Estados Unidos impone sanciones a Irán tras la prueba de un misil balístico
La Administración Trump recalca que las medidas de castigo "están fuera del acuerdo nuclear"
Silvia Ayuso
Washington, El País
Estados Unidos impuso este viernes nuevas sanciones a Irán, en respuesta a la última prueba con un misil balístico realizada el pasado fin de semana y que ya llevó a la Casa Blanca poner a Teherán “bajo aviso” hace dos días. Las sanciones, emitidas contra 13 personas y 12 empresas, no afectan al pacto nuclear con Irán firmado por EE UU y otras potencias bajo el Gobierno de Barack Obama, según ha explicado un alto funcionario a periodistas. Estas sanciones “están fuera del acuerdo nuclear”, ha recalcado el funcionario, y ha añadido que “EE UU sigue cumpliendo sus compromisos”. Pero sí suponen una llamada de atención más de la nueva Administración de Donald Trump, quien ha dejado claro que no va a ser tan “amable” con Teherán como su predecesor.
“Irán está jugando con fuego”, advirtió este viernes, poco antes que se anunciaran las sanciones, el presidente republicano en un nuevo mensaje en la red social Twitter, su medio de expresión preferido. Las autoridades en Teherán “no saben apreciar lo ‘amable’ que fue el presidente Obama con ellos. ¡Yo no lo seré!”, agregó un día después de decir que, respecto de Irán, “ninguna opción está fuera de la mesa”.
Fue la última advertencia de una semana de constantes llamados de atención a Teherán. El miércoles, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Michael Flynn, hizo una inesperada aparición ante la prensa para anunciar que Irán estaba desde ese momento “bajo aviso” por su conducta “desestabilizadora” en la región, en referencia a la prueba del misil balístico del pasado fin de semana y al apoyo de los iraníes a los rebeldes huthi en Yemen, algo que también criticó la anterior Administración.
Tras la publicación de las sanciones, que afectan a empresas radicadas, además de en Irán, en Emiratos Árabes Unidos, Líbano y China, Flynn criticó al resto de la comunidad internacional que, según afirmó en un comunicado, “ha sido demasiado tolerante con el mal comportamiento de Irán”.
“La Administración de Trump no va a seguir tolerando las provocaciones de Irán que amenazan nuestros intereses”, aseveró el exgeneral y mano derecha del republicano en temas de seguridad nacional. “Los días de hacer la vista gorda ante las acciones hostiles y beligerantes de Irán contra EE UU y el mundo han acabado”.
Las sanciones implican la congelación de cualquier activo que los individuos o entidades afectadas puedan tener en EE UU, así como la prohibición a personas y empresas estadounidenses de realizar transacciones con ellos.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, afirmó que las sanciones, que llevaban preparadas un tiempo, fueron adoptadas tras una “cuidadosa consideración” y dio a entender que no serán las últimas acciones contra Teherán. “No descartaría nada”, dijo. En todo caso, las medidas representan “una postura muy, muy fuerte ante las acciones de Teherán y dejan claro que el acuerdo alcanzado previamente [en referencia al pacto nuclear] no va en el mejor interés de este país y que el presidente Trump va a hacer todo lo posible para asegurarse de que Irán está controlado”, sostuvo.
El pacto nuclear sigue en pie
En una teleconferencia con periodistas, fuentes del Gobierno que hablaron bajo condición de anonimato afirmaron que la medida “no debería sorprender” a Teherán. Para Washington, el programa balístico iraní es una “clara amenaza para la seguridad regional”, según la fuente, que dijo que está en manos de Irán “decidir su respuesta” a estas “acciones”. “[Teherán] tiene que tomar una decisión. Vamos a seguir respondiendo ante su comportamiento de forma adecuada para seguir presionándolos y que cambien su actitud”, agregó.
El alto funcionario puso énfasis en que las nuevas sanciones “están fuera” del acuerdo nuclear firmado en 2015 por Obama y las demás grandes potencias. “EE UU sigue cumpliendo sus compromisos” bajo ese pacto, que no impide que Washington imponga penalizaciones a Teherán por otras cuestiones, como los misiles balísticos, subrayó. La fuente no quiso comentar qué nivel de comunicación mantiene el Gobierno de Trump con Teherán. El actual presidente llegó a decir durante la campaña que retiraría a Washington del pacto nuclear.
El domingo pasado, Irán realizó una prueba de un misil de medio alcance que explotó tras recorrer unos 1.000 kilómetros, y despertó las alertas por parte de EE UU. Irán es uno de los siete países incluidos en el veto migratorio decretado el viernes de la semana pasada por Trump.
