El exdirector de la CIA dice que Rusia intentó sobornar a gente de Trump
Brenan dice en el Senado que avirtió a los rusos sobre sus intentos de injerencia durante la campaña
Amanda Mars
Washington, El País
El exdirector de la CIA, John Brennan, expresó este martes en público por primera vez su inquietud durante las elecciones presidenciales de una posible connivencia entre Rusia y miembros del equipo de campaña de Donald Trump. Durante su comparecencia ante el Comité de Inteligencia que investiga la llamada trama rusa, Brenan confirmó que sus primeras sospechas sobre la injerencia de Moscú en el proceso electoral estadounidense llegaron en verano de 2016 y que llegó a advertir contra ello a agentes rusos.
“Me encontré con información e inteligencia que revelaba contactos e interacciones entre funcionarios rusos y ciudadanos estadounidenses involucrados en la campaña de Trump que me preocupaban por los conocidos esfuerzos rusos por sobornar a esos individuos”, dijo el exresponsable de la agencia de inteligencia estadounidense, que cesó en el cargo hace unos meses, con el cambio de Gobierno.
Aunque las primeras sospechas sobre el intento ruso por influir en los comicios americanos trascendieron a primeros de octubre, un mes antes de la votación, el informe definitivo de la CIA y el FBI sobre los ciberataques sufrido por el Partido Demócrata durante la campaña acusaba directamente al presidente ruso, Vladímir Putin, de haber orquestado todo un plan para denigrar la candidatura de Hillary Clinton y aupar a la presidencia a Donald Trump a base de piratear y filtrar correos electrónicos que le perjudicasen y difundir noticias falsas.
Las conclusiones se saldaron con sanciones por parte de Estados Unidos, en los últimos días de la Administración de Obama, que incluyeron la expulsión de diplomáticos rusos de territorios estadounidense, pero dejaron sin responder la gran pregunta: si el equipo de Trump tuvo o no algo que ver en ese torpedeo electoral que le atribuyen al Kremlin.
Brennan señaló este martes que no tiene ninguna prueba de esa connivencia —”Yo no soy fiscal, no trabajo con pruebas, sino con información de inteligencia, replicó—, pero insistió en que los contactos entre agentes rusos y la gente del hoy presidente de EE UU le hicieron preguntarse si habían estado cooperando en una campaña de ciberataques que no dudan en adjudicar a Moscú.
La preocupación por las maniobras rusas preocuparon tanto al entonces jefe de la CIA que, según reveló ante el Senado, el 4 de agosto llegó a hablar del asunto con el jefe de inteligencia de Rusia, Alexander Bortnikov, quien negó que estuvieran interfiriendo de forma alguna, aunque se comprometió a trasladar la información al presidente Putin. Les advirtió de que “los votantes americanos se enfurecerían ante cualquier intento ruso por interferir en las elecciones” y que esa intromisión “destruiría cualquier perspectiva de mejora [en las relaciones con EE UU] en el medio plazo”.
"Debe quedar claro a todo el mundo que Rusia interfirió descaradamente en el proceso electoral presidencial de 2016 y que llevaron a cabo esas actividades pese a nuestras fuertes quejas y advertencias explícitas de que no lo hicieran", recalcó el exjefe de la CIA.
La investigación del Comité de Inteligencia del Senador transcurre en paralelo a la del FBI sobre la misma materia. Uno de los personajes claves en las pesquisas, Michael Flynn, se ha negado a colaborar y entregar documentación solicitada. Este martes el Senado emitió otras dos citaciones pidiéndole información sobre sus negocios. Flynn tuvo que dimitir a primeros de febrero como director de Seguridad Nacional de Trump cuando se descubrió que había mentido sobre algunas conversaciones mantenidas con agentes rusos. La exfiscal interina, Sally Yates, había advertido de que el exgeneral era vulnerable a chantaje por parte de Moscú.
El que ha sido hasta ahora la mayor crisis de la joven Administración Trump prosigue su curso mientras el presidente se encuentra de viaje por Europa. SegúnThe Washington Post, Trump pidió hace unas semanas a los jefes de inteligencia de Estados Unidos que negaran en público la existencia de cualquier coordinación de su equipo con la trama rusa. Aquella petición tuvo lugar, según este rotativo, pocos días después del 20 de marzo, cuando el entonces director del FBI, James Comey, anunció que estaba investigando los vínculos entre la campaña de Trump y el Gobierno ruso.
Daniel Coats, director de Inteligencia Nacional, fue preguntado por ello este martes en el Senado y dio la callada por respuesta: “Por ser su principal asesor en temas de inteligencia, debo pasar bastante tiempo con el presidente discutiendo asuntos de seguridad. Siempre he creído que, dada la naturaleza de mi posición y la información que compartimos, no es apropiado que yo haga comentarios sobre eso", dijo.
