Muere apuñalada por un palestino una estudiante británica en Jerusalén
El ataque se produjo en un tranvía cerca de la Ciudad Vieja, repleta de turistas por las pascuas judía y cristiana
Juan Carlos Sanz
Jerusalén, El País
Una estudiante británica de 23 años ha muerto este viernes en Jerusalén acuchillada por un palestino cuando viajaba en un tranvía. El ataque se produjo cerca del recinto amurallado de la Ciudad Vieja, repleta de visitantes al coincidir este año la celebración de la pascua judía con la Semana Santa de los cristianos, tanto para católicos como para ortodoxos. En esos mismos momentos se estaba desarrollando en la Vía Dolorosa el tradicional viacrucis del Viernes Santo. La Ciudad Santa se había blindado con el despliegue de miles de policías ante el temor a un repunte de la ola de violencia que desde octubre de 2015 ha golpeado Tierra Santa.
La policía identificó a la víctima como Hannah Bladon, estudiante de la Universidad de Birmingham que cursaba un semestre de intercambio en la Universidad Hebrea de Jerusalén. El atacante había subido al tranvía en la cercana parada de la Puerta de Damasco, en la misma Línea Verde que separaba Jerusalén en una parte oriental árabe y otra occidental judía hasta la guerra de 1967. Se trata de uno de los principales accesos al recinto histórico y el más utilizados por los musulmanes para acudir al rezo del viernes en la mezquita de Al Aqsa, tercer lugar sagrado del islam.
Según el relato de testigos recogido por la prensa israelí, el agresor palestino apuñaló a la joven británica repetidas veces en el pecho con un gran cuchillo de cocina que llevaba en una mochila antes de ser reducido por una policía libre de servicio que viajaba también en el mismo medio de transporte público. Una mujer de 30 años embarazada y un hombre de 50 años sufrieron heridas leves a consecuencia del ataque.
Los servicios de seguridad interior israelíes, el Shin Bet, se apresuraron a identificar al agresor como Jamil Tamini, de 57 años, un residente en Jerusalén Este que había sido dado de alta recientemente de un hospital psiquiátrico, donde había intentado suicidarse tragando una cuchilla de afeitar. El Shin Bet también informó de que en 2011 fue condenado por haber abusado sexualmente de su hija. Los responsables policiales calificaron al atacante como un "perturbado mental grave". El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo por su parte que Jerusalén estaba siendo víctima del "terrorismo islámico extremista", al igual que otras ciudades, y aseguró, sin dar más precisiones, que los servicios de seguridad habían frustrado "varios intentos de atentado en los últimos días".
Ante la prevista llegada de más de 150.000 visitantes, la policía había redoblado la vigilancia en el centro de Jerusalén, y en especial en la Ciudad Vieja, donde en poco más de un kilómetro cuadrado se agolpan fieles, peregrinos y turistas en actos religiosos masivos. El Gobierno de Israel había decretado durante toda la semana de pascua el cierre de los territorios ocupados por razones de seguridad. Para los 50.000 cristianos palestinos se han otorgado este año unos 15.000 permisos especiales durante la Semana Santa de entrada en Jerusalén desde Cisjordania y unos 500 desde Gaza.
Desde el pasado día 1 no se habían registrado ataques palestinos en Jerusalén. Ese domingo, un joven apuñaló a dos religiosos ortodoxos judíos y a un policía israelí antes de ser abatido a tiros por otros agentes. Todos los visitantes que se encontraban a esa hora en la Ciudad Vieja quedaron atrapados intramuros después de que la policía cortara los accesos. A partir del1 de octubre de 2015 han muerto en acciones violentas –acuchillados o arrollados por un vehículo, y en unos pocos casos por disparos de armas de fuego– 41 israelíes y 6 extranjeros. La violencia también se ha cobrado la vida de 260 palestinos, 162 de los cuales fueron abatidos por las fuerzas de seguridad israelíes al ser considerados atacantes.
Juan Carlos Sanz
Jerusalén, El País
Una estudiante británica de 23 años ha muerto este viernes en Jerusalén acuchillada por un palestino cuando viajaba en un tranvía. El ataque se produjo cerca del recinto amurallado de la Ciudad Vieja, repleta de visitantes al coincidir este año la celebración de la pascua judía con la Semana Santa de los cristianos, tanto para católicos como para ortodoxos. En esos mismos momentos se estaba desarrollando en la Vía Dolorosa el tradicional viacrucis del Viernes Santo. La Ciudad Santa se había blindado con el despliegue de miles de policías ante el temor a un repunte de la ola de violencia que desde octubre de 2015 ha golpeado Tierra Santa.
La policía identificó a la víctima como Hannah Bladon, estudiante de la Universidad de Birmingham que cursaba un semestre de intercambio en la Universidad Hebrea de Jerusalén. El atacante había subido al tranvía en la cercana parada de la Puerta de Damasco, en la misma Línea Verde que separaba Jerusalén en una parte oriental árabe y otra occidental judía hasta la guerra de 1967. Se trata de uno de los principales accesos al recinto histórico y el más utilizados por los musulmanes para acudir al rezo del viernes en la mezquita de Al Aqsa, tercer lugar sagrado del islam.
Según el relato de testigos recogido por la prensa israelí, el agresor palestino apuñaló a la joven británica repetidas veces en el pecho con un gran cuchillo de cocina que llevaba en una mochila antes de ser reducido por una policía libre de servicio que viajaba también en el mismo medio de transporte público. Una mujer de 30 años embarazada y un hombre de 50 años sufrieron heridas leves a consecuencia del ataque.
Los servicios de seguridad interior israelíes, el Shin Bet, se apresuraron a identificar al agresor como Jamil Tamini, de 57 años, un residente en Jerusalén Este que había sido dado de alta recientemente de un hospital psiquiátrico, donde había intentado suicidarse tragando una cuchilla de afeitar. El Shin Bet también informó de que en 2011 fue condenado por haber abusado sexualmente de su hija. Los responsables policiales calificaron al atacante como un "perturbado mental grave". El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo por su parte que Jerusalén estaba siendo víctima del "terrorismo islámico extremista", al igual que otras ciudades, y aseguró, sin dar más precisiones, que los servicios de seguridad habían frustrado "varios intentos de atentado en los últimos días".
Ante la prevista llegada de más de 150.000 visitantes, la policía había redoblado la vigilancia en el centro de Jerusalén, y en especial en la Ciudad Vieja, donde en poco más de un kilómetro cuadrado se agolpan fieles, peregrinos y turistas en actos religiosos masivos. El Gobierno de Israel había decretado durante toda la semana de pascua el cierre de los territorios ocupados por razones de seguridad. Para los 50.000 cristianos palestinos se han otorgado este año unos 15.000 permisos especiales durante la Semana Santa de entrada en Jerusalén desde Cisjordania y unos 500 desde Gaza.
Desde el pasado día 1 no se habían registrado ataques palestinos en Jerusalén. Ese domingo, un joven apuñaló a dos religiosos ortodoxos judíos y a un policía israelí antes de ser abatido a tiros por otros agentes. Todos los visitantes que se encontraban a esa hora en la Ciudad Vieja quedaron atrapados intramuros después de que la policía cortara los accesos. A partir del1 de octubre de 2015 han muerto en acciones violentas –acuchillados o arrollados por un vehículo, y en unos pocos casos por disparos de armas de fuego– 41 israelíes y 6 extranjeros. La violencia también se ha cobrado la vida de 260 palestinos, 162 de los cuales fueron abatidos por las fuerzas de seguridad israelíes al ser considerados atacantes.