La Superliga china multiplica por 21 su valor en diez años
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La burbuja del fútbol chino sigue inflándose. Las contrataciones millonarias de sus equipos copan la actualidad ahora que se abre un mercado de fichajes más. Ayer aterrizó en Shanghai el más caro de cuantos refuerzos ha hecho en la historia ningún equipo chino. El brasileño Oscar, de 25 años, fue recibido con honores de jefe de Estado después de que Shanghai SIPG haya pagado 60 millones al Chelsea por sus servicios.
Un gasto que supera los 55,8 que le costó Hulk también al SIPG el verano pasado o los 50 que abonó Jiangsu Suning por Alex Teixeira hace ahora justo un año. Con el mercado de fichajes recién abierto y los equipos a punto de iniciar sus pretemporadas, es de esperar que la Superliga pueda batir en este plazo su récord absoluto de 436,4 millones invertidos en una sola ventana, precisamente la del último invierno. De momento ya lleva 91,8, pues además de Oscar han llegado Tévez (Shanghai, 10,5), Kyung-Won Kwon (Tianjin, 10,5), Akhmedov (SIPG, 7 millones), Urso (Guangzhou RF, 2,8) y Donj Wan (Tianjin, 1). Y la liga empieza en marzo...
Valor. Toda esta colección de nuevos fichajes, algunos de ellos nombres ilustres, que cada año llega a China está haciendo que el valor de mercado de la Superliga crezca de manera irrefrenable. De hecho, en la última década ha pasado de un valor global de todos sus equipos de 17 millones a uno actual de 360, es decir, 21 veces más que aquel. Aún así, con este baremo todavía no estaría ni entre los diez campeonatos europeos más fuertes, lo que habla de un enorme desequilibrio entre los fichajes y el resto de jugadores nacionales. Ese es el objetivo real, hacer que el futbolista chino se revalorice entre estrellas tan caras
