Florentino Pérez liquida a un intocable de Zidane en el Real Madrid ("Es la hora")
Diario Gol
Todo tiene un límite. El pasado domingo, el Real Madrid lo tuvo muy complicado para llevarse los tres puntos del antiguo Madrigal. El Villarreal se impuso en el marcador y batió a Keylor Navas en dos ocasiones.
El cuadro de Zinedine Zidane despertó a tiempo y marcó territorio. La remontada llegó antes del minuto 90, por lo que los blancos consiguieron una victoria que les vale el liderato de la Liga.
Ahora bien, estos tres puntos no eclipsan otros problemas que se palparon sobre el terreno de juego.
Preocupación máxima
El gran señalado. El papel de Karim Benzema volvió dejar mucho que desear. El galo no vio puerta y la sequía goleadora del ‘9’ merengue ganó fuelle.
Una vez más, Zizou pujó por su compatriota. El atacante galo salió de inicio, pero sin embargo, no logró tirar del carro. Desaparecido como en los últimos meses, Benzema está lejos de ser el crack de antaño.
No va. El francés volvió a fallar lo infallable. Estuvo más que perdido y muy poco acertado. Por el contrario, Álvaro Morata fue la gran solución. El madrileño, que sustituyó al galo, marcó el gol de la victoria. La cara y la cruz.
Este partido ante el cuadro de Fran Escribá fue la gota que colmó el vaso. El Madrid no puede permitirse tener un ‘9’ que no está a la altura. Y es que el astro no despierta.
En la puerta de salida
Las reacciones han vuelto a ganar fuerza. La alerta se ha encendido en la plana mayor merengue. La situación no puede seguir así; la presión crece. El malestar entre los aficionados y jugadores ya no pasa desapercibido.
En este caso, el radar se ha activado para encontrar un crack de calidad. Paulo Dybala y Pierre-Emerick Aubameyang suenan con fuerza.
Aun así, Benzema deberá salir para llenar el saco. Teniendo en cuenta que el caché del jugador galo está menguando, ha llegado la hora de tantear las ofertas que llegan por el francés.
Si no quieren perder dinero, deberán encontrar una novia dispuesta a pujar por Karim cuanto antes. La preocupación por su rendimiento es máxima.
