Holanda propone crear un fondo internacional ante los recortes de Trump
La Haya intenta reclutar a otros países para financiar la planificación familiar, incluido el aborto
Isabel Ferrer
La Haya, El País
Lilianne Ploumen, ministra holandesa de Comercio Exterior ha propuesto la creación de un fondo internacional destinado a financiar proyectos relacionados con la planificación familiar, incluido el aborto, en países en desarrollo. Trata con ello de contrarrestar la retirada de 600 millones en apoyo financiero a las ONG que lo mencionen -no hace falta que interrumpan embarazos- recién ordenada por el presidente estadounidense, Donald Trump. Conocido como Mexico City Policy, el decreto ha sido uno de los primeros en emanar de la nueva Administración de la Casa Blanca. El plan de Ploumen cuenta en principio con el apoyo de una veintena de países, y la política ha recordado que “prohibir el aborto no es la solución; solo aumenta las operaciones clandestinas y el riesgo de muerte materna”.
“Estamos hablando con unos 20 países, entre Europa, África y América Latina, además de fundaciones especializadas, para ampliar lo más posible el radio de acción del nuevo fondo”, ha dicho la ministra holandesa, que reaccionó de inmediato a la firma del Mexico City Policy. Antigua directora de programas internacionales de Cordaid (Organización Católica para Ayuda y Desarrollo), presente en 36 países, Ploumen subraya que “el aborto es siempre el último recurso, y en tal caso, debe ser seguro”. “Tener un hijo repercute en la sociedad en su conjunto, y hablamos aquí de lugares donde niñas y mujeres carecen muchas veces de nuestros derechos”. Según Marie Stopes International (activa en 37 países), una de las organizaciones afectadas por el veto presidencial estadounidense, “el dinero que pierdan durante los próximos cuatro años se traducirá en 6,5 millones de embarazos no deseados, 2,2 millones de abortos ilegales o no seguros, y la muerte innecesaria de 21.700 madres jóvenes”, recoge la ministra holandesa en el portal de su departamento.
La orden Mexico City Policy suele ser abolida por los presidentes demócratas y recuperada por los republicanos, y esta vez se ha repetido el ciclo. Barack Omaba, el mandatario saliente, la retiró en 2009 y ahora Trump la ha rescatado. Así llamada porque fue presentada en la capital mexicana en 1984, durante el mandato del también republicano Ronald Reagan, se conoce también como ´ley mordaza´. Según sus críticos, el hecho de que los servicios dedicados al control de la natalidad en países en desarrollo que citen el aborto, aunque no lo efectúen, tengan prohibido recibir dinero procedente de Washington, vulnera la libertad de expresión, protegida por la Constitución estadounidense.
Isabel Ferrer
La Haya, El País
Lilianne Ploumen, ministra holandesa de Comercio Exterior ha propuesto la creación de un fondo internacional destinado a financiar proyectos relacionados con la planificación familiar, incluido el aborto, en países en desarrollo. Trata con ello de contrarrestar la retirada de 600 millones en apoyo financiero a las ONG que lo mencionen -no hace falta que interrumpan embarazos- recién ordenada por el presidente estadounidense, Donald Trump. Conocido como Mexico City Policy, el decreto ha sido uno de los primeros en emanar de la nueva Administración de la Casa Blanca. El plan de Ploumen cuenta en principio con el apoyo de una veintena de países, y la política ha recordado que “prohibir el aborto no es la solución; solo aumenta las operaciones clandestinas y el riesgo de muerte materna”.
“Estamos hablando con unos 20 países, entre Europa, África y América Latina, además de fundaciones especializadas, para ampliar lo más posible el radio de acción del nuevo fondo”, ha dicho la ministra holandesa, que reaccionó de inmediato a la firma del Mexico City Policy. Antigua directora de programas internacionales de Cordaid (Organización Católica para Ayuda y Desarrollo), presente en 36 países, Ploumen subraya que “el aborto es siempre el último recurso, y en tal caso, debe ser seguro”. “Tener un hijo repercute en la sociedad en su conjunto, y hablamos aquí de lugares donde niñas y mujeres carecen muchas veces de nuestros derechos”. Según Marie Stopes International (activa en 37 países), una de las organizaciones afectadas por el veto presidencial estadounidense, “el dinero que pierdan durante los próximos cuatro años se traducirá en 6,5 millones de embarazos no deseados, 2,2 millones de abortos ilegales o no seguros, y la muerte innecesaria de 21.700 madres jóvenes”, recoge la ministra holandesa en el portal de su departamento.
La orden Mexico City Policy suele ser abolida por los presidentes demócratas y recuperada por los republicanos, y esta vez se ha repetido el ciclo. Barack Omaba, el mandatario saliente, la retiró en 2009 y ahora Trump la ha rescatado. Así llamada porque fue presentada en la capital mexicana en 1984, durante el mandato del también republicano Ronald Reagan, se conoce también como ´ley mordaza´. Según sus críticos, el hecho de que los servicios dedicados al control de la natalidad en países en desarrollo que citen el aborto, aunque no lo efectúen, tengan prohibido recibir dinero procedente de Washington, vulnera la libertad de expresión, protegida por la Constitución estadounidense.