Elecciones en EE.UU.: los 7 mitos de la política que derribó Donald Trump en su camino hacia la Casa Blanca
Redacción
BBC Mundo
Image caption Donald Trump ganó la presidencia de EE.UU. luego de una campaña en la que tenía las apuestas en su contra desde las elecciones primarias.
Si los políticos consultan un manual sobre qué hacer y qué no hacer en una contienda presidencial, buena parte de lo que hizo Donald Trump en los últimos meses se encuentra en el segundo grupo.
El empresario de 70 años desarrolló una campaña que empezó para muchos como una broma pero que lo llevó hasta la Casa Blanca.
¿Qué mitos derribó el multimillonarios para vencer contra pronóstico a Hillary Clinton y convertirse en presidente electo de EE.UU.?
1. Aliarse con el 'establishment'
Cuando en las elecciones primarias republicanas le preguntaron a Donald Trump si estaría dispuesto a firmar el juramento de lealtad a su partido y no presentarse a las elecciones como candidato independiente en caso de no lograr la nominación, rechazó hacerlo.
En ese momento en agosto de 2015, el empresario ya mostraba parte de su desacuerdo con los grupos de poder y las clases dominantes del Partido Republicano, lo que se conoce en inglés como el "establishment".
Fuera del reproductor. Presione retorno para volver o el tabulador para continuar.
El conciliador discurso de Donald Trump tras la victoria.
Y es que muchos nombres de peso republicanos si no expresaron su rechazo a la candidatura de Trump, por lo menos se mantuvieron al margen de hacer proselitismo a favor de su aspirante presidencial.
Contar con la estructura del partido es lo que sí tuvo a su disposición Hillary Clinton del lado demócrata.
Pero Donald Trump remó contracorriente y ganó.
"Habiendo aturdido a las élites republicanas en las primarias, Trump hizo lo mismo con los demócratas en las elecciones generales, repitiendo el movimiento de judo de revertir el peso de un 'establishment' en su contra", apuntó The New York Times en su editorial de este miércoles.
2. Demostrar experiencia
Las credenciales de experiencia político-gubernamental con las que llegó Donald Trump a la carrera presidencial se reducen a ninguna.
Nunca fue congresista ni gobernante, sino un empresario de toda la vida y durante la década pasada estrella de televisión con su programa de telerrealidad "El Aprendiz".
Solo Dwight Eisenhower fue electo presidente en 1952 sin ninguna experiencia política, pero se trataba de un general cinco estrellas admirado por su liderazgo en la Segunda Guerra Mundial.
Pero Donald Trump no se ha mantenido al margen de la política: fue un donante activo del Partido Republicano, pero incluso también del Partido Demócrata.
Su posición de estar fuera de los círculo de políticos, pudo haber significado una debilidad para cualquier persona que se presenta a unas elecciones.
Sin embargo Trump sacó partido de eso en esta campaña al mostrarse como una persona fuera del sistema político, al que retrataba como "viciado" y "corrupto".
3. Respetar a las minorías
"Están trayendo drogas, crimen, violadores", fueron las palabras que Donald Trump dedicó a los mexicanos en el discurso en el que anunció su candidatura presidencial.
"Las comunidades negras nunca, nunca, nunca han estado peor", dijo sobre la población afroestadounidense, y de los musulmanes planteó la propuesta de bloquearles la entrada a Estados Unidos de forma "total y completa".
El discurso de Donald Trump a lo largo de su campaña tuvo una retórica en la que habló frecuentemente de las minorías del país, y no en los términos más cuidadosos como hacen los políticos profesionales.
El empresario Peter Thiel, uno de los simpatizantes de Trump, dijo en una conferencia en el Club Nacional de Prensa de Washington que un error de los analistas en estas campañas fue escuchar al republicano de forma literal, y no como los electores recibían sus mensajes.
"Cuando oyen cosas como el comentario musulmán o el comentario del muro (contra inmigrantes), su pregunta no es '¿vas a construir un muro como la Gran Muralla de China?'. Lo que escuchan es que vamos a tener una política de inmigración más sana y sensata", consideró Thiel.
