Draghi sostiene los tipos cero frente a las críticas de los bancos
El BCE descarta burbujas inmobiliarias y reclama a las entidades que reduzcan gastos para ser rentables
Íñigo de Barrón
Madrid, El País
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha descartado que su política de tipos cero esté alimentando "burbujas de crédito" en la zona euro, aunque ha admitido la necesidad de prestar atención a aquellos países donde el mercado inmobiliario cobra mayor impulso. El jefe del BCE defendió su política monetaria frente a las críticas de los bancos que dicen que frena su rentabilidad. Draghi les reclamó una reducción de gastos porque, dijo, no han mejorado la eficiencia desde 2010 y que es peor que la de sus competidores internacionales.
Los banqueros afirman que los bajos tipos de interés hunden su rentabilidad y alejan a los inversores, por lo que sus acciones apenas se revalorizan. Ayer, desde la sede del Banco de España, el jefe de la supervisión les pidió que eleven la rentabilidad vía reducción de costes, reforzando así el discurso del gobernador, Luis Linde. Tras su conferencia, no hubo lugar a preguntas de la prensa en un momento en el que la crisis del Popular planea sobre el supervisor.
“Hay un amplio margen para gran parte del sector financiero de mejorar la rentabilidad incrementando los esfuerzos para ganar eficiencia mediante recortes de costes”, declaró Draghi durante su intervención en la Conferencia de Estabilidad Financiera, organizado por el Banco de España, donde apuntó que las entidades europeas están en una posición “desfavorable” respecto a sus competidores internacionales.
Además de los bancos, los grandes fondos de pensiones y aseguradoras (así como los ahorradores alemanes) se quejan de la baja rentabilidad de los bonos europeos por la política del BCE. Draghi también abordó este asunto en su conferencia en Madrid. “¿Qué pasa con los efectos sobre los inversores institucionales? En los últimos años algunos inversores institucionales, incluidas las compañías de seguros, los fondos de pensiones y los fondos de inversión, han cambiado su asignación de activos de títulos de deuda más altos a menos calificados. Tales desarrollos necesitan ser monitoreados de cerca. Para mitigar sus riesgos, estas instituciones pueden tener que adaptar sus modelos de negocio reduciendo su dependencia de la rentabilidad garantizada”.
De forma genérica, Draghi insistió en que “el entorno macroeconómico está mejorando. Las medidas de política monetaria han demostrado ser eficaces para mantener una recuperación resiliente, cada vez más amplia en todos los países y sectores. Esta recuperación, a su vez, contribuye a una mayor resiliencia del sector financiero”.
Ante las quejas de los bancos, Draghi enumeró las ventajas que tienen los bajos tipos, algo que las entidades no comentan. “Reducen los costes de la deuda de los hogares y de las empresas. Además, al sostener la recuperación y el consecuente menor desempleo, reducen la probabilidad de impago, lo que a su vez apoya la rentabilidad de los bancos”.
Bajar la guardia
Por último, apuntó que los bancos acceden a la financiación del Eurosistema para dar créditos a tasas muy bajas. No obstante, reconoció que siguen atentos a los banqueros por si bajan la guardia “en la toma de riesgos en los préstamos bancarios, el impacto en la rentabilidad de los bancos y en los inversores institucionales”.
Por otro lado, el banquero italiano restó importancia a la posibilidad de que se estén formando burbujas de activos en la eurozona, aunque admitió que el mercado inmobiliario de varios países “está ganando impulso y es necesario vigilarlo de cerca”, pero no citó ejemplos. “En función de los riesgos asumidos por la banca, no veo evidencia de burbujas infladas por el crédito”, afirmó Draghi. Se referió a ellas como un asunto “especialmente preocupante; el desarrollo de las burbujas alimentadas por el crédito es especialmente perjudicial para la estabilidad, como la experiencia previa nos ha demostrado”.
Y recordó que en el último trimestre de 2016, los préstamos de la zona del euro para compra de vivienda subieron un 2,7% anual frente al 12% “del período previo a la crisis”. Según sus cálculos, los precios inmobiliarios de la zona euro crecieron un 3,8% anual a final del 2016, una ratio menor que en algunas ciudades españolas, como Madrid o Barcelona.
