Guerra de “noticias falsas” en el Golfo

Medios saudíes y emiratíes atacan a Qatar por un discurso que este país atribuye a un ciberataque

Ángeles Espinosa
Dubái, El País
Si la guerra del siglo XXI no va a librarse en el campo de batalla sino en el ciberespacio, ya ha empezado la primera batalla entre Qatar y sus aliados. Sí, han leído bien, sus aliados. O eso pretendían hasta este miércoles. La difusión en varios medios emiratíes y saudíes de unas comprometidas declaraciones del emir de Qatar, el jeque Tamim, incluso después de que este país las desmintiera como fruto del pirateo de su agencia de noticias, ha sacado a la luz las tensiones con sus vecinos que se creían superadas.


Una información publicada en la web de la agencia catarí, QNA, citaba al emir diciendo que “Irán es un contrapeso en la región que debe ser tenido en cuenta” o que las relaciones [de Qatar] con Israel son “buenas”. Tamim también expresaba sus simpatías hacia Hezbolá y Hamás, y sugería que Donald Trump no va a durar mucho en el poder. Esas palabras, supuestamente dichas en una ceremonia de graduación militar el martes, chocan frontalmente con el mensaje transmitido durante la cumbre organizada por Arabia Saudí con motivo de la visita del presidente de EE. UU. el pasado fin de semana, en la que se demonizó a Irán.

El servicio de prensa de Qatar ha tachado de “falsas” e “infundadas” dichas declaraciones, que ha atribuido a que la agencia QNA había sido hackeada por una “entidad desconocida”. Un portavoz catarí ha declarado a Reuters que el emir “no pronunció ningún discurso, ni hizo declaraciones” en el evento. Doha también ha anunciado una investigación sobre lo ocurrido. La web de QNA sigue inoperativa al parecer debido al ciberataque, y su cuenta de Twitter sólo repite los mensajes tuiteados por el Ministerio de Exteriores.

Dada la sensibilidad de los temas suscitados, y los precedentes de discrepancias entre Qatar y sus socios del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG, que incluye también a Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Bahréin y Omán), no es de extrañar que la prensa regional se haya hecho eco de ellas. Lo raro es que varias horas después de que se produjera el desmentido tanto la agencia saudí SPA y la emiratí WAM siguieran manteniendo la noticia sin hacerse eco de la negativa catarí, en especial cuando las autoridades de estos países controlan cuidadosamente los contenidos de sus medios. Lo mismo ocurría en las cadenas de televisión Al Arabiya y Sky News Arabia, de capital saudí y emiratí, respectivamente.

El incidente recuerda las tensiones que estos países vivieron en 2014 a raíz del apoyo de Qatar a los Hermanos Musulmanes, un grupo que tanto Emiratos Árabes como Arabia Saudí consideran terrorista. Los observadores estiman que lo ocurrido prueba que existen importantes diferencias entre ellos. Y esas disputas pueden tener consecuencias en los conflictos que sacuden la región, de Libia a Yemen pasando por Egipto, Siria e Irak, donde las tres petromonarquías intentan influir con su riqueza.

“Emir de Qatar: Doha tiene tensiones con la Administración de Donald Trump”, titulaba la web de Al Arabiya. Ni en el texto, ni en su informativo de las 18.00, diez horas después de que Doha hubiera denunciado el pirateo de su agencia, se recogía el desmentido. Sí se mencionaba, sin embargo, un comunicado del Ministerio de Exteriores catarí en el que se negaba la expulsión de los embajadores de los otros cinco países del CCG, un bulo que se coló en medio del rifirrafe mediático. Al Arabiya insistía en que existen pruebas de que la QNA no fue hackeada, pero no muestra el vídeo.

Sky News Arabia, la franquicia en árabe de la cadena de Murdoch que emite desde Abu Dhabi, también ha continuado difundiendo las controvertidas declaraciones sin mencionar la versión de las autoridades de Qatar. Su presentador invita a ver el discurso en la televisión oficial catarí, pero el reportaje sobre la ceremonia militar no muestra en ningún momento al emir hablando ante los cadetes. Es una voz en off la que lo narra. El texto íntegro también aparece en su web. Esta televisión ya se ha destacado en el pasado por sus posiciones contrarias a las transiciones democráticas en la región.

Mientras esos medios difundían una y otra vez el “falso” discurso del jeque Tamim, la cadena catarí Al Jazeera, en árabe y en inglés, así como sus respectivas páginas web, dejaron de estar accesibles en tanto en Emiratos Árabes como en Arabia Saudí.

El ciberataque parece destinado a dañar las relaciones entre Qatar y sus vecinos del CCG, la mayoría de los cuales se muestran hostiles hacia Irán como ha quedado claro durante la visita de Trump. Al margen de la veracidad o no del discurso del emir, la noticia ha dado pie para que diversos comentaristas critiquen sus políticas. Las tensiones se han trasladado también a las redes sociales. En Twitter usuarios de las diferentes petromonarquías han intercambiado insultos y acusaciones.

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