4. Atraer la buena prensa
Varios de los grandes periódicos de Estados Unidos, como The New York Times y The Washington Post, dieron su apoyo público a Hillary Clinton, mientras que solo unos pocos a Trump.
"La elección está siendo manipulada por medios corruptos que lanzan acusaciones completamente falsas y mentiras descaradas en un esfuerzo por elegir a su presidenta", dijo Trump en octubre.
El rechazo de Trump a los grandes medios de Estados Unidos fue constante durante su campaña, a diferencia de los políticos que desean tenerlos de su lado.
Pero para Margaret Sullivan, columnista en The Washington Post, el error de la prensa fue no haber cubierto correctamente lo que pasaba.
"Un gran número de votantes estadounidenses quería algo diferente. Y aunque estos votantes gritaban y gritaban, la mayoría de los periodistas simplemente no estaban escuchando, no lo entendieron", dijo.
5. Evitar los escándalos
En uno de los momentos más álgidos en la campaña antes de la elección del 8 de noviembre, Donald Trump enfrentaba múltiples acusaciones de agresiones sexuales a mujeres.
A pesar de su caída en las encuestas, el aspirante se limitaba a rechazar los señalamientos en los medios. "Yo aprecio a las mujeres, yo quiero ayudar a las mujeres", dijo.
Pero por otro lado hizo suyas propuestas del conservadurismo de EE.UU., como el impulsar leyes restrictivas contra la interrupción del embarazo.
Su compañero de fórmula y nuevo vicepresidente, Mike Pence, es conocido por su política contra el aborto cuando fue gobernador de Indiana.
Image copyright AFP
Image caption Melania Trump, la esposa del candidato republicano, rechazó los comentarios de su esposo divulgados en una grabación.
Pese a los escándalos relacionados con las mujeres que cualquier político hubiera deseado evitar, Trump logró el 42% del voto femenino en las presidenciales.
6. Ser transparente
En los últimos 40 años, todos los candidatos presidenciales en Estados Unidos han hecho públicas sus declaraciones de impuestos al iniciar la campaña, una muestra de transparencia de los aspirantes.
Todos excepto Trump.
Dijo que no lo haría "hasta que no concluya una auditoría" que le realiza la agencia tributaria de EE.UU., lo cual fue ampliamente criticado por su rival, Hillary Clinton, y otros políticos y analistas.
Una investigación periodística publicada a un mes de la elección apuntó a que Trump evadió el pago de impuesto sobre la renta durante 18 años, gracias a maniobras fiscales como la declaración de pérdidas.
"Tal vez no quiera que el pueblo estadounidense, todos ustedes mirando esta noche, sepa que no ha pagado nada en impuestos federales", dijo Clinton sobre su rival durante el primer debate presidencial.
"Eso me hace inteligente", remató Trump.
7. Medir las palabras
"A veces en el calor del debate... uno no elige las palabras adecuadas o dice algo equivocado. Yo lo he hecho y créanlo o no, lo lamento y lo lamento en especial cuando puede haber causado dolor".
Así es como Donald Trump ofrecía una inusual disculpa por haber catalogado como fallidas a las comunidades afroestadounidenses en agosto, un momento en el que quería relanzar su campaña.
Y es que el republicano había llevado los mítines de su campaña bajo su propia forma de hacer las cosas, sin leer sus discursos y con ocurrencias que se salían de la corrección política.
Fanático, racista, misógino, vulgar, grosero y bravucón. La reportera Katty Kay de la BBC explicaba qué adjetivos sobre Trump había escuchado en privado al conversar con políticos y estrategas republicanos.
Pero infirió que Trump era quien se estaba dando cuenta de que su público era la clase trabajadora con menos formación académica, golpeada por malas condiciones laborales y que se sentía olvidada por el sistema.
"Sus seguidores lo quieren, sobre todo porque no habla como todos los políticos que han prometido mucho y han cumplido poco", explicaba Kay.
Y advertía en mayo pasado: "El manual del juego político ha quedado hecho trizas y Donald Trump odia perder casi más de lo que ama ganar".
