Obama a Al Qaeda: “Jamás podrán vencer a una nación tan grande y fuerte como EE UU”
EEUU, AFP
El presidente Barack Obama dijo a Organizaciones extremistas como Al Qaeda o el grupo Estados Islámico “saben que jamás podrán vencer a una nación tan grande y fuerte como Estados Unidos”, al conmemorarse el 15° aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Obama instó a abrazar la diversidad de Estados Unidos y no permitir que el terrorismo divida al país, esto lo dijo en la ceremonia que se lleva a cabo en el Pentágono,uno de los blancos de los atentados que dejaron casi 3.000 muertos, la inmensa mayoría de los cuales en Nueva York.
“Es por eso que en cambio intentan aterrorizarnos, esperando que el miedo nos enfrente unos contra otros”, agregó.
“Y es por eso que es tan importante reafirmar hoy nuestro carácter como nación (…) Nuestra diversidad, nuestra herencia de retazos, no es una debilidad. Aun es, y siempre será, una de nuestras grandes fortalezas”, aseveró.
“Ese es el Estados Unidos que fue atacado aquella mañana de septiembre. Ese es el Estados Unidos al que debemos permanecer leales”, añadió.
En una alusión indirecta a las controvertidas propuestas del candidato presidencial republicano Donald Trump, Obama recordó que las personas “que vienen de todos los rincones del mundo, de todos los colores, de todas las religiones” han hecho de Estados Unidos lo que es hoy.
El presidente ha denunciado, en reiteradas ocasiones, la retórica del aspirante republicano a la Casa Blanca.
Tras la masacre de San Bernardino, California, en diciembre pasado, Trump propuso prohibir temporalmente el ingreso de los musulmanes a territorio estadounidense.
Desde los atentados del 11-S, “la amenaza ha evolucionado”, indicó Obama.
“Los terroristas intentan a menudo ataques a más pequeña escala pero de todos modos mortíferos”, agregó, evocando los atentados de Boston, San Bernardino u Orlando.
A las 08H46 (12H46 GMT), hora en la que impactó el primer avión secuestrado contra la Torre Norte del World Trade Center en Nueva York, Obama acompañó con un minuto de silencio desde el Salón Oval de la Casa Blanca.
El presidente Barack Obama dijo a Organizaciones extremistas como Al Qaeda o el grupo Estados Islámico “saben que jamás podrán vencer a una nación tan grande y fuerte como Estados Unidos”, al conmemorarse el 15° aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Obama instó a abrazar la diversidad de Estados Unidos y no permitir que el terrorismo divida al país, esto lo dijo en la ceremonia que se lleva a cabo en el Pentágono,uno de los blancos de los atentados que dejaron casi 3.000 muertos, la inmensa mayoría de los cuales en Nueva York.
“Es por eso que en cambio intentan aterrorizarnos, esperando que el miedo nos enfrente unos contra otros”, agregó.
“Y es por eso que es tan importante reafirmar hoy nuestro carácter como nación (…) Nuestra diversidad, nuestra herencia de retazos, no es una debilidad. Aun es, y siempre será, una de nuestras grandes fortalezas”, aseveró.
“Ese es el Estados Unidos que fue atacado aquella mañana de septiembre. Ese es el Estados Unidos al que debemos permanecer leales”, añadió.
En una alusión indirecta a las controvertidas propuestas del candidato presidencial republicano Donald Trump, Obama recordó que las personas “que vienen de todos los rincones del mundo, de todos los colores, de todas las religiones” han hecho de Estados Unidos lo que es hoy.
El presidente ha denunciado, en reiteradas ocasiones, la retórica del aspirante republicano a la Casa Blanca.
Tras la masacre de San Bernardino, California, en diciembre pasado, Trump propuso prohibir temporalmente el ingreso de los musulmanes a territorio estadounidense.
Desde los atentados del 11-S, “la amenaza ha evolucionado”, indicó Obama.
“Los terroristas intentan a menudo ataques a más pequeña escala pero de todos modos mortíferos”, agregó, evocando los atentados de Boston, San Bernardino u Orlando.
A las 08H46 (12H46 GMT), hora en la que impactó el primer avión secuestrado contra la Torre Norte del World Trade Center en Nueva York, Obama acompañó con un minuto de silencio desde el Salón Oval de la Casa Blanca.