El régimen sirio advierte de que bombardeará a Alepo hasta reconquistar toda la ciudad
La ayuda humanitaria llega a cuatro localidades sitiadas por la guerra
Juan Carlos Sanz
Jerusalén, El País
De poco parece haber servido la denuncia lanzada el domingo por de Estados Unidos en la ONU por las acciones de “barbarie” cometidas en Alepo por el régimen de Damasco con el apoyo de Rusia, su principal aliado. Las bombas lanzadas por aeronaves sirias y rusos han seguido cayendo por cuarto día consecutivo este lunes sobre los barrios rebeldes de la divida ciudad del norte del país árabe. “La aviación bombardeará a los terroristas. Es una decisión irrevocable hasta que termine la reconquista de toda Siria”, advirtió un mando militar del régimen citado por France Presse. El Kremlin, por su parte, ha calificado de “inadmisible" la retórica de los países occidentales que responsabilizan a sus fuerzas de crímenes de guerra.
La falta de medicamentos y medicinas, y los apagones y cortes de suministro de agua, se suman a las oleadas de ataques de una intensidad sin precedente que sufren los 250.000 civiles atrapados en los distritos del este de la ciudad, controlados por las fuerzas insurgentes desde 2012.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos eleva a 128 la cifra de muertos desde el inicio de la ofensiva general del régimen, el pasado viernes. En su mayoría son civiles —entre ellos hay 20 niños—, que no pueden huir del asedio que las tropas gubernamentales mantienen prácticamente sin interrupción desde mediados del mes de julio.
Solo 30 médicos siguen atendiendo a los heridos de guerra y al resto de los pacientes el este de Alepo, donde solo el domingo hubo 400 heridos a causa de los ataques, según ha denunciado ante la ONU el pediatra Aberramán, representante de la Asociación Médica Siria, citado por Efe. Abderramán ha asegurado que hace tres meses había 90 doctores en la zona, pero ahora ni siquiera pueden entrar nuevos médicos porque el cerco militar se lo impide. "Más de la mitad de doctores han abandonado Siria desde que empezó la guerra en 2011", ha agregado.
Según su recuento, solo hay dos pediatras y cuatro ginecólogos, las enfermeras son escasas y no tienen el material sanitario esencial, como piezas quirúrgicas o sangre para transfusiones.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha llevado este lunes hasta cuatro localidades sirias ayuda por primera vez en los últimos seis meses. Los convoyes humanitarios del CICR han alcanzado las pociones asediadas de Madaya y Zabadani, cerca de la capital, Damasco, controlados aún por fuerzas rebeldes, y Foah y Kefraya, en la provincia de Idlib (norte), en manos del régimen de Bachar el Asad. Los cargamentos llevan comida, medicinas y equipos de higiene para alrededor de 60.000 personas.
A Madaya y Zabadani, donde unas 40.000 personas permanecen rodeadas por las fuerzas del régimen y de la milicia libanesa chií de Hezbolá, han llegado 53 vehículos. Otros 18 transportes han alcanzado Foah y Kefraya, cercada por grupos rebeldes desde marzo de 2015, entre ellos el Frente de la Conquista (antiguo Frente Al Nusra, filial de Al Qaeda.
Juan Carlos Sanz
Jerusalén, El País
De poco parece haber servido la denuncia lanzada el domingo por de Estados Unidos en la ONU por las acciones de “barbarie” cometidas en Alepo por el régimen de Damasco con el apoyo de Rusia, su principal aliado. Las bombas lanzadas por aeronaves sirias y rusos han seguido cayendo por cuarto día consecutivo este lunes sobre los barrios rebeldes de la divida ciudad del norte del país árabe. “La aviación bombardeará a los terroristas. Es una decisión irrevocable hasta que termine la reconquista de toda Siria”, advirtió un mando militar del régimen citado por France Presse. El Kremlin, por su parte, ha calificado de “inadmisible" la retórica de los países occidentales que responsabilizan a sus fuerzas de crímenes de guerra.
La falta de medicamentos y medicinas, y los apagones y cortes de suministro de agua, se suman a las oleadas de ataques de una intensidad sin precedente que sufren los 250.000 civiles atrapados en los distritos del este de la ciudad, controlados por las fuerzas insurgentes desde 2012.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos eleva a 128 la cifra de muertos desde el inicio de la ofensiva general del régimen, el pasado viernes. En su mayoría son civiles —entre ellos hay 20 niños—, que no pueden huir del asedio que las tropas gubernamentales mantienen prácticamente sin interrupción desde mediados del mes de julio.
Solo 30 médicos siguen atendiendo a los heridos de guerra y al resto de los pacientes el este de Alepo, donde solo el domingo hubo 400 heridos a causa de los ataques, según ha denunciado ante la ONU el pediatra Aberramán, representante de la Asociación Médica Siria, citado por Efe. Abderramán ha asegurado que hace tres meses había 90 doctores en la zona, pero ahora ni siquiera pueden entrar nuevos médicos porque el cerco militar se lo impide. "Más de la mitad de doctores han abandonado Siria desde que empezó la guerra en 2011", ha agregado.
Según su recuento, solo hay dos pediatras y cuatro ginecólogos, las enfermeras son escasas y no tienen el material sanitario esencial, como piezas quirúrgicas o sangre para transfusiones.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha llevado este lunes hasta cuatro localidades sirias ayuda por primera vez en los últimos seis meses. Los convoyes humanitarios del CICR han alcanzado las pociones asediadas de Madaya y Zabadani, cerca de la capital, Damasco, controlados aún por fuerzas rebeldes, y Foah y Kefraya, en la provincia de Idlib (norte), en manos del régimen de Bachar el Asad. Los cargamentos llevan comida, medicinas y equipos de higiene para alrededor de 60.000 personas.
A Madaya y Zabadani, donde unas 40.000 personas permanecen rodeadas por las fuerzas del régimen y de la milicia libanesa chií de Hezbolá, han llegado 53 vehículos. Otros 18 transportes han alcanzado Foah y Kefraya, cercada por grupos rebeldes desde marzo de 2015, entre ellos el Frente de la Conquista (antiguo Frente Al Nusra, filial de Al Qaeda.