BBC Mundo
Image caption Donald Trump ganó la presidencia de EE.UU. luego de una campaña en la que tenía las apuestas en su contra desde las elecciones primarias.
Si los políticos consultan un manual sobre qué hacer y qué no hacer en una contienda presidencial, buena parte de lo que hizo Donald Trump en los últimos meses se encuentra en el segundo grupo.
El empresario de 70 años desarrolló una campaña que empezó para muchos como una broma pero que lo llevó hasta la Casa Blanca.
¿Qué mitos derribó el multimillonarios para vencer contra pronóstico a Hillary Clinton y convertirse en presidente electo de EE.UU.?
1. Aliarse con el 'establishment'
Cuando en las elecciones primarias republicanas le preguntaron a Donald Trump si estaría dispuesto a firmar el juramento de lealtad a su partido y no presentarse a las elecciones como candidato independiente en caso de no lograr la nominación, rechazó hacerlo.
En ese momento en agosto de 2015, el empresario ya mostraba parte de su desacuerdo con los grupos de poder y las clases dominantes del Partido Republicano, lo que se conoce en inglés como el "establishment".
Fuera del reproductor. Presione retorno para volver o el tabulador para continuar.
El conciliador discurso de Donald Trump tras la victoria.
Y es que muchos nombres de peso republicanos si no expresaron su rechazo a la candidatura de Trump, por lo menos se mantuvieron al margen de hacer proselitismo a favor de su aspirante presidencial.
Contar con la estructura del partido es lo que sí tuvo a su disposición Hillary Clinton del lado demócrata.
Pero Donald Trump remó contracorriente y ganó.
"Habiendo aturdido a las élites republicanas en las primarias, Trump hizo lo mismo con los demócratas en las elecciones generales, repitiendo el movimiento de judo de revertir el peso de un 'establishment' en su contra", apuntó The New York Times en su editorial de este miércoles.
2. Demostrar experiencia
Las credenciales de experiencia político-gubernamental con las que llegó Donald Trump a la carrera presidencial se reducen a ninguna.
Nunca fue congresista ni gobernante, sino un empresario de toda la vida y durante la década pasada estrella de televisión con su programa de telerrealidad "El Aprendiz".
Solo Dwight Eisenhower fue electo presidente en 1952 sin ninguna experiencia política, pero se trataba de un general cinco estrellas admirado por su liderazgo en la Segunda Guerra Mundial.
Pero Donald Trump no se ha mantenido al margen de la política: fue un donante activo del Partido Republicano, pero incluso también del Partido Demócrata.
Su posición de estar fuera de los círculo de políticos, pudo haber significado una debilidad para cualquier persona que se presenta a unas elecciones.
Sin embargo Trump sacó partido de eso en esta campaña al mostrarse como una persona fuera del sistema político, al que retrataba como "viciado" y "corrupto".
3. Respetar a las minorías
"Están trayendo drogas, crimen, violadores", fueron las palabras que Donald Trump dedicó a los mexicanos en el discurso en el que anunció su candidatura presidencial.
"Las comunidades negras nunca, nunca, nunca han estado peor", dijo sobre la población afroestadounidense, y de los musulmanes planteó la propuesta de bloquearles la entrada a Estados Unidos de forma "total y completa".
El discurso de Donald Trump a lo largo de su campaña tuvo una retórica en la que habló frecuentemente de las minorías del país, y no en los términos más cuidadosos como hacen los políticos profesionales.
El empresario Peter Thiel, uno de los simpatizantes de Trump, dijo en una conferencia en el Club Nacional de Prensa de Washington que un error de los analistas en estas campañas fue escuchar al republicano de forma literal, y no como los electores recibían sus mensajes.
"Cuando oyen cosas como el comentario musulmán o el comentario del muro (contra inmigrantes), su pregunta no es '¿vas a construir un muro como la Gran Muralla de China?'. Lo que escuchan es que vamos a tener una política de inmigración más sana y sensata", consideró Thiel.
