Los terroristas de Londres intentaron alquilar un camión de 7,5 toneladas
Uno de los atacantes no pudo cerrar el alquiler del vehículo pesado, por lo que cambió sus planes y se hizo con la furgoneta blanca
María R. Sahuquillo
Edimburgo, El País
La matanza pudo ser aún peor. La Policía Metropolitana de Londres ha revelado este sábado, cuando se cumple una semana de los atentados en la capital británica, que los terroristas intentaron alquilar un camión de 7,5 toneladas. Como no lograron cerrar el trato, cambiaron sus planes. Alquilaron entonces una furgoneta, que usaron después como arma para cometer el primero de sus atentados mortales. "Si hubieran logrado alquilar el camión, las consecuencias del ataque habrían sido mucho peores", ha señalado el jefe de la unidad antiterrorista de Scotland Yard, Dean Haydon. En los ataques de Londres murieron ocho personas y otras 48 resultaron heridas. En Niza (Francia), un terrorista mató con un vehículo de 19 toneladas a 86 personas en julio del año pasado.
Según el responsable de la unidad antiterrorista, uno de los tres atacantes, Khuram Butt, británico de origen paquistaní de 27 años, fue quien trató de alquilar el camión el sábado por la mañana, apenas horas antes del ataque en el Puente de Londres. Butt, que había estado bajo el radar de la inteligencia britanica por sus vínculos con el yihadismo, no pudo cerrar el alquiler del vehículo pesado, por lo que cambió sus planes y se hizo con una furgoneta blanca de marca Renault. No queda claro por qué el hombre, que había sido denunciado por dos personas por sus ideas radicales y que apareció en un documental emitido el año pasado por Channel 4 sobre yihadistas británicos, no completó el proceso de alquiler. Si no pudo pagar o no tenía el permiso necesario para conducir dicho vehículo, ha apuntado Haydon.
A pesar de que el autodenominado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) se ha atribuido la autoría de los atentados, que se saldaron con la muerte de ocho personas, además de los tres terroristas, Haydon ha insistido en que no existen pruebas de que los atacantes recibieran órdenes de tal calibre desde dentro o fuera de Reino Unido. "No estamos buscando una célula terrorista o una red de mayor envergadura", ha añadido el jefe de la unidad antiterrorista de Londres. Los agentes continúan investigando el vínculo entre los atacantes y la naturaleza de su relación. "¿Cómo se conocieron? Son de orígenes muy distintos", se ha preguntado Haydon.
Poco antes de las cinco de la tarde, Butt, que los investigadores consideran el cabecilla del grupo, recibió un mensaje de texto en el que se le confirmaba el alquiler de la furgoneta con la que perpetró el atentado junto a sus dos cómplices, identificados como Rachid Redouane, de 30 años y con pasaporte marroquí y libio, y Youssef Zaghba, italiano de padre marroquí de 22.
A las 17.30, los hombres condujeron para recoger la furgoneta y con ella se dirigieron a la casa de Zaghba, al este de Londres. A las 18.38 salieron del domicilio y dos horas después llegaron al Puente de Londres. Lo recorrieron dos veces antes de lanzarse, a la tercera, contra la multitud que lo recorría sobre las 22.10 hora local (una hora más en la España peninsular). Tres personas murieron atropelladas por la furgoneta, que se cree que conducía Butt. Después, los tres terroristas abandonaron el vehículo y se dirigieron al Borough Market, donde apuñalaron de forma indiscriminada a la multitud, antes de ser abatidos a tiros por la policía ocho minutos después de ser alertados. Los agentes dispararon 46 balas.
En rueda de prensa, Haydon ha ofrecido muchos detalles del atentado y una reconstrucción detallada los movimientos de los terroristas en las horas previas al ataque, lo que contrasta con la política seguida hasta el momento por las autoridades británicas, que han ido ofreciendo información con cuentagotas.