Amanda Mars
Washington, El País
El exdirector de la CIA, John Brennan, expresó este martes en público por primera vez su inquietud durante las elecciones presidenciales de una posible connivencia entre Rusia y miembros del equipo de campaña de Donald Trump. Durante su comparecencia ante el Comité de Inteligencia que investiga la llamada trama rusa, Brenan confirmó que sus primeras sospechas sobre la injerencia de Moscú en el proceso electoral estadounidense llegaron en verano de 2016 y que llegó a advertir contra ello a agentes rusos.
“Me encontré con información e inteligencia que revelaba contactos e interacciones entre funcionarios rusos y ciudadanos estadounidenses involucrados en la campaña de Trump que me preocupaban por los conocidos esfuerzos rusos por sobornar a esos individuos”, dijo el exresponsable de la agencia de inteligencia estadounidense, que cesó en el cargo hace unos meses, con el cambio de Gobierno.
Aunque las primeras sospechas sobre el intento ruso por influir en los comicios americanos trascendieron a primeros de octubre, un mes antes de la votación, el informe definitivo de la CIA y el FBI sobre los ciberataques sufrido por el Partido Demócrata durante la campaña acusaba directamente al presidente ruso, Vladímir Putin, de haber orquestado todo un plan para denigrar la candidatura de Hillary Clinton y aupar a la presidencia a Donald Trump a base de piratear y filtrar correos electrónicos que le perjudicasen y difundir noticias falsas.
Las conclusiones se saldaron con sanciones por parte de Estados Unidos, en los últimos días de la Administración de Obama, que incluyeron la expulsión de diplomáticos rusos de territorios estadounidense, pero dejaron sin responder la gran pregunta: si el equipo de Trump tuvo o no algo que ver en ese torpedeo electoral que le atribuyen al Kremlin.
Brennan señaló este martes que no tiene ninguna prueba de esa connivencia —”Yo no soy fiscal, no trabajo con pruebas, sino con información de inteligencia, replicó—, pero insistió en que los contactos entre agentes rusos y la gente del hoy presidente de EE UU le hicieron preguntarse si habían estado cooperando en una campaña de ciberataques que no dudan en adjudicar a Moscú.
La preocupación por las maniobras rusas preocuparon tanto al entonces jefe de la CIA que, según reveló ante el Senado, el 4 de agosto llegó a hablar del asunto con el jefe de inteligencia de Rusia, Alexander Bortnikov, quien negó que estuvieran interfiriendo de forma alguna, aunque se comprometió a trasladar la información al presidente Putin. Les advirtió de que “los votantes americanos se enfurecerían ante cualquier intento ruso por interferir en las elecciones” y que esa intromisión “destruiría cualquier perspectiva de mejora [en las relaciones con EE UU] en el medio plazo”.
"Debe quedar claro a todo el mundo que Rusia interfirió descaradamente en el proceso electoral presidencial de 2016 y que llevaron a cabo esas actividades pese a nuestras fuertes quejas y advertencias explícitas de que no lo hicieran", recalcó el exjefe de la CIA.
La investigación del Comité de Inteligencia del Senador transcurre en paralelo a la del FBI sobre la misma materia. Uno de los personajes claves en las pesquisas, Michael Flynn, se ha negado a colaborar y entregar documentación solicitada. Este martes el Senado emitió otras dos citaciones pidiéndole información sobre sus negocios. Flynn tuvo que dimitir a primeros de febrero como director de Seguridad Nacional de Trump cuando se descubrió que había mentido sobre algunas conversaciones mantenidas con agentes rusos. La exfiscal interina, Sally Yates, había advertido de que el exgeneral era vulnerable a chantaje por parte de Moscú.
El que ha sido hasta ahora la mayor crisis de la joven Administración Trump prosigue su curso mientras el presidente se encuentra de viaje por Europa. SegúnThe Washington Post, Trump pidió hace unas semanas a los jefes de inteligencia de Estados Unidos que negaran en público la existencia de cualquier coordinación de su equipo con la trama rusa. Aquella petición tuvo lugar, según este rotativo, pocos días después del 20 de marzo, cuando el entonces director del FBI, James Comey, anunció que estaba investigando los vínculos entre la campaña de Trump y el Gobierno ruso.
Daniel Coats, director de Inteligencia Nacional, fue preguntado por ello este martes en el Senado y dio la callada por respuesta: “Por ser su principal asesor en temas de inteligencia, debo pasar bastante tiempo con el presidente discutiendo asuntos de seguridad. Siempre he creído que, dada la naturaleza de mi posición y la información que compartimos, no es apropiado que yo haga comentarios sobre eso", dijo.