Dirigentes argentinos molestos por las declaraciones de Bauza
Los dirigentes están indignados pero, salvo una catástrofe, Edgardo Bauza no corre riesgo
Clarín
El relato "B" generó sorpresa e indignación, casi en simultáneo con la disconformidad que existe respecto al juego del equipo. No habían pasado unos minutos del desenlace del partido, un triunfo necesario pero sufrido ante Chile, y ya estallaba el grupo de Whatsapp de los dirigentes. Los 10 puntos con los que calificó Edgardo Bauza la actuación de la Selección, el jueves, encendieron las alarmas en Viamonte. Ni siquiera Armando Pérez compartió las declaraciones del Patón. Pero el presidente de la Comisión Normalizadora, el que eligió al entrenador de 59 años después de un casting sábana, ya está cerrando su trabajo al frente de la AFA. Ahora será el turno de Claudio Tapia, quien heredará el histórico sillón de Julio Grondona. Y aunque el titular de Barracas Central tampoco está de acuerdo con los dichos del estratega rosarino, y mucho menos está contento con el rendimiento de Argentina, lo sostendrá en el cargo.
¿Y qué pasará si la Selección tiene un tropezón en La Paz? Todas las fuentes consultadas por Clarín afirmaron que el puesto del Patón no corre peligro "salvo una castástrofe". ¿Y por qué hay que preguntarse por la continuidad de Bauza cuando quedan cinco partidos en juego y se está cumpliendo con el objetivo de la clasificación? Porque a partir de la asunción del nuevo Comité Ejecutivo se hará una evaluación de todos los contratos: desde la gerencia, pasando por los árbitros y hasta los seleccionados juveniles. Y si bien Chiqui prefiere otro entrenador en la Mayor, no harán movimientos bruscos. Incluso, a pesar de que en su momento Bauza haya dicho que Marcelo Tinelli era el candidato ideal para la presidencia de la AFA y de que haya movido de la estructura de la Selección a gente que respondía a Tapia. Con estilo grondonista, la premisa es respetar los ciclos de los entrenadores. Eso sí, está muy preocupado.
"No puede ser que diga que el equipo fue brillante cuando no pasó la mitad de la cancha en el segundo tiempo". "Le está tomando el pelo a la gente; no juega a nada". "Si no era por el ayudín del árbitro, no ganábamos". Las frases se escucharon de los labios de los dirigentes, que suelen funcionar en sus propios clubes al galope de los resultados. Y si el único proyecto es ganar en el campeonato local, la Selección no es la excepción. Esta vez, sin embargo, el sabor fue amargo, más allá de los tres puntos que dejaron a la celeste y blanca adentro del Mundial y a los chilenos, en zona de repechaje. No obstante, la ficción que el Patón expuso ante la prensa provocó un fuerte ruido interno.
"Bauza sabe que Argentina jugó mal. Lo que dijo lo hizo para desviar el foco de la atención, para que no sacudan a los jugadores y sea el técnico el que acapare todas las críticas", le dijo a Clarín una persona del entorno del entrenador. ¿El Patón no tomó la dimensión de sus declaraciones? ¿Se inmoló por el grupo Aquellos que creían que el campeón de la Copa Libertadores con San Lorenzo y Liga de Quito iba a encarar una profunda renovación de futbolistas se equivocaron. Bauza, como bien dijo en la conferencia de prensa previo al duelo con Chile, está "a muerte con los jugadores". Recién ayer convocó a Iván Marcone, toda una novedad para su ciclo. Lucas Alario, Julio Buffarini, Emmanuel Mas y Lucas Pratto son otros de los futbolistas que llegaron de su mano a la Selección. Después, más de lo mismo. Mauro Icardi, acaso uno de los mejores "9" del mundo, sigue afuera y Ezequiel Lavezzi, quien este mes volvió a jugar en la Superliga china después de nueve meses, adentro. No hay aires de cambio. El técnico, aunque lo niegue públicamente, está condicionado. Y el equipo, con las caritas de siempre, juega mal. Partido, con un mediocampo que apuesta a la pelota larga y un ataque librado a la inspiración de Lionel Messi o alguna de sus individualidades, está lejos de la sensación de campeón del mundo que motoriza Bauza.
Los futbolistas no están exentos. A fin de cuentas, son los que definen dentro de la cancha. El silenzio stampa genera malestar porque los sponsors se visualizan a través de las entrevistas. "Y es una mala imagen que el plantel esté peleado con la prensa", se quejan en Viamonte. En ese sentido, Tinelli podría ser la llave para destrabar el conflicto. Dispuesto a colaborar con su nuevo rol en la Comisión de Selecciones Nacionales, intentará recomponer la armonía. ¿Lo dejará Diego Maradona? La misión del vice de San Lorenzo es explotar comercialmente a la celeste y blanca. Con Bauza, a quien conoce de su exitoso paso por el Ciclón. Le pese a quien le pese. Incluso, aunque hasta el showman esté tan asombrado como el resto de los dirigentes con el disparatado discurso del Patón que pareció una jodita de Videomatch.
