May se muestra inflexible ante el divorcio de la UE
La primera ministra británica evita aceptar los plazos de la UE y asegura: "No estoy en una galaxia paralela”
Pablo Guimón
Londres, El País
La primera ministra británica insiste en que salir de la Unión Europea (UE) sin un acuerdo que regule la relación futura sería mejor que hacerlo con un acuerdo malo. “Así lo creo, no lo hubiera dicho si no lo creyera”, ha reiterado Theresa May este domingo por la mañana, en una entrevista en televisión, horas después de que los Veintisiete endurecieran su postura al aprobar en una cumbre en Bruselas sus prioridades en la negociación del Brexit.
La opción de concluir sin acuerdo el plazo de dos años para las negociaciones, que empezó a correr el pasado 29 de marzo, preocupa al mundo empresarial, que teme el perjuicio que supondría para la economía británica pasar de un día para otro del mercado único a las normas de la Organización Mundial del Comercio. A dos días de que comience oficialmente la campaña para las elecciones anticipadas del próximo 8 de junio, May ha insistido en que confía en conseguir “un acuerdo que beneficie a Reino Unido” si las urnas le proporcionan una sólida mayoría parlamentaria que refuerce su posición negociadora en Europa.
Los líderes de los otros 27 Estados miembros, que realizaron una insólita exhibición de unidad el sábado en Bruselas, dejaron claro que solo negociarán la futura relación comercial con Reino Unido una vez se hayan producido “avances suficientes” en una serie de temas previos: la factura económica del divorcio, el futuro de la frontera en Irlanda del Norte y la garantía de los derechos de los nacionales europeos residentes en suelo británico. Según publicaba este domingo The Sunday Times, dos días antes de la cumbre Theresa May pidió a Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, y a Michael Barnier, jefe negociador de los Veintisiete, un “boceto detallado” del futuro acuerdo comercial antes de que Reino Unido acordara ningún pago a la UE. A lo que diplomáticos europeos citados por el dominical reaccionaron diciendo que May parecía estar “en una galaxia paralela”.
"No estoy en otra galaxia", ha respondido May durante su entrevista en la BBC. "Sin embargo, creo que estos comentarios y otros que nos han llegado de los dirigentes europeos muestran que habrá momentos en los que las negociaciones serán difíciles”, ha añadido antes de mostrarse dispuesta a abandonar las conversaciones en el momento en que las exigencias de Bruselas le resulten inaceptables.
"Es mejor no tener acuerdo que un mal acuerdo, como he dicho otras tantas veces", ha declarado May en el programa de Andrew Marr de la cadena pública británica. "Me parece, sin embargo, que hay buena voluntad por ambas partes”.
May no ha querido aclarar si acepta que, como dijo el sábado la Comisión, el acuerdo pecuniario de la separación deberá quedar encauzado antes de empezar a negociar el futuro acuerdo comercial bilateral. “Los líderes europeos tienen muy claro que quieren empezar las negociaciones por el dinero", ha dicho en la ITV. "Lo que yo sé también es que, al final de estas negociaciones, debemos tener claro no solo el arreglo para la salida, sino además cuál será nuestra futura relación”.
A punto de comenzar la campaña para unas elecciones que May propuso para tratar de reforzar su frágil mayoría parlamentaria aprovechando la crisis de los laboristas, las últimas encuestas siguen dando a los conservadores una cómoda victoria. Pero indican que la ventaja se está reduciendo.
Pablo Guimón
Londres, El País
La primera ministra británica insiste en que salir de la Unión Europea (UE) sin un acuerdo que regule la relación futura sería mejor que hacerlo con un acuerdo malo. “Así lo creo, no lo hubiera dicho si no lo creyera”, ha reiterado Theresa May este domingo por la mañana, en una entrevista en televisión, horas después de que los Veintisiete endurecieran su postura al aprobar en una cumbre en Bruselas sus prioridades en la negociación del Brexit.
La opción de concluir sin acuerdo el plazo de dos años para las negociaciones, que empezó a correr el pasado 29 de marzo, preocupa al mundo empresarial, que teme el perjuicio que supondría para la economía británica pasar de un día para otro del mercado único a las normas de la Organización Mundial del Comercio. A dos días de que comience oficialmente la campaña para las elecciones anticipadas del próximo 8 de junio, May ha insistido en que confía en conseguir “un acuerdo que beneficie a Reino Unido” si las urnas le proporcionan una sólida mayoría parlamentaria que refuerce su posición negociadora en Europa.
Los líderes de los otros 27 Estados miembros, que realizaron una insólita exhibición de unidad el sábado en Bruselas, dejaron claro que solo negociarán la futura relación comercial con Reino Unido una vez se hayan producido “avances suficientes” en una serie de temas previos: la factura económica del divorcio, el futuro de la frontera en Irlanda del Norte y la garantía de los derechos de los nacionales europeos residentes en suelo británico. Según publicaba este domingo The Sunday Times, dos días antes de la cumbre Theresa May pidió a Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, y a Michael Barnier, jefe negociador de los Veintisiete, un “boceto detallado” del futuro acuerdo comercial antes de que Reino Unido acordara ningún pago a la UE. A lo que diplomáticos europeos citados por el dominical reaccionaron diciendo que May parecía estar “en una galaxia paralela”.
"No estoy en otra galaxia", ha respondido May durante su entrevista en la BBC. "Sin embargo, creo que estos comentarios y otros que nos han llegado de los dirigentes europeos muestran que habrá momentos en los que las negociaciones serán difíciles”, ha añadido antes de mostrarse dispuesta a abandonar las conversaciones en el momento en que las exigencias de Bruselas le resulten inaceptables.
"Es mejor no tener acuerdo que un mal acuerdo, como he dicho otras tantas veces", ha declarado May en el programa de Andrew Marr de la cadena pública británica. "Me parece, sin embargo, que hay buena voluntad por ambas partes”.
May no ha querido aclarar si acepta que, como dijo el sábado la Comisión, el acuerdo pecuniario de la separación deberá quedar encauzado antes de empezar a negociar el futuro acuerdo comercial bilateral. “Los líderes europeos tienen muy claro que quieren empezar las negociaciones por el dinero", ha dicho en la ITV. "Lo que yo sé también es que, al final de estas negociaciones, debemos tener claro no solo el arreglo para la salida, sino además cuál será nuestra futura relación”.
A punto de comenzar la campaña para unas elecciones que May propuso para tratar de reforzar su frágil mayoría parlamentaria aprovechando la crisis de los laboristas, las últimas encuestas siguen dando a los conservadores una cómoda victoria. Pero indican que la ventaja se está reduciendo.