Los seis atentados islamistas que Alemania ocultó (según Trump)
El presidente de EE UU denuncia el silencio sobre ataques que acaparon la atención de los medios o que aún no han sido aclarados
Luis Doncel
Berlín, El País
Una vez más, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, muestra una relación conflictiva con los hechos contrastados. “Está ocurriendo por toda Europa. Hemos llegado a un punto en el que ya ni se informa [... ]. Y, en muchos casos, la muy, muy deshonesta prensa no quiere informar. Sus motivos tendrán”. La acusación del presidente se dirigía a los medios europeos que supuestamente habrían renunciado a mencionar los atentados islamistas cometidos en sus países. Tras esta acusación genérica, la Casa Blanca publicó un listado de 78 ataques cometidos en todo el mundo entre 2014 y 2016. “Las cadenas ya no les dedican el mismo nivel de cobertura de antes”, explicó un portavoz oficial.
La realidad, sin embargo, es muy distinta. Francia, con 11 casos, y Alemania, con seis, destacan como los países europeos con más ataques supuestamente silenciados. En su particular listado, la Casa Blanca mezcla casos que han ocupado primeras páginas en los diarios y horas y horas de información televisiva y radiofónica, y otros que han pasado más desapercibidos, en ocasiones porque la autoría no estaba clara.
La lista se cierra con el ataque a un mercadillo navideño en Berlín que dejó 12 víctimas mortales. Este caso no solo no se ha silenciado, sino que los fallos que permitieron que el tunecino Anis Amri arollara con un camión a una multitud en el centro de Berlín han acaparado buena parte del debate político en Alemania desde entonces. Algo parecido ocurrió también con otros dos atentados incluidos en la lista: los cometidos el pasado verano por dos refugiados, un afgano en un tren de Baviera y un sirio en un festival de música. Ninguno de los dos dejó víctimas mortales, pero sí centraron la atención de toda Alemania –y sus medios- hace medio año.
El equipo de Trump recuerda la agresión con un cuchillo que un policía de la ciudad de Hannover sufrió en febrero de 2016 a manos de una marroquí de tan solo 13 años. Pese a las dudas iniciales, la motivación yihadista de este acto fue más tarde confirmada. La atacante fue condenada el pasado mes de enero a seis años de cárcel en un juicio que contó con gran atención mediática. También incluye el ataque a una iglesia sij mientras se celebraba una boda. La explosión dejó tres heridos. A los pocos días, la policía detuvo como sospechosos a dos jóvenes iraquíes, de los que informó abiertamente de su relación con los ambientes del terrorismo islámico.
El caso más dudoso en la lista de Trump es la muerte por apuñalamiento de un adolescente ocurrida el pasado mes de octubre en Hamburgo. Un chico de 16 que paseaba junto al río Alster recibió dos puñaladas de un desconocido que arrojó al agua a su acompañante, que resultó ilesa. Pese a que el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) reivindicó el asesinato dos semanas más tarde, la policía cree poco probable que se tratara de un atentado yihadista. Las autoridades no han dado aún con el agresor.
Berlín, El País
Una vez más, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, muestra una relación conflictiva con los hechos contrastados. “Está ocurriendo por toda Europa. Hemos llegado a un punto en el que ya ni se informa [... ]. Y, en muchos casos, la muy, muy deshonesta prensa no quiere informar. Sus motivos tendrán”. La acusación del presidente se dirigía a los medios europeos que supuestamente habrían renunciado a mencionar los atentados islamistas cometidos en sus países. Tras esta acusación genérica, la Casa Blanca publicó un listado de 78 ataques cometidos en todo el mundo entre 2014 y 2016. “Las cadenas ya no les dedican el mismo nivel de cobertura de antes”, explicó un portavoz oficial.
La realidad, sin embargo, es muy distinta. Francia, con 11 casos, y Alemania, con seis, destacan como los países europeos con más ataques supuestamente silenciados. En su particular listado, la Casa Blanca mezcla casos que han ocupado primeras páginas en los diarios y horas y horas de información televisiva y radiofónica, y otros que han pasado más desapercibidos, en ocasiones porque la autoría no estaba clara.
La lista se cierra con el ataque a un mercadillo navideño en Berlín que dejó 12 víctimas mortales. Este caso no solo no se ha silenciado, sino que los fallos que permitieron que el tunecino Anis Amri arollara con un camión a una multitud en el centro de Berlín han acaparado buena parte del debate político en Alemania desde entonces. Algo parecido ocurrió también con otros dos atentados incluidos en la lista: los cometidos el pasado verano por dos refugiados, un afgano en un tren de Baviera y un sirio en un festival de música. Ninguno de los dos dejó víctimas mortales, pero sí centraron la atención de toda Alemania –y sus medios- hace medio año.
El equipo de Trump recuerda la agresión con un cuchillo que un policía de la ciudad de Hannover sufrió en febrero de 2016 a manos de una marroquí de tan solo 13 años. Pese a las dudas iniciales, la motivación yihadista de este acto fue más tarde confirmada. La atacante fue condenada el pasado mes de enero a seis años de cárcel en un juicio que contó con gran atención mediática. También incluye el ataque a una iglesia sij mientras se celebraba una boda. La explosión dejó tres heridos. A los pocos días, la policía detuvo como sospechosos a dos jóvenes iraquíes, de los que informó abiertamente de su relación con los ambientes del terrorismo islámico.
El caso más dudoso en la lista de Trump es la muerte por apuñalamiento de un adolescente ocurrida el pasado mes de octubre en Hamburgo. Un chico de 16 que paseaba junto al río Alster recibió dos puñaladas de un desconocido que arrojó al agua a su acompañante, que resultó ilesa. Pese a que el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) reivindicó el asesinato dos semanas más tarde, la policía cree poco probable que se tratara de un atentado yihadista. Las autoridades no han dado aún con el agresor.
