Merkel y Hollande piden a la UE que cierre filas ante el desafío que supone Trump
La canciller alemana y el presidente francés apelan a la unidad para superar los retos internos y externos
Enrique Müller
Berlín, El País
El eje franco-alemán, representado quizás por última vez en Berlín por la canciller Angela Merkel y el presidente de Francia, François Hollande, lanzó este viernes un enérgico llamamiento a los socios europeos a cerrar filas para hacer frente al desafío que supone el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para Europa.
Durante una rueda de prensa conjunta realizada en la sede del Gobierno germano, tanto Hollande como Merkel pusieron énfasis en que la Unión Europea tenía que enfrentar grandes desafíos internos y externos y que la única posibilidad para hacerles frente era profundizar la cohesión de todos los Estados miembros y de las instituciones comunitarias.
Pero fue el presidente francés quien mencionó abiertamente el origen de los desafíos que preocupan al eje franco-germano. Hollande, que abandonará el palacio del Elíseo el próximo mayo, señaló que Trump representa un desafío para la UE y dijo que era necesario hablar con el nuevo presidente estadounidense con convicción europea.
“Para hablar de forma clara. Hay desafíos que plantea la Administración norteamericana con respecto a las reglas comerciales y también a lo que debe ser nuestra posición para solucionar los conflictos en el mundo”, dijo Hollande. “Tenemos que hablar con Trump porque él ha sido elegido por los estadounidenses para ser el presidente, pero nosotros debemos hacerlo con una convicción europea y promover nuestros intereses y nuestros valores”, añadió.
Merkel evitó mencionar a Trump por su nombre, aunque admitió de forma implícita su preocupación por la evolución política que está adquiriendo la nueva Administración. “Estamos observando que el cuadro global en el cual nosotros evolucionamos en el mundo cambia de manera radical y rápida y debemos enfrentar estos nuevos desafíos”, dijo la canciller. “Esto afecta, tanto a la defensa de una sociedad libre, como también a la defensa del libre comercio”, añadió Merkel, quien destacó que tanto ella como Hollande coincidían en que la única forma de enfrentar los nuevos desafíos era hacerlo de forma conjunta
François Hollande llegó a Berlín, quizás en su última visita a la capital alemana como presidente, para buscar junto a la canciller alemana una posición común que desean defender en la próxima cumbre comunitaria que tiene lugar el 3 de febrero en Malta. Los socios europeos desean ponerse de acuerdo para intentar sacar a la UE de la crisis que provocó el Brexit, que se agudizó a causa de unas declaraciones de Trump a dos medios europeos (BILD y The Times) donde dejó saber el poco interés que tenía por la Unión Europea, aplaudió el resultado del referéndum británico y pronosticó que otros socios comunitarios seguirían el ejemplo de Reino Unido.
“En la próxima cumbre de Malta, los 27 países miembros deben dejar en claro su unidad y cada Gobierno debe asumir que tiene deberes y responsabilidades”, insistió la canciller al referirse a la ruptura que significó el Brexit para la UE y a la necesidad de actuar unidos para hacer frente a los problemas que puedan surgir en las negociaciones entre Londres y Bruselas.
Hollande, por su parte, que optó por no presentarse a la reelección, admitió que Europa también está enfrentada a un nuevo peligro: el avance de la ultraderecha populista. Para contrarrestar este nuevo desafío, el presidente galo propuso en Berlín construir lo que llamó una “Europa nueva en un mundo incierto”.
Tras un almuerzo de trabajo en la sede del Gobierno alemán, Merkel y Hollande rindieron un breve y emotivo homenaje a las víctimas del atentado terrorista que tuvo lugar el pasado 19 de diciembre en un mercadillo navideño de Berlín, en el que murieron doce personas. Con su presencia en la céntrica Breitscheidplatz, donde depositaron una ofrenda floral, la canciller alemán y el presidente francés quisieron demostrar su unidad ante la amenaza terrorista
Para Hollande, la visita a la plaza también fue una forma de expresar la solidaridad de su país con la jefa del Gobierno alemán, que siempre estuvo al lado de los franceses cuando sufrieron atentados terroristas.
