Rohaní: “Quienes han apoyado a los terroristas, no pueden combatirlos”
El presidente de Irán responde así a las acusaciones de Trump en la cumbre islámica de Riad
Ángeles Espinosa
Dubái, El País
El reelegido presidente de Irán, Hasán Rohaní, ha tachado este lunes de “espectáculo sin valor político” la cumbre islámica celebrada la víspera en Riad. Respondía así a las duras acusaciones que desde ese foro lanzaron contra Irán el presidente de EE UU, Donald Trump, y el anfitrión, el rey Salmán de Arabia Saudí. Durante su primera conferencia de prensa tras confirmarse su éxito en las elecciones del pasado viernes, Rohaní también dejó claro que la estabilidad en Oriente Próximo es imposible sin la participación de Teherán.
El presidente norteamericano, que llamó a formar “una coalición de naciones que compartan el objetivo de aplastar el terrorismo”, señaló a Irán por “apoyar el terrorismo financiera y militarmente de Siria a Yemen”. Fue un golpe bajo al que Rohaní respondió con otro. “Quienes han apoyado a los terroristas, no pueden combatirlos. No creo que el pueblo estadounidense pueda olvidar la sangre derramada el 11-S”, señaló en referencia a la nacionalidad saudí de 15 de los 19 secuestradores de los aviones que se estrellaron contra las Torres Gemelas y el Pentágono en aquel atentado.
“La reunión en Arabia Saudí fue un espectáculo sin valor político alguno, ni concreción. Arabia Saudí ya ha organizado espectáculos similares en el pasado”, declaró Rohaní, de acuerdo con la traducción de PressTV que transmitió en directo su comparecencia.
En una muestra de su influencia, la monarquía saudí aprovechó la visita de Trump a Riad para reunir a medio centenar de líderes del mundo islámico, pero excluyó a la República Islámica, su gran rival geoestratégico. En ese foro, Salmán acusó a Teherán de ser la “punta de lanza del terrorismo mundial”.
Rohaní también acusó a los dirigentes saudíes de pretender comprar su seguridad. “No pueden resolver el problema del terrorismo simplemente dando a una superpotencia el dinero de su pueblo”, dijo en referencia a los millonarios contratos firmados, en especial en el terreno militar. Teherán y Riad rompieron relaciones diplomáticas el año pasado después de que la ejecución de un clérigo chií disidente en Arabia Saudí desatara un ataque a la Embajada de este país en la capital iraní.
El pasado sábado, durante un mensaje televisado a los iraníes tras anunciarse su reelección con 57 % de los votos, Rohaní ya había mencionado, sin dirigirse a nadie en particular, que “la seguridad no puede mantenerse apoyándose en potencias extranjeras”. Los iraníes se duelen a menudo de que EE UU critique su “democracia islámica”, pero tolere sin parpadear la monarquía absoluta de sus vecinos.
“¿Quién puede decir que va a restablecer la estabilidad regional sin contar con Irán? ¿Quién puede decir que la región logrará la estabilidad total sin Irán?”, se preguntó Rohaní.
Este político, calificado indistintamente de moderado, centrista o pragmático, logró durante su primer mandato la firma del acuerdo nuclear con las grandes potencias y siempre ha apostado por el diálogo. Sin embargo, la peculiar naturaleza del sistema iraní, donde el poder último reside en la figura no elegida del líder supremo, en la actualidad el ayatolá Ali Jamenei, deja fuera del alcance del presidente las relaciones internacionales y, en especial, las operaciones militares en el exterior. Sus vecinos árabes desconfían de sus buenas palabras y ven en el intervencionismo de los Guardianes de la Revolución (Pasdarán), la verdadera esencia de la República Islámica.
“El problema es que los americanos no conocen nuestra región y quienes asesoran a los responsables les llevan a conclusiones erróneas”, concluyo tras afirmar que EE UU se había confundido en Afganistán, en Irak, con las sanciones a Irán y ahora en Siria. En este último país, dijo, Irán va a seguir manteniendo a sus consejeros militares, igual que va a continuar haciendo pruebas de misiles siempre que lo necesite técnicamente.
