Anulada la condena a muerte del expresidente egipcio Mohamed Morsi
El dirigente islamista, ya condenado a dos cadenas perpetuas, tendrá que ser juzgado de nuevo
Ricard González
Túnez, El País
Una corte de casación egipcia anuló el martes la condena a la pena de muerte contra el expresidente islamista Mohamed Morsi, derrocado a través de un golpe de Estado en 2013, así como también otros cinco líderes de los Hermanos Musulmanes, entre ellos su Guía Supremo, Mohamed Badie, y el expresidente del Parlamento. Saad al Katatny. Todos estaban acusados de participar o preparar el asalto a diversas cárceles egipcias durante la Revolución del 2011 que puso fin a la dictadura de Hosni Mubarak, y que propiciaron la liberación de varios dirigentes, incluido Morsi. De acuerdo con el veredicto, del que informa el diario Al Ahram, el juicio se deberá repetir de nuevo.
La entera dirección de la organización islamista se encuentra actualmente en el exilio o bien entre rejas, procesada y condenada en una retahíla de juicios, la mayoría por cargos graves, como “pertenencia a banda armada” o “incitación a la violencia”. De hecho, en diciembre del 2013, el Gobierno egipcio declaró la Hermandad “organización terrorista”, y desató una intensa campaña de represión para erradicarla. El propio Morsi ya cuenta con una condena en firme a 20 años de cárcel por los enfrentamientos violentos que sucedieron frente al Palacio Presidencial de Ittihadiya en diciembre de 2012, bajo su presidencia.
Además, el expresidente se halla a la espera del fallo de los tribunales de casación egipcia en otros dos casos en los que sus abogados apelaron contra severas sentencias dictadas durante los últimos dos años. En el primero, que será revisado el próximo día 27 de noviembre y en el que está acusado de espiar en favor de Catar, fue condenado a cadena perpetua. En el segundo, Morsi y otros 16 líderes de la Hermandad, incluido Badíe, también fueron condenados a cadena perpetua acusados de conspirar con Irán, la milicia palestina Hamàs, y la libanesa Hezbolá. Por último, el líder islamista está siendo juzgado por insultar a la judicatura egipcia.
En el presente caso, según la versión de la policía, los lideres de la Hermandad habrían planeado con Hamás y Hezbolá el ataque a las prisiones, con la consiguiente muerte de varios agentes de policía. Durante el juicio, la fiscalía sostuvo que los días previos al asalto se infiltraron en Egipto unos 800 militantes a través de los túneles de la Franja de Gaza.
Sin embargo, los responsables de la Hermandad, así como también de Hamás, siempre han rechazado estas alegaciones. El propio Morsi explicó en una entrevista telefónica concedida a la cadena de televisión Al Jazira en 2011 que fueron los familiares de los presos quienes, aprovechando el caos en el que se sumergió el país durante la Revolución, irrumpieron en las prisiones. Durante la revolución, el régimen de Mubarak ya atribuyó la revuelta a una conspiración extranjera, pero no fue hasta después del golpe de Estado ejecutado por el presidente Al Sisi, entonces ministro de Defensa, cuando se abrió una investigación.
Organizaciones de Derechos Humanos como Human Rights Watch o Amnistía Internacional han criticado duramente la falta de garantías legales en los juicios contra miembros de la oposición tras el golpe. Ahora bien, la Corte de Casación es conocida por ser la rama más garantista de la justicia egipcia, y durante los últimos meses, ha revocado varias sentencias contra dirigentes y miembros de la Hermanad.
Ricard González
Túnez, El País
Una corte de casación egipcia anuló el martes la condena a la pena de muerte contra el expresidente islamista Mohamed Morsi, derrocado a través de un golpe de Estado en 2013, así como también otros cinco líderes de los Hermanos Musulmanes, entre ellos su Guía Supremo, Mohamed Badie, y el expresidente del Parlamento. Saad al Katatny. Todos estaban acusados de participar o preparar el asalto a diversas cárceles egipcias durante la Revolución del 2011 que puso fin a la dictadura de Hosni Mubarak, y que propiciaron la liberación de varios dirigentes, incluido Morsi. De acuerdo con el veredicto, del que informa el diario Al Ahram, el juicio se deberá repetir de nuevo.
La entera dirección de la organización islamista se encuentra actualmente en el exilio o bien entre rejas, procesada y condenada en una retahíla de juicios, la mayoría por cargos graves, como “pertenencia a banda armada” o “incitación a la violencia”. De hecho, en diciembre del 2013, el Gobierno egipcio declaró la Hermandad “organización terrorista”, y desató una intensa campaña de represión para erradicarla. El propio Morsi ya cuenta con una condena en firme a 20 años de cárcel por los enfrentamientos violentos que sucedieron frente al Palacio Presidencial de Ittihadiya en diciembre de 2012, bajo su presidencia.
Además, el expresidente se halla a la espera del fallo de los tribunales de casación egipcia en otros dos casos en los que sus abogados apelaron contra severas sentencias dictadas durante los últimos dos años. En el primero, que será revisado el próximo día 27 de noviembre y en el que está acusado de espiar en favor de Catar, fue condenado a cadena perpetua. En el segundo, Morsi y otros 16 líderes de la Hermandad, incluido Badíe, también fueron condenados a cadena perpetua acusados de conspirar con Irán, la milicia palestina Hamàs, y la libanesa Hezbolá. Por último, el líder islamista está siendo juzgado por insultar a la judicatura egipcia.
En el presente caso, según la versión de la policía, los lideres de la Hermandad habrían planeado con Hamás y Hezbolá el ataque a las prisiones, con la consiguiente muerte de varios agentes de policía. Durante el juicio, la fiscalía sostuvo que los días previos al asalto se infiltraron en Egipto unos 800 militantes a través de los túneles de la Franja de Gaza.
Sin embargo, los responsables de la Hermandad, así como también de Hamás, siempre han rechazado estas alegaciones. El propio Morsi explicó en una entrevista telefónica concedida a la cadena de televisión Al Jazira en 2011 que fueron los familiares de los presos quienes, aprovechando el caos en el que se sumergió el país durante la Revolución, irrumpieron en las prisiones. Durante la revolución, el régimen de Mubarak ya atribuyó la revuelta a una conspiración extranjera, pero no fue hasta después del golpe de Estado ejecutado por el presidente Al Sisi, entonces ministro de Defensa, cuando se abrió una investigación.
Organizaciones de Derechos Humanos como Human Rights Watch o Amnistía Internacional han criticado duramente la falta de garantías legales en los juicios contra miembros de la oposición tras el golpe. Ahora bien, la Corte de Casación es conocida por ser la rama más garantista de la justicia egipcia, y durante los últimos meses, ha revocado varias sentencias contra dirigentes y miembros de la Hermanad.