El Asad dice que el ataque químico fue un montaje que propició el bombardeo de EE UU
El presidente sirio asegura que la potencia de fuego de sus fuerzas armadas no se ha visto afectada
Juan Carlos Sanz
Jerusalén, El País
En sus primeras declaraciones públicas tras el ataque químico que causó la muerte de 87 personas el pasado día 4 en una población rebelde del norte de Siria, el presidente Bachar el Asad ha afirmado que se trató de un montaje que propició el bombardeo con misiles de Estados Unidos contra una base aérea cuatro días después. El líder del régimen de Damasco asegura en una entrevista difundida este jueves por la agencia France Presse que la potencia de fuego de sus fuerzas armadas no se ha visto mermada por el lanzamiento de misiles ordenado por el presidente Donald Trump, en la primera intervención militar directa norteamericana en más de seis años de guerra. El Pentágono sostiene, sin embargo, que el 20% de la aviación de combate siria quedó destruida por los misiles Tomahawk en la base de Al Shayrat.
El Asad admite en las declaraciones a la agencia francesa que sus instalaciones militares pueden sufrir nuevos bombardeos, y proclama que entregó todo su arsenal de armas químicas para que fuera destruido en 2013, después del ataque químico que causó más de un millar de muertos en un bastión insurgente de la provincia de Damasco. El desarme químico fue forzado entonces conjuntamente por Washington y Moscú.
“Para nosotros, se trata de un montaje al 100%. Tenemos la impresión de que Occidente, y sobre todo EE UU, está trabajando codo con codo con los terroristas [término que el Gobierno utiliza para referirse a la oposición]”, declara el presidente sirio, que sucedió en el poder a su padre, Hafez el Asad, hace 17 años. “Se inventaron toda la historia para poder tener un pretexto para el ataque”, alega en la entrevista, antes de apuntar hacia “una filial de Al Qaeda” como responsable del supuesto montaje. EE UU considera al Gobierno de Damasco responsable directo del ataque químico de la semana pasada, el segundo más mortífero del conflicto civil en el país árabe, y sospecha también que Rusia pudo llegar a encubrir a su aliado.
El presidente sirio argumenta en la entrevista que no tenía ningún sentido militar lanzar un ataque contra la ciudad de Jan Sheijun, en la provincia rebelde de Idlib, ya que carece de valor estratégico por estar situada lejos del frente de combates. “La historia no es convincente en absoluto”, asegura. “Ya no tenemos armas químicas, pero si las hubiésemos tenido no las habríamos usado”. La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, dependiente de la ONU, ha acusado al régimen de haber utilizado gas de cloro al menos en dos ocasiones entre 2014 y 2015. El Asad advierte también de que solo aceptará la presencia de una comisión investigación internacional en Siria “si participan en ella países que sean imparciales”.
Poco antes de que se difundiera la entrevista, el Ejército sirio había informado de que un ataque aéreo de la coalición internacional encabezada por EE UU había causado el miércoles centenares de muertos en la localidad de Halala, en la provincia de Deir al Zur (noreste del país árabe), al impactar varias bombas contra un almacén de armas químicas del Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés) y desatarse un gran incendio. La agencia estatal SANA, que difundió la información, no la acompañó de imágenes o vídeos de los hechos.
Un portavoz estadounidense de la coalición anti-yihadista negó este jueves que se hubiese llevado a cabo un ataque contra depósitos de armas del Estado Islámico ISIS en esa zona. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, ONG que cuenta con informadores sobre el terreno y que dio cuenta del ataque del pasado día 4 en Jan Sheijun, dijo no tener constancia de que se hubieran producido bombardeos en Halala.
Juan Carlos Sanz
Jerusalén, El País
En sus primeras declaraciones públicas tras el ataque químico que causó la muerte de 87 personas el pasado día 4 en una población rebelde del norte de Siria, el presidente Bachar el Asad ha afirmado que se trató de un montaje que propició el bombardeo con misiles de Estados Unidos contra una base aérea cuatro días después. El líder del régimen de Damasco asegura en una entrevista difundida este jueves por la agencia France Presse que la potencia de fuego de sus fuerzas armadas no se ha visto mermada por el lanzamiento de misiles ordenado por el presidente Donald Trump, en la primera intervención militar directa norteamericana en más de seis años de guerra. El Pentágono sostiene, sin embargo, que el 20% de la aviación de combate siria quedó destruida por los misiles Tomahawk en la base de Al Shayrat.
El Asad admite en las declaraciones a la agencia francesa que sus instalaciones militares pueden sufrir nuevos bombardeos, y proclama que entregó todo su arsenal de armas químicas para que fuera destruido en 2013, después del ataque químico que causó más de un millar de muertos en un bastión insurgente de la provincia de Damasco. El desarme químico fue forzado entonces conjuntamente por Washington y Moscú.
“Para nosotros, se trata de un montaje al 100%. Tenemos la impresión de que Occidente, y sobre todo EE UU, está trabajando codo con codo con los terroristas [término que el Gobierno utiliza para referirse a la oposición]”, declara el presidente sirio, que sucedió en el poder a su padre, Hafez el Asad, hace 17 años. “Se inventaron toda la historia para poder tener un pretexto para el ataque”, alega en la entrevista, antes de apuntar hacia “una filial de Al Qaeda” como responsable del supuesto montaje. EE UU considera al Gobierno de Damasco responsable directo del ataque químico de la semana pasada, el segundo más mortífero del conflicto civil en el país árabe, y sospecha también que Rusia pudo llegar a encubrir a su aliado.
El presidente sirio argumenta en la entrevista que no tenía ningún sentido militar lanzar un ataque contra la ciudad de Jan Sheijun, en la provincia rebelde de Idlib, ya que carece de valor estratégico por estar situada lejos del frente de combates. “La historia no es convincente en absoluto”, asegura. “Ya no tenemos armas químicas, pero si las hubiésemos tenido no las habríamos usado”. La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, dependiente de la ONU, ha acusado al régimen de haber utilizado gas de cloro al menos en dos ocasiones entre 2014 y 2015. El Asad advierte también de que solo aceptará la presencia de una comisión investigación internacional en Siria “si participan en ella países que sean imparciales”.
Poco antes de que se difundiera la entrevista, el Ejército sirio había informado de que un ataque aéreo de la coalición internacional encabezada por EE UU había causado el miércoles centenares de muertos en la localidad de Halala, en la provincia de Deir al Zur (noreste del país árabe), al impactar varias bombas contra un almacén de armas químicas del Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés) y desatarse un gran incendio. La agencia estatal SANA, que difundió la información, no la acompañó de imágenes o vídeos de los hechos.
Un portavoz estadounidense de la coalición anti-yihadista negó este jueves que se hubiese llevado a cabo un ataque contra depósitos de armas del Estado Islámico ISIS en esa zona. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, ONG que cuenta con informadores sobre el terreno y que dio cuenta del ataque del pasado día 4 en Jan Sheijun, dijo no tener constancia de que se hubieran producido bombardeos en Halala.