Silvia Ayuso
Washington, El País
Estados Unidos impuso este viernes nuevas sanciones a Irán, en respuesta a la última prueba con un misil balístico realizada el pasado fin de semana y que ya llevó a la Casa Blanca poner a Teherán “bajo aviso” hace dos días. Las sanciones, emitidas contra 13 personas y 12 empresas, no afectan al pacto nuclear con Irán firmado por EE UU y otras potencias bajo el Gobierno de Barack Obama, según ha explicado un alto funcionario a periodistas. Estas sanciones “están fuera del acuerdo nuclear”, ha recalcado el funcionario, y ha añadido que “EE UU sigue cumpliendo sus compromisos”. Pero sí suponen una llamada de atención más de la nueva Administración de Donald Trump, quien ha dejado claro que no va a ser tan “amable” con Teherán como su predecesor.
“Irán está jugando con fuego”, advirtió este viernes, poco antes que se anunciaran las sanciones, el presidente republicano en un nuevo mensaje en la red social Twitter, su medio de expresión preferido. Las autoridades en Teherán “no saben apreciar lo ‘amable’ que fue el presidente Obama con ellos. ¡Yo no lo seré!”, agregó un día después de decir que, respecto de Irán, “ninguna opción está fuera de la mesa”.
Fue la última advertencia de una semana de constantes llamados de atención a Teherán. El miércoles, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Michael Flynn, hizo una inesperada aparición ante la prensa para anunciar que Irán estaba desde ese momento “bajo aviso” por su conducta “desestabilizadora” en la región, en referencia a la prueba del misil balístico del pasado fin de semana y al apoyo de los iraníes a los rebeldes huthi en Yemen, algo que también criticó la anterior Administración.
Tras la publicación de las sanciones, que afectan a empresas radicadas, además de en Irán, en Emiratos Árabes Unidos, Líbano y China, Flynn criticó al resto de la comunidad internacional que, según afirmó en un comunicado, “ha sido demasiado tolerante con el mal comportamiento de Irán”.
“La Administración de Trump no va a seguir tolerando las provocaciones de Irán que amenazan nuestros intereses”, aseveró el exgeneral y mano derecha del republicano en temas de seguridad nacional. “Los días de hacer la vista gorda ante las acciones hostiles y beligerantes de Irán contra EE UU y el mundo han acabado”.
Las sanciones implican la congelación de cualquier activo que los individuos o entidades afectadas puedan tener en EE UU, así como la prohibición a personas y empresas estadounidenses de realizar transacciones con ellos.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, afirmó que las sanciones, que llevaban preparadas un tiempo, fueron adoptadas tras una “cuidadosa consideración” y dio a entender que no serán las últimas acciones contra Teherán. “No descartaría nada”, dijo. En todo caso, las medidas representan “una postura muy, muy fuerte ante las acciones de Teherán y dejan claro que el acuerdo alcanzado previamente [en referencia al pacto nuclear] no va en el mejor interés de este país y que el presidente Trump va a hacer todo lo posible para asegurarse de que Irán está controlado”, sostuvo.
El pacto nuclear sigue en pie
En una teleconferencia con periodistas, fuentes del Gobierno que hablaron bajo condición de anonimato afirmaron que la medida “no debería sorprender” a Teherán. Para Washington, el programa balístico iraní es una “clara amenaza para la seguridad regional”, según la fuente, que dijo que está en manos de Irán “decidir su respuesta” a estas “acciones”. “[Teherán] tiene que tomar una decisión. Vamos a seguir respondiendo ante su comportamiento de forma adecuada para seguir presionándolos y que cambien su actitud”, agregó.
El alto funcionario puso énfasis en que las nuevas sanciones “están fuera” del acuerdo nuclear firmado en 2015 por Obama y las demás grandes potencias. “EE UU sigue cumpliendo sus compromisos” bajo ese pacto, que no impide que Washington imponga penalizaciones a Teherán por otras cuestiones, como los misiles balísticos, subrayó. La fuente no quiso comentar qué nivel de comunicación mantiene el Gobierno de Trump con Teherán. El actual presidente llegó a decir durante la campaña que retiraría a Washington del pacto nuclear.
El domingo pasado, Irán realizó una prueba de un misil de medio alcance que explotó tras recorrer unos 1.000 kilómetros, y despertó las alertas por parte de EE UU. Irán es uno de los siete países incluidos en el veto migratorio decretado el viernes de la semana pasada por Trump.