Alemania busca a un sirio con vínculos yihadistas por planear un atentado
La policía encuentra material explosivo en la vivienda de Albakr y detiene a tres de sus conocidos
Luis Doncel
Berlín, El País
Alemania vuelve a enfrentarse a la amenaza islamista. La policía de la ciudad de Chemnitz, al este del país, busca a Jaber Albakr, un sirio de 22 años sospechoso de planear un atentado. Los agentes encontraron en su vivienda varios cientos de gramos de un material “altamente explosivo” y detuvieron a tres personas que podrían conocer al supuesto terrorista.
“La búsqueda del sospechoso continúa. Por ahora no sabemos ni dónde está ni qué lleva consigo. Sean precavidos”, escribía la policía en su cuenta de Twitter a media tarde. Los investigadores creen que el joven sirio estaría vinculado a la organización terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), según informa la agencia DPA, que cita fuentes de los servicios de seguridad alemanes.
La operación comenzó en la mañana del sábado, cuando la policía de Sajonia, el Estado en el que está Chemnitz, desplegó una operación de gran alcance con centenares de agentes a la búsqueda del supuesto terrorista. Los servicios secretos informaron en la tarde del viernes del “serio peligro” que representaba el sospechoso, del que la policía dispone de una fotografía en la que aparece con una sudadera con capucha negra. La zona donde está la vivienda de Albakr ha sido evacuada, como también lo fue la estación de trenes de la ciudad, donde se encontraron a dos de los tres detenidos.
La operación en Chemnitz pone de manifiesto, una vez más, la amenaza del yihadismo internacional. Alemania se ha librado de atentados masivos como los padecidos en los últimos meses por Francia o Bélgica. Pero el pasado mes de julio sufrió dos ataques de yihadistas –un afgano agredió con un hacha a varios pasajeros en un tren; y un sirio murió cuando trataba de colocar una bomba en un festival de música-, sin víctimas mortales pero con dos decenas de heridos, algunos de ellos graves.
Estos dos ataques –sumados a una matanza de nueve personas en un centro comercial de Múnich, aunque esta no tenía nada que ver con el islamismo- contribuyeron a aumentar la sensación de peligro entre la población. El hecho de que los dos yihadistas que actuaron el verano llegaran a Alemania como refugiados incrementó también la presión sobre la canciller Angela Merkel por haber permitido la entrada en 2015 de 900.000 solicitantes de asilo.
Berlín, El País
Alemania vuelve a enfrentarse a la amenaza islamista. La policía de la ciudad de Chemnitz, al este del país, busca a Jaber Albakr, un sirio de 22 años sospechoso de planear un atentado. Los agentes encontraron en su vivienda varios cientos de gramos de un material “altamente explosivo” y detuvieron a tres personas que podrían conocer al supuesto terrorista.
“La búsqueda del sospechoso continúa. Por ahora no sabemos ni dónde está ni qué lleva consigo. Sean precavidos”, escribía la policía en su cuenta de Twitter a media tarde. Los investigadores creen que el joven sirio estaría vinculado a la organización terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), según informa la agencia DPA, que cita fuentes de los servicios de seguridad alemanes.
La operación comenzó en la mañana del sábado, cuando la policía de Sajonia, el Estado en el que está Chemnitz, desplegó una operación de gran alcance con centenares de agentes a la búsqueda del supuesto terrorista. Los servicios secretos informaron en la tarde del viernes del “serio peligro” que representaba el sospechoso, del que la policía dispone de una fotografía en la que aparece con una sudadera con capucha negra. La zona donde está la vivienda de Albakr ha sido evacuada, como también lo fue la estación de trenes de la ciudad, donde se encontraron a dos de los tres detenidos.
La operación en Chemnitz pone de manifiesto, una vez más, la amenaza del yihadismo internacional. Alemania se ha librado de atentados masivos como los padecidos en los últimos meses por Francia o Bélgica. Pero el pasado mes de julio sufrió dos ataques de yihadistas –un afgano agredió con un hacha a varios pasajeros en un tren; y un sirio murió cuando trataba de colocar una bomba en un festival de música-, sin víctimas mortales pero con dos decenas de heridos, algunos de ellos graves.
Estos dos ataques –sumados a una matanza de nueve personas en un centro comercial de Múnich, aunque esta no tenía nada que ver con el islamismo- contribuyeron a aumentar la sensación de peligro entre la población. El hecho de que los dos yihadistas que actuaron el verano llegaran a Alemania como refugiados incrementó también la presión sobre la canciller Angela Merkel por haber permitido la entrada en 2015 de 900.000 solicitantes de asilo.