El responsable policial ha detallado que las armas que emplearon en su segundo ataque eran cuchillos de cocina con una hoja cerámica de 30 centímetros, de color rosa, que habían atado a sus muñecas con correas de cuero. Son de la marca Ernesto, de los supermercados Lidl. El jefe de la unidad antiterrorista de Scotland Yard ha confirmado que los atacantes llevaban cócteles molotov en la furgoneta: 13 botellas de vino llenas de combustible y envueltas en trapos, junto a las que había dos antorchas. Los investigadores sostienen que eran para un tercer ataque que no llegaron a perpetrar. En la furgoneta había también sillas de oficina, una maleta y bolsas de grava que Haydon piensa que usaron o bien para agregar peso o en forma de coartada de cara a sus amigos y familiares.
Scotland Yard también ha contado que los falsos chalecos explosivos que portaban eran, en realidad, botellas de agua de plástico envueltas en cinta adhesiva y que, entre las pertenencias de los atacantes, había un Corán en inglés abierto por una página sobre el martirio. La policía piensa que la casa de Redouane, un apartamento en Barking, en el este de Londres, era el piso seguro donde prepararon el ataque.
A pesar de que el autodenominado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) se ha atribuido la autoría de los atentados, que se saldaron con la muerte de ocho personas, además de los tres terroristas, Haydon ha insistido en que no existen pruebas de que los atacantes recibieran órdenes de tal calibre desde dentro o fuera de Reino Unido. "No estamos buscando una célula terrorista o una red de mayor envergadura", ha añadido el jefe de la unidad antiterrorista de Londres. Los agentes continúan investigando el vínculo entre los atacantes y la naturaleza de su relación. "¿Cómo se conocieron? Son de orígenes muy distintos", se ha preguntado Haydon.
Scotland Yard ha informado además de que en la madrugada de este sábado han arrestado a un hombre de 28 años en relación al atentado en Barking, la misma zona donde vivían dos de los terroristas. Las fuerzas de seguridad han practicado hasta ahora 20 detenciones en conexión con el ese ataque terrorista, de las cuales solo siete personas continúan bajo custodia policial.
María R. Sahuquillo
Edimburgo, El País
La matanza pudo ser aún peor. La Policía Metropolitana de Londres ha revelado este sábado, cuando se cumple una semana de los atentados en la capital británica, que los terroristas intentaron alquilar un camión de 7,5 toneladas. Como no lograron cerrar el trato, cambiaron sus planes. Alquilaron entonces una furgoneta, que usaron después como arma para cometer el primero de sus atentados mortales. "Si hubieran logrado alquilar el camión, las consecuencias del ataque habrían sido mucho peores", ha señalado el jefe de la unidad antiterrorista de Scotland Yard, Dean Haydon. En los ataques de Londres murieron ocho personas y otras 48 resultaron heridas. En Niza (Francia), un terrorista mató con un vehículo de 19 toneladas a 86 personas en julio del año pasado.
Según el responsable de la unidad antiterrorista, uno de los tres atacantes, Khuram Butt, británico de origen paquistaní de 27 años, fue quien trató de alquilar el camión el sábado por la mañana, apenas horas antes del ataque en el Puente de Londres. Butt, que había estado bajo el radar de la inteligencia britanica por sus vínculos con el yihadismo, no pudo cerrar el alquiler del vehículo pesado, por lo que cambió sus planes y se hizo con una furgoneta blanca de marca Renault. No queda claro por qué el hombre, que había sido denunciado por dos personas por sus ideas radicales y que apareció en un documental emitido el año pasado por Channel 4 sobre yihadistas británicos, no completó el proceso de alquiler. Si no pudo pagar o no tenía el permiso necesario para conducir dicho vehículo, ha apuntado Haydon.
