China propone un nuevo modelo de relaciones con Latinoamérica y el Caribe
China, EFE
China dio hoy un nuevo paso en remarcar su interés por Latinoamérica y el Caribe al publicar una hoja de ruta que define un nuevo modelo de relaciones con la región, en la que el presidente Xi Jinping acaba de concluir su tercera gira desde que asumió el liderazgo en 2013.
“El documento confirma la importancia de la región para la política exterior y económica de Pekín”, aseguró hoy Geng Shuang, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, en una rueda de prensa en la capital china.
Se trata del segundo documento de este tipo que el Gobierno chino realiza sobre sus relaciones con la región (el primero fue en 2008) y se divulga ante una coyuntura especial: el regreso de Xi de una gira por Ecuador, Perú y Chile, y el actual escenario en Estados Unidos tras la victoria de Donald Trump.
“Sí se puede decir que (el documento) es el resultado de la visita a Latinoamericana del presidente Xi”, admitió Geng, quien aseguró que, en contraste con el primero, éste “busca explicar mejor las políticas y propuestas de China hacia Latinoamérica en la nueva era”.
Más que propuestas, el documento es una declaración de intenciones de China sobre cómo van a ser, en teoría, sus relaciones con Latinoamérica y el Caribe de ahora en adelante, con especial hincapié en el aspecto económico, pero también espacio para hablar a grandes rasgos de la cooperación política, cultural o judicial.
Así, incide en que Pekín va a promover el comercio de productos y bienes especializados con la región y fomentar la inversión en infraestructura, respondiendo a las demandas de países latinoamericanos de que desvíe su atención de las materias primas.
Destaca igualmente su interés en firmar nuevos acuerdos de libre comercio, asunto que llega en un momento idóneo, después de que el presidente electo estadounidense, Donald Trump, anunciara que sacará a su país del tratado de libre comercio TPP (Acuerdo Transpacífico), que incluye a doce naciones de la cuenca pacífica y excluye a China.
Pese a ello, Pekín insiste en que su renovado interés por esa región no es consecuencia del nuevo escenario en Estados Unidos: “las relaciones entre China y Latinoamérica ni se dirigen a otros países, ni los excluyen”, puntualizó hoy Geng.
Xu Shicheng, director del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia de Ciencias Sociales de China (CASS), cree que el documento supone un “nuevo plan, sobre todo para la estructura comercial de sus relaciones”, dijo a Efe.
“Antes, el modelo comercial se basaba en de la exportación de materias primas, y, según el documento, en el futuro se dirige hacia la alta tecnología y productos con valor añadido”, consideró Xu.
Un giro que ha tenido “una acogida muy positiva”, afirmó a Efe Óscar Rueda, embajador de Colombia en Pekín, quien subrayó que el documento “resulta absolutamente oportuno y en consonancia con la defensa que Xi ha lanzado sobre el libre comercio” en su visita a Latinoamérica.
Rueda destacó que el modelo “reafirma y profundiza la importancia estratégica de América Latina para China” y presta más atención al área de servicios y transferencias tecnológicas, y además habla no sólo de acuerdos de libre comercio, sino de todo tipo, y “entiende las diferencias y las asimetrías entre las economías”.
“De alguna manera manda el mensaje de que un acuerdo de libre comercio tendría en cuenta esas diferencias“, valoró el diplomático, que también aplaudió que menciona algo que no existía en el pasado, y es que empresas chinas trabajen en sectores privados de la región.
Por otro lado, la iniciativa aboga por prestar más atención a las relaciones políticas, proponiendo intercambios entre partidos, después de que el pasado diciembre se produjera en Pekín el primer encuentro de formaciones políticas de China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
Un modelo de cooperación que contempla igualmente iniciativas como la expansión de los lazos culturales, a través, sobre todo, de la puesta en marcha de más Institutos Confucio chinos en esa región, y la colaboración judicial en asuntos como extradiciones o ciberseguridad.
Además, apuesta por incrementar la coordinación entre China y Latinoamérica/Caribe en asuntos internacionales, en el marco de la ONU y los organismos existentes, y en la lucha contra el cambio climático, promoviendo la implementación del acuerdo de París.
Un plan, en general, para lograr un “nuevo máximo” en las relaciones entre ambas partes, reza el documento, divulgado al regreso de Xi a su país.