Enrique Müller
Berlín, El País
El eje franco-alemán, representado quizás por última vez en Berlín por la canciller Angela Merkel y el presidente de Francia, François Hollande, lanzó este viernes un enérgico llamamiento a los socios europeos a cerrar filas para hacer frente al desafío que supone el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para Europa.
Durante una rueda de prensa conjunta realizada en la sede del Gobierno germano, tanto Hollande como Merkel pusieron énfasis en que la Unión Europea tenía que enfrentar grandes desafíos internos y externos y que la única posibilidad para hacerles frente era profundizar la cohesión de todos los Estados miembros y de las instituciones comunitarias.
Pero fue el presidente francés quien mencionó abiertamente el origen de los desafíos que preocupan al eje franco-germano. Hollande, que abandonará el palacio del Elíseo el próximo mayo, señaló que Trump representa un desafío para la UE y dijo que era necesario hablar con el nuevo presidente estadounidense con convicción europea.
“Para hablar de forma clara. Hay desafíos que plantea la Administración norteamericana con respecto a las reglas comerciales y también a lo que debe ser nuestra posición para solucionar los conflictos en el mundo”, dijo Hollande. “Tenemos que hablar con Trump porque él ha sido elegido por los estadounidenses para ser el presidente, pero nosotros debemos hacerlo con una convicción europea y promover nuestros intereses y nuestros valores”, añadió.
Merkel evitó mencionar a Trump por su nombre, aunque admitió de forma implícita su preocupación por la evolución política que está adquiriendo la nueva Administración. “Estamos observando que el cuadro global en el cual nosotros evolucionamos en el mundo cambia de manera radical y rápida y debemos enfrentar estos nuevos desafíos”, dijo la canciller. “Esto afecta, tanto a la defensa de una sociedad libre, como también a la defensa del libre comercio”, añadió Merkel, quien destacó que tanto ella como Hollande coincidían en que la única forma de enfrentar los nuevos desafíos era hacerlo de forma conjunta
François Hollande llegó a Berlín, quizás en su última visita a la capital alemana como presidente, para buscar junto a la canciller alemana una posición común que desean defender en la próxima cumbre comunitaria que tiene lugar el 3 de febrero en Malta. Los socios europeos desean ponerse de acuerdo para intentar sacar a la UE de la crisis que provocó el Brexit, que se agudizó a causa de unas declaraciones de Trump a dos medios europeos (BILD y The Times) donde dejó saber el poco interés que tenía por la Unión Europea, aplaudió el resultado del referéndum británico y pronosticó que otros socios comunitarios seguirían el ejemplo de Reino Unido.
“En la próxima cumbre de Malta, los 27 países miembros deben dejar en claro su unidad y cada Gobierno debe asumir que tiene deberes y responsabilidades”, insistió la canciller al referirse a la ruptura que significó el Brexit para la UE y a la necesidad de actuar unidos para hacer frente a los problemas que puedan surgir en las negociaciones entre Londres y Bruselas.
Hollande, por su parte, que optó por no presentarse a la reelección, admitió que Europa también está enfrentada a un nuevo peligro: el avance de la ultraderecha populista. Para contrarrestar este nuevo desafío, el presidente galo propuso en Berlín construir lo que llamó una “Europa nueva en un mundo incierto”.
Tras un almuerzo de trabajo en la sede del Gobierno alemán, Merkel y Hollande rindieron un breve y emotivo homenaje a las víctimas del atentado terrorista que tuvo lugar el pasado 19 de diciembre en un mercadillo navideño de Berlín, en el que murieron doce personas. Con su presencia en la céntrica Breitscheidplatz, donde depositaron una ofrenda floral, la canciller alemán y el presidente francés quisieron demostrar su unidad ante la amenaza terrorista
Para Hollande, la visita a la plaza también fue una forma de expresar la solidaridad de su país con la jefa del Gobierno alemán, que siempre estuvo al lado de los franceses cuando sufrieron atentados terroristas.