El Barça ya sabe que Valverde no les esperará y estudia propuestas
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Ernesto Valverde es uno de los tres candidatos a sentarse en el banquillo del Barcelona la próxima temporada. “Eusebio Sacristán, que perdió bastante fuerza y Juan Carlos Unzué (segundo ahora de Luis Enrique) son las otras dos”, confirma una fuente solvente del Barça a AS. El técnico extremeño parece convencido de no seguir su aventura en el Athletic Club, aunque le restan por concretar una serie de charlas con el presidente del conjunto vizcaíno, Josu Urrutia. Con todo, en el Barça se ve con muy buenos ojos esa opción, aunque no es unánime dentro de la junta presidida por Josep María Bartomeu.
Valverde tiene muy buen cartel en el mundo del fútbol. Tanto que propuestas parecen no faltarle. Esta no será la primera vez que el Barça trate de ficharlo, aunque Ernesto, siempre con mucha personalidad, no esperará hasta que se decidan; él tiene una idea y con ella irá hasta el final. Si antes de la llamada definitiva del Barça aparece otra opción mejor, la aceptará.
El estilo del técnico
Los resultados y la manera cómo se expresan los equipos de Valverde durante estos años le avalan (sólo en Villarreal el tiro le salió mal, aunque hubo gente que entonces trabajaba en el club castellonense que no le pusieron las cosas nada sencillas). En San Mamés, el Olímpico de Montjuïc (Espanyol), Mestalla (Valencia) o en el Olympiakos hizo un gran trabajo. Fue perfeccionando su libreto hasta el punto que la puesta en escena es cada vez mejor y realmente interesante.
Las otras dos opciones tienen también sus apoyos. Tal y como informó este diario el pasado 18 de noviembre, Unzué siempre fue el plan B. Creen en la Junta azulgrana que el continuismo es interesante y que el entrenador navarro conoce al dedillo al vestuario. Cree tener controladas a las estrellas y que los cracks del equipo le ayudarían a hacer firme su paso por el banquillo culé. No todos los directivos opinan de la misma manera, por lo que ver cómo queda la recolección de títulos a final de temporada puede acabar siendo determinante “aunque realmente no será así”, indican desde las oficinas del Camp Nou.