Íñigo de Barrón
Madrid, El País
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha descartado que su política de tipos cero esté alimentando "burbujas de crédito" en la zona euro, aunque ha admitido la necesidad de prestar atención a aquellos países donde el mercado inmobiliario cobra mayor impulso. El jefe del BCE defendió su política monetaria frente a las críticas de los bancos que dicen que frena su rentabilidad. Draghi les reclamó una reducción de gastos porque, dijo, no han mejorado la eficiencia desde 2010 y que es peor que la de sus competidores internacionales.
Los banqueros afirman que los bajos tipos de interés hunden su rentabilidad y alejan a los inversores, por lo que sus acciones apenas se revalorizan. Ayer, desde la sede del Banco de España, el jefe de la supervisión les pidió que eleven la rentabilidad vía reducción de costes, reforzando así el discurso del gobernador, Luis Linde. Tras su conferencia, no hubo lugar a preguntas de la prensa en un momento en el que la crisis del Popular planea sobre el supervisor.
“Hay un amplio margen para gran parte del sector financiero de mejorar la rentabilidad incrementando los esfuerzos para ganar eficiencia mediante recortes de costes”, declaró Draghi durante su intervención en la Conferencia de Estabilidad Financiera, organizado por el Banco de España, donde apuntó que las entidades europeas están en una posición “desfavorable” respecto a sus competidores internacionales.
Además de los bancos, los grandes fondos de pensiones y aseguradoras (así como los ahorradores alemanes) se quejan de la baja rentabilidad de los bonos europeos por la política del BCE. Draghi también abordó este asunto en su conferencia en Madrid. “¿Qué pasa con los efectos sobre los inversores institucionales? En los últimos años algunos inversores institucionales, incluidas las compañías de seguros, los fondos de pensiones y los fondos de inversión, han cambiado su asignación de activos de títulos de deuda más altos a menos calificados. Tales desarrollos necesitan ser monitoreados de cerca. Para mitigar sus riesgos, estas instituciones pueden tener que adaptar sus modelos de negocio reduciendo su dependencia de la rentabilidad garantizada”.
De forma genérica, Draghi insistió en que “el entorno macroeconómico está mejorando. Las medidas de política monetaria han demostrado ser eficaces para mantener una recuperación resiliente, cada vez más amplia en todos los países y sectores. Esta recuperación, a su vez, contribuye a una mayor resiliencia del sector financiero”.
Ante las quejas de los bancos, Draghi enumeró las ventajas que tienen los bajos tipos, algo que las entidades no comentan. “Reducen los costes de la deuda de los hogares y de las empresas. Además, al sostener la recuperación y el consecuente menor desempleo, reducen la probabilidad de impago, lo que a su vez apoya la rentabilidad de los bancos”.
Bajar la guardia
Por último, apuntó que los bancos acceden a la financiación del Eurosistema para dar créditos a tasas muy bajas. No obstante, reconoció que siguen atentos a los banqueros por si bajan la guardia “en la toma de riesgos en los préstamos bancarios, el impacto en la rentabilidad de los bancos y en los inversores institucionales”.
Por otro lado, el banquero italiano restó importancia a la posibilidad de que se estén formando burbujas de activos en la eurozona, aunque admitió que el mercado inmobiliario de varios países “está ganando impulso y es necesario vigilarlo de cerca”, pero no citó ejemplos. “En función de los riesgos asumidos por la banca, no veo evidencia de burbujas infladas por el crédito”, afirmó Draghi. Se referió a ellas como un asunto “especialmente preocupante; el desarrollo de las burbujas alimentadas por el crédito es especialmente perjudicial para la estabilidad, como la experiencia previa nos ha demostrado”.
Y recordó que en el último trimestre de 2016, los préstamos de la zona del euro para compra de vivienda subieron un 2,7% anual frente al 12% “del período previo a la crisis”. Según sus cálculos, los precios inmobiliarios de la zona euro crecieron un 3,8% anual a final del 2016, una ratio menor que en algunas ciudades españolas, como Madrid o Barcelona.