Trump rectifica: “Barack Obama nació en Estados Unidos. Punto”
La vuelta a la polémica sobre el origen de Obama refleja el poso racista de la campaña del candidato republicano
Amanda Mars
Nueva York, El País
Donald Trump ha admitido este viernes que el presidente Barack Obama nació en Estados Unidos. Que tal afirmación no resulte vacua, sino una noticia urgente que la prensa estadounidense se apresura a difundir por alertas, refleja el poso racista que impregna la campaña del candidato republicano a la Casa Blanca. Trump encendió en 2011 una teoría conspirativa según la cual Obama, primer presidente negro de la historia americana, natural del estado de Hawái, provenía de otro país, posiblemente Kenia. Eso le hubiera inhabilitado para gobernar el país. "El presidente Barack Obama ha nacido en Estados Unidos. Punto", rectificó esta mañana en un acto en Washington, y lo hizo con un tono magnánimo, como si le reconociera al final la ciudadanía.
El empresario neoyorquino quiso zanjar así esta polémica, aunque aprovechó para acusar a Hillary Clinton, su rival demócrata en la carrera a la Casa Blanca, de haber generado ese rumor cuando la candidata rivalizó con Obama en 2008 por las primarias. "Hillary Clinton, en su campaña de 2008, inició la controversia del certificado de nacimiento (de Obama) y yo le he puesto punto final", aseguró.
Las declaraciones tuvieron lugar después de que esta semana, entrevistado por The Washington Post, Trump evitara admitir que el presidente de Estados Unidos había, en efecto, nacido en el país. Hillary Clinton le atacó por ello. "Se le preguntó una vez más: ¿Dónde nació el presidente Obama? Y no dijo Hawái. No dijo Estados Unidos", criticó.
Trump se había limitado a decir que hablaría del tema del nacimiento de Obama "en el momento oportuno", así que fue su equipo de campaña el que el jueves por la noche salió a comunicar lo que su jefe se había negado a afirmar, que era plenamente consciente de que el presidente Barack Obama había nacido en Estados Unidos. "Él cree que el presidente Obama nació en Estados Unidos", declaró el portavoz de la campaña, Jason Miller.
Los recelos sobre el origen de Barack Obama, impulsadas desde los sectores más radicales de la derecha, datan de hace años, pero llegaron a su máxima cota en 2011. Gracias en buena parte a la intervención de Donald Trump, el presidente ya no vio otra salida que hacer público su certificado de nacimiento para callar los rumores. El documento decía que Barack Hussein Obama nació en 4 de agosto de 1961 en Honolulu, más concretamente, en la isla hawaiana de Oahu.
La entrada en política del empresario está muy ligada a estas teorías conspirativas -muy cercanas a las bases del Tea Party-, ya que Trump se puso a la cabeza de la manifestación sobre esta polémica precisamente cuando se barajaba su interés por convertirse en el candidato republicano para las elecciones de 2012. Trump se declaró "honrado" de haber conseguido que Obama mostrase su certificado de nacimiento.
El papel que universo Clinton tuvo en el origen de esta rumorología no es el que el Trump le atribuyó este viernes. En las primarias 2008, algunos de sus partidarios difundieron el bulo por email, pero no hay constancia de que ni ella ni nadie de su campaña le dieran pábulo, según la web de política Factcheck.org.
Amanda Mars
Nueva York, El País
Donald Trump ha admitido este viernes que el presidente Barack Obama nació en Estados Unidos. Que tal afirmación no resulte vacua, sino una noticia urgente que la prensa estadounidense se apresura a difundir por alertas, refleja el poso racista que impregna la campaña del candidato republicano a la Casa Blanca. Trump encendió en 2011 una teoría conspirativa según la cual Obama, primer presidente negro de la historia americana, natural del estado de Hawái, provenía de otro país, posiblemente Kenia. Eso le hubiera inhabilitado para gobernar el país. "El presidente Barack Obama ha nacido en Estados Unidos. Punto", rectificó esta mañana en un acto en Washington, y lo hizo con un tono magnánimo, como si le reconociera al final la ciudadanía.
El empresario neoyorquino quiso zanjar así esta polémica, aunque aprovechó para acusar a Hillary Clinton, su rival demócrata en la carrera a la Casa Blanca, de haber generado ese rumor cuando la candidata rivalizó con Obama en 2008 por las primarias. "Hillary Clinton, en su campaña de 2008, inició la controversia del certificado de nacimiento (de Obama) y yo le he puesto punto final", aseguró.
Las declaraciones tuvieron lugar después de que esta semana, entrevistado por The Washington Post, Trump evitara admitir que el presidente de Estados Unidos había, en efecto, nacido en el país. Hillary Clinton le atacó por ello. "Se le preguntó una vez más: ¿Dónde nació el presidente Obama? Y no dijo Hawái. No dijo Estados Unidos", criticó.
Trump se había limitado a decir que hablaría del tema del nacimiento de Obama "en el momento oportuno", así que fue su equipo de campaña el que el jueves por la noche salió a comunicar lo que su jefe se había negado a afirmar, que era plenamente consciente de que el presidente Barack Obama había nacido en Estados Unidos. "Él cree que el presidente Obama nació en Estados Unidos", declaró el portavoz de la campaña, Jason Miller.
Los recelos sobre el origen de Barack Obama, impulsadas desde los sectores más radicales de la derecha, datan de hace años, pero llegaron a su máxima cota en 2011. Gracias en buena parte a la intervención de Donald Trump, el presidente ya no vio otra salida que hacer público su certificado de nacimiento para callar los rumores. El documento decía que Barack Hussein Obama nació en 4 de agosto de 1961 en Honolulu, más concretamente, en la isla hawaiana de Oahu.
La entrada en política del empresario está muy ligada a estas teorías conspirativas -muy cercanas a las bases del Tea Party-, ya que Trump se puso a la cabeza de la manifestación sobre esta polémica precisamente cuando se barajaba su interés por convertirse en el candidato republicano para las elecciones de 2012. Trump se declaró "honrado" de haber conseguido que Obama mostrase su certificado de nacimiento.
El papel que universo Clinton tuvo en el origen de esta rumorología no es el que el Trump le atribuyó este viernes. En las primarias 2008, algunos de sus partidarios difundieron el bulo por email, pero no hay constancia de que ni ella ni nadie de su campaña le dieran pábulo, según la web de política Factcheck.org.