Trump invita al líder palestino, Mahmud Abbas, a la Casa Blanca
El estadounidense, que ha enfriado el compromiso de un estado palestino, habla con Abbas por teléfono por primera vez desde que es presidente
Amanda Mars
Nueva York, El País
La nueva Administración estadounidense ha mostrado un giro en su política hacia el conflicto israelí, desligándose, para empezar, del compromiso de apoyar la creación de un estado palestino. Pero habrá foto con su presidente, Mahmud Abbas, a la entrada de la Casa Blanca. Donald Trump ha invitado al líder palestino a una visita a Washington “muy pronto”, según Nabil Abu Rdainah, portavoz de Abbas citado por Reuters este viernes, tras una conversación telefónica entre ambos mandatarios.
Fue la primera charla desde que el empresario neoyorquino asumió la presidencia de Estados Unidos. El cambio de sensibilidad del republicano hacia Oriente Medio se percibió desde el principio, con ideas como el polémico traslado de la Embajada a Jerusalén (que significaría reconocer a la ciudad como capital, pero de lo que no ha vuelto a hablar) o la defensa que llegó a hacer de nuevos asentamientos de Cisjordania. Y aunque luego rebajó el tono, en su reunión de mediados de febrero con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, también marcó distancias de la llamada solución de dos estados: "Un Estado o dos Estados. Aceptaré lo que acuerden", dijo Trump, poniéndose a un lado en el proceso.
Así que no está claro que de ese próximo encuentro con Abbas salga algo más que eso, una foto. De momento, el portavoz del líder palestino dijo que la cita convocada por Trump serviría para “hablar sobre los modos de reanudar el proceso político y resaltar su compromiso con un proceso de paz que lleve a una paz real entre israelíes y palestinos”. El presidente palestino, por su parte, expresó al estadounidense su “compromiso por la paz” así como su opción estratégica de “establecer un estado palestino junto con el israelí”.
Trump, hereda, en todo caso, un conflicto enquistado. Poco después de la visita a Washington, salió a la luz que Netanyahu había rechazado un año antes, en una cumbre secreta en Jordania, un plan regional de paz que incluía el reconocimiento de Israel como Estado judío y la reanudación de las negociaciones con los con apoyo de países árabes aliados de EE UU.
Amanda Mars
Nueva York, El País
La nueva Administración estadounidense ha mostrado un giro en su política hacia el conflicto israelí, desligándose, para empezar, del compromiso de apoyar la creación de un estado palestino. Pero habrá foto con su presidente, Mahmud Abbas, a la entrada de la Casa Blanca. Donald Trump ha invitado al líder palestino a una visita a Washington “muy pronto”, según Nabil Abu Rdainah, portavoz de Abbas citado por Reuters este viernes, tras una conversación telefónica entre ambos mandatarios.
Fue la primera charla desde que el empresario neoyorquino asumió la presidencia de Estados Unidos. El cambio de sensibilidad del republicano hacia Oriente Medio se percibió desde el principio, con ideas como el polémico traslado de la Embajada a Jerusalén (que significaría reconocer a la ciudad como capital, pero de lo que no ha vuelto a hablar) o la defensa que llegó a hacer de nuevos asentamientos de Cisjordania. Y aunque luego rebajó el tono, en su reunión de mediados de febrero con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, también marcó distancias de la llamada solución de dos estados: "Un Estado o dos Estados. Aceptaré lo que acuerden", dijo Trump, poniéndose a un lado en el proceso.
Así que no está claro que de ese próximo encuentro con Abbas salga algo más que eso, una foto. De momento, el portavoz del líder palestino dijo que la cita convocada por Trump serviría para “hablar sobre los modos de reanudar el proceso político y resaltar su compromiso con un proceso de paz que lleve a una paz real entre israelíes y palestinos”. El presidente palestino, por su parte, expresó al estadounidense su “compromiso por la paz” así como su opción estratégica de “establecer un estado palestino junto con el israelí”.
Trump, hereda, en todo caso, un conflicto enquistado. Poco después de la visita a Washington, salió a la luz que Netanyahu había rechazado un año antes, en una cumbre secreta en Jordania, un plan regional de paz que incluía el reconocimiento de Israel como Estado judío y la reanudación de las negociaciones con los con apoyo de países árabes aliados de EE UU.