En fotos: El glaciar que se derrite en Ecuador y que encendió las alarmas del cambio climático
Ecuador, EFE
A los pies de un glaciar que se derrite rápidamente en Ecuador, varios embajadores de la Unión Europea llamaron este jueves a combatir el calentamiento global, en un simbólico acto abiertamente crítico con el retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París sobre el clima.
El Antisana es un volcán nevado potencialmente activo de 5.700 metros de altura que se levanta majestuoso a 50 kilómetros al sureste de Quito y que corona una extensa reserva ecológica de parámos y bosques andinos, hogar de cóndores, venados y oso de anteojos.
Los representantes de la Unión Europea y de varios estados miembro (Francia, Alemania, España y Reino Unido) en Ecuador escogieron este extraordinario paisaje, vital entre otras cosas para el abastecimiento del agua de Quito, para denunciar in situ lo que los científicos vienen estudiando y advirtiendo desde hace muchos años: que la contaminación de la atmósfera está acelerando el deterioro del planeta.
Subieron hasta los 4.800 metros, en el punto donde empieza el glaciar y es fácilmente perceptible el deshielo, y plantaron una bandera: “Make the planet green again” (Hagamos a nuestro planeta verde de nuevo).
Una versión del “Make the planet great again” (Devolvamos la grandeza a nuestro planeta) con el que el presidente francés Emmanuel Macron parafraseó el eslógan de campaña del presidente Donald Trump “Make our planet great again” (Devolvamos la grandeza a nuestro planeta), después de que este anunciara hace semanas la salida de Estados Unidos del acuerdo de París sobre el clima.
El acuerdo, que concluyó a finales de 2015 y del cual el entonces presidente estadounidense Barack Obama fue uno de sus principales diseñadores, apunta a contener el aumento de la temperatura a nivel global “por debajo de 2ºC” con respecto a la era pre-industrial.
A los pies de un glaciar que se derrite rápidamente en Ecuador, varios embajadores de la Unión Europea llamaron este jueves a combatir el calentamiento global, en un simbólico acto abiertamente crítico con el retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París sobre el clima.
El Antisana es un volcán nevado potencialmente activo de 5.700 metros de altura que se levanta majestuoso a 50 kilómetros al sureste de Quito y que corona una extensa reserva ecológica de parámos y bosques andinos, hogar de cóndores, venados y oso de anteojos.
Los representantes de la Unión Europea y de varios estados miembro (Francia, Alemania, España y Reino Unido) en Ecuador escogieron este extraordinario paisaje, vital entre otras cosas para el abastecimiento del agua de Quito, para denunciar in situ lo que los científicos vienen estudiando y advirtiendo desde hace muchos años: que la contaminación de la atmósfera está acelerando el deterioro del planeta.
Subieron hasta los 4.800 metros, en el punto donde empieza el glaciar y es fácilmente perceptible el deshielo, y plantaron una bandera: “Make the planet green again” (Hagamos a nuestro planeta verde de nuevo).
Una versión del “Make the planet great again” (Devolvamos la grandeza a nuestro planeta) con el que el presidente francés Emmanuel Macron parafraseó el eslógan de campaña del presidente Donald Trump “Make our planet great again” (Devolvamos la grandeza a nuestro planeta), después de que este anunciara hace semanas la salida de Estados Unidos del acuerdo de París sobre el clima.
El acuerdo, que concluyó a finales de 2015 y del cual el entonces presidente estadounidense Barack Obama fue uno de sus principales diseñadores, apunta a contener el aumento de la temperatura a nivel global “por debajo de 2ºC” con respecto a la era pre-industrial.