4. Atraer la buena prensa
Varios de los grandes periódicos de Estados Unidos, como The New York Times y The Washington Post, dieron su apoyo público a Hillary Clinton, mientras que solo unos pocos a Trump.
"La elección está siendo manipulada por medios corruptos que lanzan acusaciones completamente falsas y mentiras descaradas en un esfuerzo por elegir a su presidenta", dijo Trump en octubre.
El rechazo de Trump a los grandes medios de Estados Unidos fue constante durante su campaña, a diferencia de los políticos que desean tenerlos de su lado.
Pero para Margaret Sullivan, columnista en The Washington Post, el error de la prensa fue no haber cubierto correctamente lo que pasaba.
"Un gran número de votantes estadounidenses quería algo diferente. Y aunque estos votantes gritaban y gritaban, la mayoría de los periodistas simplemente no estaban escuchando, no lo entendieron", dijo.
5. Evitar los escándalos
En uno de los momentos más álgidos en la campaña antes de la elección del 8 de noviembre, Donald Trump enfrentaba múltiples acusaciones de agresiones sexuales a mujeres.
A pesar de su caída en las encuestas, el aspirante se limitaba a rechazar los señalamientos en los medios. "Yo aprecio a las mujeres, yo quiero ayudar a las mujeres", dijo.
Pero por otro lado hizo suyas propuestas del conservadurismo de EE.UU., como el impulsar leyes restrictivas contra la interrupción del embarazo.
Su compañero de fórmula y nuevo vicepresidente, Mike Pence, es conocido por su política contra el aborto cuando fue gobernador de Indiana.
Image copyright AFP
Image caption Melania Trump, la esposa del candidato republicano, rechazó los comentarios de su esposo divulgados en una grabación.
Pese a los escándalos relacionados con las mujeres que cualquier político hubiera deseado evitar, Trump logró el 42% del voto femenino en las presidenciales.
6. Ser transparente
En los últimos 40 años, todos los candidatos presidenciales en Estados Unidos han hecho públicas sus declaraciones de impuestos al iniciar la campaña, una muestra de transparencia de los aspirantes.
Todos excepto Trump.
Dijo que no lo haría "hasta que no concluya una auditoría" que le realiza la agencia tributaria de EE.UU., lo cual fue ampliamente criticado por su rival, Hillary Clinton, y otros políticos y analistas.
Una investigación periodística publicada a un mes de la elección apuntó a que Trump evadió el pago de impuesto sobre la renta durante 18 años, gracias a maniobras fiscales como la declaración de pérdidas.
"Tal vez no quiera que el pueblo estadounidense, todos ustedes mirando esta noche, sepa que no ha pagado nada en impuestos federales", dijo Clinton sobre su rival durante el primer debate presidencial.
"Eso me hace inteligente", remató Trump.
7. Medir las palabras
"A veces en el calor del debate... uno no elige las palabras adecuadas o dice algo equivocado. Yo lo he hecho y créanlo o no, lo lamento y lo lamento en especial cuando puede haber causado dolor".
Así es como Donald Trump ofrecía una inusual disculpa por haber catalogado como fallidas a las comunidades afroestadounidenses en agosto, un momento en el que quería relanzar su campaña.
Y es que el republicano había llevado los mítines de su campaña bajo su propia forma de hacer las cosas, sin leer sus discursos y con ocurrencias que se salían de la corrección política.
Fanático, racista, misógino, vulgar, grosero y bravucón. La reportera Katty Kay de la BBC explicaba qué adjetivos sobre Trump había escuchado en privado al conversar con políticos y estrategas republicanos.
Pero infirió que Trump era quien se estaba dando cuenta de que su público era la clase trabajadora con menos formación académica, golpeada por malas condiciones laborales y que se sentía olvidada por el sistema.
"Sus seguidores lo quieren, sobre todo porque no habla como todos los políticos que han prometido mucho y han cumplido poco", explicaba Kay.
Y advertía en mayo pasado: "El manual del juego político ha quedado hecho trizas y Donald Trump odia perder casi más de lo que ama ganar".