A pesar de que el autodenominado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) se ha atribuido la autoría de los atentados, que se saldaron con la muerte de ocho personas, además de los tres terroristas, Haydon ha insistido en que no existen pruebas de que los atacantes recibieran órdenes de tal calibre desde dentro o fuera de Reino Unido. "No estamos buscando una célula terrorista o una red de mayor envergadura", ha añadido el jefe de la unidad antiterrorista de Londres. Los agentes continúan investigando el vínculo entre los atacantes y la naturaleza de su relación. "¿Cómo se conocieron? Son de orígenes muy distintos", se ha preguntado Haydon.
Poco antes de las cinco de la tarde, Butt, que los investigadores consideran el cabecilla del grupo, recibió un mensaje de texto en el que se le confirmaba el alquiler de la furgoneta con la que perpetró el atentado junto a sus dos cómplices, identificados como Rachid Redouane, de 30 años y con pasaporte marroquí y libio, y Youssef Zaghba, italiano de padre marroquí de 22.
A las 17.30, los hombres condujeron para recoger la furgoneta y con ella se dirigieron a la casa de Zaghba, al este de Londres. A las 18.38 salieron del domicilio y dos horas después llegaron al Puente de Londres. Lo recorrieron dos veces antes de lanzarse, a la tercera, contra la multitud que lo recorría sobre las 22.10 hora local (una hora más en la España peninsular). Tres personas murieron atropelladas por la furgoneta, que se cree que conducía Butt. Después, los tres terroristas abandonaron el vehículo y se dirigieron al Borough Market, donde apuñalaron de forma indiscriminada a la multitud, antes de ser abatidos a tiros por la policía ocho minutos después de ser alertados. Los agentes dispararon 46 balas.
En rueda de prensa, Haydon ha ofrecido muchos detalles del atentado y una reconstrucción detallada los movimientos de los terroristas en las horas previas al ataque, lo que contrasta con la política seguida hasta el momento por las autoridades británicas, que han ido ofreciendo información con cuentagotas.
El responsable policial ha detallado que las armas que emplearon en su segundo ataque eran cuchillos de cocina con una hoja cerámica de 30 centímetros, de color rosa, que habían atado a sus muñecas con correas de cuero. Son de la marca Ernesto, de los supermercados Lidl. El jefe de la unidad antiterrorista de Scotland Yard ha confirmado que los atacantes llevaban cócteles molotov en la furgoneta: 13 botellas de vino llenas de combustible y envueltas en trapos, junto a las que había dos antorchas. Los investigadores sostienen que eran para un tercer ataque que no llegaron a perpetrar. En la furgoneta había también sillas de oficina, una maleta y bolsas de grava que Haydon piensa que usaron o bien para agregar peso o en forma de coartada de cara a sus amigos y familiares.
Scotland Yard también ha contado que los falsos chalecos explosivos que portaban eran, en realidad, botellas de agua de plástico envueltas en cinta adhesiva y que, entre las pertenencias de los atacantes, había un Corán en inglés abierto por una página sobre el martirio. La policía piensa que la casa de Redouane, un apartamento en Barking, en el este de Londres, era el piso seguro donde prepararon el ataque.
A pesar de que el autodenominado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) se ha atribuido la autoría de los atentados, que se saldaron con la muerte de ocho personas, además de los tres terroristas, Haydon ha insistido en que no existen pruebas de que los atacantes recibieran órdenes de tal calibre desde dentro o fuera de Reino Unido. "No estamos buscando una célula terrorista o una red de mayor envergadura", ha añadido el jefe de la unidad antiterrorista de Londres. Los agentes continúan investigando el vínculo entre los atacantes y la naturaleza de su relación. "¿Cómo se conocieron? Son de orígenes muy distintos", se ha preguntado Haydon.
Scotland Yard ha informado además de que en la madrugada de este sábado han arrestado a un hombre de 28 años en relación al atentado en Barking, la misma zona donde vivían dos de los terroristas. Las fuerzas de seguridad han practicado hasta ahora 20 detenciones en conexión con el ese ataque terrorista, de las cuales solo siete personas continúan bajo custodia policial.