Trump amenaza con cancelar las ruedas de prensa de la Casa Blanca
El mandatario responde así al revuelo causado por las distintas versiones que ofreció su equipo para justificar el despido del jefe del FBI
Cristina F. Pereda
Washington, El País
Donald Trump asegura que nadie puede esperar que sus portavoces hablen con “total exactitud” porque es un mandatario “muy activo” y en su Casa Blanca pasan “muchas cosas”. El presidente de Estados Unidos sugiere que para lograr esa “precisión” sería mejor cancelar las ruedas de prensa diarias y ofrecer a cambio declaraciones de su Administración por escrito.
Así ha respondido Trump al aluvión de reportajes en los medios de comunicación estadounidenses que revelan cómo, desde el momento en que anunció el despido del director del FBI, James Comey, su equipo de portavoces ofreció distintas versiones de la razón por la que el presidente había acabado con el responsable de la investigación de la trama rusa.
“Como un presidente muy activo y con las muchas cosas que pasan, no es posible que mis empleados hagan declaraciones con una precisión perfecta”, escribió Trump en Twitter en la mañana del viernes. “Quizás lo mejor para esa exactitud sea cancelar todas las ruedas de prensa futuras y entregar declaraciones por escrito???”.
La sugerencia llega después de reiterados ataques a la prensa, sugerencias de que cambiaría las leyes de libertad de expresión, veto a algunas publicaciones en sus actos de campaña y la especulación, nada más llegar a la presidencia, de que también cerrarían las puertas de la sala de prensa de la Casa Blanca a “algunos” medios.
El presidente se encuentra inmerso en una grave crisis por el despido de Comey, hasta este martes responsable de la principal investigación de contrainteligencia del FBI por la posible cooperación entre la campaña de Trump y los ciberataques desplegados por Rusia durante las elecciones para favorecerle. Desde ese momento, tanto el mandatario como su equipo han declarado públicamente versiones contradictorias sobre la razón detrás del despido.
La primera versión ofrecida por la Casa Blanca este martes apuntaba a que la razón estaba en que Comey cerró las pesquisas abiertas contra Hillary Clinton por el uso de un servidor privado de correo electrónico cuando era secretaria de Estado. Así lo defendieron el vicepresidente Mike Pence, el portavoz de la Casa Blanca Sean Spicer y otras dos miembros del equipo de comunicación, Kellyanne Conway y Sarah Huckabee Sanders.
Todos ellos aseguraron que Trump simplemente había seguido las recomendaciones del fiscal general Jeff Sessions y su número dos, Rod Rosenstein, que justificaron en sendas cartas las razones para deshacerse de Comey. En la mañana del miércoles, el equipo del presidente añadió que Trump “había perdido la confianza” en el entonces director del FBI.
Sin embargo, a través de fuentes anónimas de dentro de la Administración, la prensa retrató un escenario muy distinto. Trump habría informado a sus portavoces apenas una hora antes del despido de Comey, el equipo de comunicación carecía de un plan para informar a los medios y contener la crisis, y el mensaje de la Casa Blanca quedó socavado por las inconsistencias.
Dos días después, Trump intentó zanjar cualquier duda ofreciendo una entrevista a la televisión NBC. Entonces desdijo a todo su equipo, incluido el vicepresidente. Declaró que la destitución de Comey estaba relacionada con la investigación de la trama rusa y que iba a acabara con él independientemente de lo que le recomendaran sus asesores. “Cuando decidí hacerlo, me dije, esta historia de Rusia y Trump es una invención. Es una excusa de los demócratas por haber perdido unas elecciones que deberían haber ganado”, afirmó.
El viernes por la mañana, menos de 24 horas después, Trump volvió a atribuir la diferencia entre unas versiones y otras a los medios que publican “noticias falsas”, que estas cabeceras “están trabajando tiempo extra” estos días y que la solución está en acabar con las tradicionales ruedas de prensa de la Casa Blanca.
Cristina F. Pereda
Washington, El País
Donald Trump asegura que nadie puede esperar que sus portavoces hablen con “total exactitud” porque es un mandatario “muy activo” y en su Casa Blanca pasan “muchas cosas”. El presidente de Estados Unidos sugiere que para lograr esa “precisión” sería mejor cancelar las ruedas de prensa diarias y ofrecer a cambio declaraciones de su Administración por escrito.
Así ha respondido Trump al aluvión de reportajes en los medios de comunicación estadounidenses que revelan cómo, desde el momento en que anunció el despido del director del FBI, James Comey, su equipo de portavoces ofreció distintas versiones de la razón por la que el presidente había acabado con el responsable de la investigación de la trama rusa.
“Como un presidente muy activo y con las muchas cosas que pasan, no es posible que mis empleados hagan declaraciones con una precisión perfecta”, escribió Trump en Twitter en la mañana del viernes. “Quizás lo mejor para esa exactitud sea cancelar todas las ruedas de prensa futuras y entregar declaraciones por escrito???”.
La sugerencia llega después de reiterados ataques a la prensa, sugerencias de que cambiaría las leyes de libertad de expresión, veto a algunas publicaciones en sus actos de campaña y la especulación, nada más llegar a la presidencia, de que también cerrarían las puertas de la sala de prensa de la Casa Blanca a “algunos” medios.
El presidente se encuentra inmerso en una grave crisis por el despido de Comey, hasta este martes responsable de la principal investigación de contrainteligencia del FBI por la posible cooperación entre la campaña de Trump y los ciberataques desplegados por Rusia durante las elecciones para favorecerle. Desde ese momento, tanto el mandatario como su equipo han declarado públicamente versiones contradictorias sobre la razón detrás del despido.
La primera versión ofrecida por la Casa Blanca este martes apuntaba a que la razón estaba en que Comey cerró las pesquisas abiertas contra Hillary Clinton por el uso de un servidor privado de correo electrónico cuando era secretaria de Estado. Así lo defendieron el vicepresidente Mike Pence, el portavoz de la Casa Blanca Sean Spicer y otras dos miembros del equipo de comunicación, Kellyanne Conway y Sarah Huckabee Sanders.
Todos ellos aseguraron que Trump simplemente había seguido las recomendaciones del fiscal general Jeff Sessions y su número dos, Rod Rosenstein, que justificaron en sendas cartas las razones para deshacerse de Comey. En la mañana del miércoles, el equipo del presidente añadió que Trump “había perdido la confianza” en el entonces director del FBI.
Sin embargo, a través de fuentes anónimas de dentro de la Administración, la prensa retrató un escenario muy distinto. Trump habría informado a sus portavoces apenas una hora antes del despido de Comey, el equipo de comunicación carecía de un plan para informar a los medios y contener la crisis, y el mensaje de la Casa Blanca quedó socavado por las inconsistencias.
Dos días después, Trump intentó zanjar cualquier duda ofreciendo una entrevista a la televisión NBC. Entonces desdijo a todo su equipo, incluido el vicepresidente. Declaró que la destitución de Comey estaba relacionada con la investigación de la trama rusa y que iba a acabara con él independientemente de lo que le recomendaran sus asesores. “Cuando decidí hacerlo, me dije, esta historia de Rusia y Trump es una invención. Es una excusa de los demócratas por haber perdido unas elecciones que deberían haber ganado”, afirmó.
El viernes por la mañana, menos de 24 horas después, Trump volvió a atribuir la diferencia entre unas versiones y otras a los medios que publican “noticias falsas”, que estas cabeceras “están trabajando tiempo extra” estos días y que la solución está en acabar con las tradicionales ruedas de prensa de la Casa Blanca.