Ángeles Espinosa
Dubái, El País
El reelegido presidente de Irán, Hasán Rohaní, ha tachado este lunes de “espectáculo sin valor político” la cumbre islámica celebrada la víspera en Riad. Respondía así a las duras acusaciones que desde ese foro lanzaron contra Irán el presidente de EE UU, Donald Trump, y el anfitrión, el rey Salmán de Arabia Saudí. Durante su primera conferencia de prensa tras confirmarse su éxito en las elecciones del pasado viernes, Rohaní también dejó claro que la estabilidad en Oriente Próximo es imposible sin la participación de Teherán.
El presidente norteamericano, que llamó a formar “una coalición de naciones que compartan el objetivo de aplastar el terrorismo”, señaló a Irán por “apoyar el terrorismo financiera y militarmente de Siria a Yemen”. Fue un golpe bajo al que Rohaní respondió con otro. “Quienes han apoyado a los terroristas, no pueden combatirlos. No creo que el pueblo estadounidense pueda olvidar la sangre derramada el 11-S”, señaló en referencia a la nacionalidad saudí de 15 de los 19 secuestradores de los aviones que se estrellaron contra las Torres Gemelas y el Pentágono en aquel atentado.
“La reunión en Arabia Saudí fue un espectáculo sin valor político alguno, ni concreción. Arabia Saudí ya ha organizado espectáculos similares en el pasado”, declaró Rohaní, de acuerdo con la traducción de PressTV que transmitió en directo su comparecencia.
En una muestra de su influencia, la monarquía saudí aprovechó la visita de Trump a Riad para reunir a medio centenar de líderes del mundo islámico, pero excluyó a la República Islámica, su gran rival geoestratégico. En ese foro, Salmán acusó a Teherán de ser la “punta de lanza del terrorismo mundial”.
Rohaní también acusó a los dirigentes saudíes de pretender comprar su seguridad. “No pueden resolver el problema del terrorismo simplemente dando a una superpotencia el dinero de su pueblo”, dijo en referencia a los millonarios contratos firmados, en especial en el terreno militar. Teherán y Riad rompieron relaciones diplomáticas el año pasado después de que la ejecución de un clérigo chií disidente en Arabia Saudí desatara un ataque a la Embajada de este país en la capital iraní.
El pasado sábado, durante un mensaje televisado a los iraníes tras anunciarse su reelección con 57 % de los votos, Rohaní ya había mencionado, sin dirigirse a nadie en particular, que “la seguridad no puede mantenerse apoyándose en potencias extranjeras”. Los iraníes se duelen a menudo de que EE UU critique su “democracia islámica”, pero tolere sin parpadear la monarquía absoluta de sus vecinos.
“¿Quién puede decir que va a restablecer la estabilidad regional sin contar con Irán? ¿Quién puede decir que la región logrará la estabilidad total sin Irán?”, se preguntó Rohaní.
Este político, calificado indistintamente de moderado, centrista o pragmático, logró durante su primer mandato la firma del acuerdo nuclear con las grandes potencias y siempre ha apostado por el diálogo. Sin embargo, la peculiar naturaleza del sistema iraní, donde el poder último reside en la figura no elegida del líder supremo, en la actualidad el ayatolá Ali Jamenei, deja fuera del alcance del presidente las relaciones internacionales y, en especial, las operaciones militares en el exterior. Sus vecinos árabes desconfían de sus buenas palabras y ven en el intervencionismo de los Guardianes de la Revolución (Pasdarán), la verdadera esencia de la República Islámica.
“El problema es que los americanos no conocen nuestra región y quienes asesoran a los responsables les llevan a conclusiones erróneas”, concluyo tras afirmar que EE UU se había confundido en Afganistán, en Irak, con las sanciones a Irán y ahora en Siria. En este último país, dijo, Irán va a seguir manteniendo a sus consejeros militares, igual que va a continuar haciendo pruebas de misiles siempre que lo necesite técnicamente.