China dio hoy un nuevo paso en remarcar su interés por Latinoamérica y el Caribe al publicar una hoja de ruta que define un nuevo modelo de relaciones con la región, en la que el presidente Xi Jinping acaba de concluir su tercera gira desde que asumió el liderazgo en 2013.
“El documento confirma la importancia de la región para la política exterior y económica de Pekín”, aseguró hoy Geng Shuang, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, en una rueda de prensa en la capital china.
Se trata del segundo documento de este tipo que el Gobierno chino realiza sobre sus relaciones con la región (el primero fue en 2008) y se divulga ante una coyuntura especial: el regreso de Xi de una gira por Ecuador, Perú y Chile, y el actual escenario en Estados Unidos tras la victoria de Donald Trump.
“Sí se puede decir que (el documento) es el resultado de la visita a Latinoamericana del presidente Xi”, admitió Geng, quien aseguró que, en contraste con el primero, éste “busca explicar mejor las políticas y propuestas de China hacia Latinoamérica en la nueva era”.
Más que propuestas, el documento es una declaración de intenciones de China sobre cómo van a ser, en teoría, sus relaciones con Latinoamérica y el Caribe de ahora en adelante, con especial hincapié en el aspecto económico, pero también espacio para hablar a grandes rasgos de la cooperación política, cultural o judicial.
Así, incide en que Pekín va a promover el comercio de productos y bienes especializados con la región y fomentar la inversión en infraestructura, respondiendo a las demandas de países latinoamericanos de que desvíe su atención de las materias primas.
Destaca igualmente su interés en firmar nuevos acuerdos de libre comercio, asunto que llega en un momento idóneo, después de que el presidente electo estadounidense, Donald Trump, anunciara que sacará a su país del tratado de libre comercio TPP (Acuerdo Transpacífico), que incluye a doce naciones de la cuenca pacífica y excluye a China.
Pese a ello, Pekín insiste en que su renovado interés por esa región no es consecuencia del nuevo escenario en Estados Unidos: “las relaciones entre China y Latinoamérica ni se dirigen a otros países, ni los excluyen”, puntualizó hoy Geng.
Xu Shicheng, director del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia de Ciencias Sociales de China (CASS), cree que el documento supone un “nuevo plan, sobre todo para la estructura comercial de sus relaciones”, dijo a Efe.
“Antes, el modelo comercial se basaba en de la exportación de materias primas, y, según el documento, en el futuro se dirige hacia la alta tecnología y productos con valor añadido”, consideró Xu.
Un giro que ha tenido “una acogida muy positiva”, afirmó a Efe Óscar Rueda, embajador de Colombia en Pekín, quien subrayó que el documento “resulta absolutamente oportuno y en consonancia con la defensa que Xi ha lanzado sobre el libre comercio” en su visita a Latinoamérica.
Rueda destacó que el modelo “reafirma y profundiza la importancia estratégica de América Latina para China” y presta más atención al área de servicios y transferencias tecnológicas, y además habla no sólo de acuerdos de libre comercio, sino de todo tipo, y “entiende las diferencias y las asimetrías entre las economías”.
“De alguna manera manda el mensaje de que un acuerdo de libre comercio tendría en cuenta esas diferencias“, valoró el diplomático, que también aplaudió que menciona algo que no existía en el pasado, y es que empresas chinas trabajen en sectores privados de la región.
Por otro lado, la iniciativa aboga por prestar más atención a las relaciones políticas, proponiendo intercambios entre partidos, después de que el pasado diciembre se produjera en Pekín el primer encuentro de formaciones políticas de China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
Un modelo de cooperación que contempla igualmente iniciativas como la expansión de los lazos culturales, a través, sobre todo, de la puesta en marcha de más Institutos Confucio chinos en esa región, y la colaboración judicial en asuntos como extradiciones o ciberseguridad.
Además, apuesta por incrementar la coordinación entre China y Latinoamérica/Caribe en asuntos internacionales, en el marco de la ONU y los organismos existentes, y en la lucha contra el cambio climático, promoviendo la implementación del acuerdo de París.
Un plan, en general, para lograr un “nuevo máximo” en las relaciones entre ambas partes, reza el documento, divulgado al regreso de Xi a su país.