El relato "B" generó sorpresa e indignación, casi en simultáneo con la disconformidad que existe respecto al juego del equipo. No habían pasado unos minutos del desenlace del partido, un triunfo necesario pero sufrido ante Chile, y ya estallaba el grupo de Whatsapp de los dirigentes. Los 10 puntos con los que calificó Edgardo Bauza la actuación de la Selección, el jueves, encendieron las alarmas en Viamonte. Ni siquiera Armando Pérez compartió las declaraciones del Patón. Pero el presidente de la Comisión Normalizadora, el que eligió al entrenador de 59 años después de un casting sábana, ya está cerrando su trabajo al frente de la AFA. Ahora será el turno de Claudio Tapia, quien heredará el histórico sillón de Julio Grondona. Y aunque el titular de Barracas Central tampoco está de acuerdo con los dichos del estratega rosarino, y mucho menos está contento con el rendimiento de Argentina, lo sostendrá en el cargo.
¿Y qué pasará si la Selección tiene un tropezón en La Paz? Todas las fuentes consultadas por Clarín afirmaron que el puesto del Patón no corre peligro "salvo una castástrofe". ¿Y por qué hay que preguntarse por la continuidad de Bauza cuando quedan cinco partidos en juego y se está cumpliendo con el objetivo de la clasificación? Porque a partir de la asunción del nuevo Comité Ejecutivo se hará una evaluación de todos los contratos: desde la gerencia, pasando por los árbitros y hasta los seleccionados juveniles. Y si bien Chiqui prefiere otro entrenador en la Mayor, no harán movimientos bruscos. Incluso, a pesar de que en su momento Bauza haya dicho que Marcelo Tinelli era el candidato ideal para la presidencia de la AFA y de que haya movido de la estructura de la Selección a gente que respondía a Tapia. Con estilo grondonista, la premisa es respetar los ciclos de los entrenadores. Eso sí, está muy preocupado.
"No puede ser que diga que el equipo fue brillante cuando no pasó la mitad de la cancha en el segundo tiempo". "Le está tomando el pelo a la gente; no juega a nada". "Si no era por el ayudín del árbitro, no ganábamos". Las frases se escucharon de los labios de los dirigentes, que suelen funcionar en sus propios clubes al galope de los resultados. Y si el único proyecto es ganar en el campeonato local, la Selección no es la excepción. Esta vez, sin embargo, el sabor fue amargo, más allá de los tres puntos que dejaron a la celeste y blanca adentro del Mundial y a los chilenos, en zona de repechaje. No obstante, la ficción que el Patón expuso ante la prensa provocó un fuerte ruido interno.
"Bauza sabe que Argentina jugó mal. Lo que dijo lo hizo para desviar el foco de la atención, para que no sacudan a los jugadores y sea el técnico el que acapare todas las críticas", le dijo a Clarín una persona del entorno del entrenador. ¿El Patón no tomó la dimensión de sus declaraciones? ¿Se inmoló por el grupo Aquellos que creían que el campeón de la Copa Libertadores con San Lorenzo y Liga de Quito iba a encarar una profunda renovación de futbolistas se equivocaron. Bauza, como bien dijo en la conferencia de prensa previo al duelo con Chile, está "a muerte con los jugadores". Recién ayer convocó a Iván Marcone, toda una novedad para su ciclo. Lucas Alario, Julio Buffarini, Emmanuel Mas y Lucas Pratto son otros de los futbolistas que llegaron de su mano a la Selección. Después, más de lo mismo. Mauro Icardi, acaso uno de los mejores "9" del mundo, sigue afuera y Ezequiel Lavezzi, quien este mes volvió a jugar en la Superliga china después de nueve meses, adentro. No hay aires de cambio. El técnico, aunque lo niegue públicamente, está condicionado. Y el equipo, con las caritas de siempre, juega mal. Partido, con un mediocampo que apuesta a la pelota larga y un ataque librado a la inspiración de Lionel Messi o alguna de sus individualidades, está lejos de la sensación de campeón del mundo que motoriza Bauza.
Los futbolistas no están exentos. A fin de cuentas, son los que definen dentro de la cancha. El silenzio stampa genera malestar porque los sponsors se visualizan a través de las entrevistas. "Y es una mala imagen que el plantel esté peleado con la prensa", se quejan en Viamonte. En ese sentido, Tinelli podría ser la llave para destrabar el conflicto. Dispuesto a colaborar con su nuevo rol en la Comisión de Selecciones Nacionales, intentará recomponer la armonía. ¿Lo dejará Diego Maradona? La misión del vice de San Lorenzo es explotar comercialmente a la celeste y blanca. Con Bauza, a quien conoce de su exitoso paso por el Ciclón. Le pese a quien le pese. Incluso, aunque hasta el showman esté tan asombrado como el resto de los dirigentes con el disparatado discurso del Patón que pareció una jodita de Videomatch.
