. Acabó el campeonato de mala manera, con la dimisión del presidente de por medio, y pidiendo perdón.
Florentino Pérez no cambió su guion en su segunda etapa en el Madrid. Volvió en 2009, confió en el banquillo para las dos siguientes temporadas a Pellegrini por consejo de Valdano y le echó antes de su primer aniversario tras el desgaste de noches aciagas como la del Alcorconazo. Entonces fue cuando llegó Mourinho, que pese a lograr una Liga, una Copa y una Supercopa, ganarse la renovación hasta 2016 y darle plenos poderes como mánager general, se fue al final de la temporada 12-13 sin la Champions y con varios frentes abiertos. Carlo Ancelotti le suplió y vivió más de lo mismo. Abandonó el Madrid tras ganar la Décima y después de tener cerrada una renovación de su contrato, que concluía en 2016. Pero peor fue lo de Rafa Benítez. El plan de renovación le salió mal al presidente y tuvo que destituirlo a mitad de la temporada 2015-16, cuando había firmado tres temporadas. El 0-4 del Barça en el Bernabéu le condenó y, aunque aguantó alguna jornada más, acabó en el paredón.
La salida del técnico español dio paso a Zidane, al que muchos veían algo verde para esa papeleta e incluso como un escudo. Zizou no ha podido hacer más en menos tiempo. Ahora tendrá vía libre hasta 2020, con el gran reto por delante de pasar a la historia como el entrenador del Madrid que más ha durado en el banquillo con Florentino en la presidencia. Si agota su nuevo contrato sumaría 1.640 días como técnico del primer equipo, por lo que superaría a Del Bosque (1.315) y a Mourinho (1.097). En la historia del Madrid sólo le superarían con tanto tiempo seguido al timón del equipo Miguel Muñoz, Juan de Cárcer y Paco Brau.
Alfredo Matilla
As
El Real Madrid ha renovado su confianza en Zidane después de haber logrado un doblete histórico y, entre otras cosas, por llevar más Champions que temporadas al frente del primer equipo. Los planes del club pasan por ampliarle hasta el año 2020 el contrato que vencía en 2018. La idea es hacer oficial la renovación este mes de junio y que el acuerdo conlleve una importante mejora económica. Sin embargo, este gesto de confianza a su labor desde que se hizo cargo del banquillo el 4 de enero de 2016 no es (o no debería ser) sinónimo de tranquilidad para el entrenador francés. Nueve de los diez técnicos que ha tenido antes Florentino Pérez en sus dos etapas al frente de la nave blanca fueron destituidos sin haber finalizado su contrato. Sólo Vicente del Bosque dejó el equipo tras agotar hasta el último día su vinculación con el Real Madrid. Lo que hizo entonces el presidente fue utilizar una forma más sutil de divorcio para no contar más con él, que fue la de no renovar sus votos. Pese a los títulos (dos Champions y dos Ligas, entre otros), el sentir general y el deseo de gran parte de ese vestuario, Del Bosque se tuvo que marchar.
Desde aquella primera gran decisión de Florentino Pérez en 2003, el resto de técnicos que ha contratado se han ido del Madrid antes de lo acordado. Queiroz, Camacho, García Remón, Luxemburgo y López Caro lo hicieron en su primera etapa (2000-2004). Pellegrini, Mourinho, Ancelotti y Benítez hicieron las maletas en la segunda etapa que comenzó en 2009. Al dirigente no le importó que hubiera renovado a varios de ellos previamente, que hubiera acordado la ampliación o que, incluso, algunos hubieran levantado títulos de prestigio como la Liga o la Champions.
Queiroz, que había firmado dos temporadas, salió del Madrid en 2004 tras un primer año aciago en el que únicamente ganó la Supercopa de España y en el que se le escapó la Liga por un final deprimente, en el que cayó en Champions ante el Mónaco y en el que perdió la final de la Copa ante el Zaragoza en Montjuic. Su sustituto, Camacho, se fue por iniciativa propia al iniciar la siguiente campaña (2004-05) después de ver cosas en el club y en el vestuario que no le convencieron. Había firmado dos años. García Remón, interino, firmó hasta junio de 2005 y sólo llegó hasta diciembre de 2004. Su precipitada marcha dio paso a la precipitada contratación de Luxembrugo, que firmó como solución para un año y medio. El brasileño no cuajó y fue despedido sin acabar la segunda campaña, teniendo que dejar la Ciudad del Fútbol de Las Rozas (entonces el Madrid se entrenaba allí) con su cuadrado mágico. Florentino apostó entonces por un hombre de la casa, López Caro, para llegar hasta el final de la temporada de la forma más digna. Acababa contrato ese 30 de junio de 2006, que ya tenía firmado como entrenador del Castilla, de donde procedía, pero tras una propuesta de ampliación adelantada por AS debido a un inicio esperanzador acabó fuera del Madrid. Acabó el campeonato de mala manera, con la dimisión del presidente de por medio, y pidiendo perdón.
Florentino Pérez no cambió su guion en su segunda etapa en el Madrid. Volvió en 2009, confió en el banquillo para las dos siguientes temporadas a Pellegrini por consejo de Valdano y le echó antes de su primer aniversario tras el desgaste de noches aciagas como la del Alcorconazo. Entonces fue cuando llegó Mourinho, que pese a lograr una Liga, una Copa y una Supercopa, ganarse la renovación hasta 2016 y darle plenos poderes como mánager general, se fue al final de la temporada 12-13 sin la Champions y con varios frentes abiertos. Carlo Ancelotti le suplió y vivió más de lo mismo. Abandonó el Madrid tras ganar la Décima y después de tener cerrada una renovación de su contrato, que concluía en 2016. Pero peor fue lo de Rafa Benítez. El plan de renovación le salió mal al presidente y tuvo que destituirlo a mitad de la temporada 2015-16, cuando había firmado tres temporadas. El 0-4 del Barça en el Bernabéu le condenó y, aunque aguantó alguna jornada más, acabó en el paredón.
La salida del técnico español dio paso a Zidane, al que muchos veían algo verde para esa papeleta e incluso como un escudo. Zizou no ha podido hacer más en menos tiempo. Ahora tendrá vía libre hasta 2020, con el gran reto por delante de pasar a la historia como el entrenador del Madrid que más ha durado en el banquillo con Florentino en la presidencia. Si agota su nuevo contrato sumaría 1.640 días como técnico del primer equipo, por lo que superaría a Del Bosque (1.315) y a Mourinho (1.097). En la historia del Madrid sólo le superarían con tanto tiempo seguido al timón del equipo Miguel Muñoz, Juan de Cárcer y Paco Brau.