ONU: ascienden a 100.000 los desplazados por el avance del ejército iraquí hacia Mosul
La cifra podría superar el millón a medida que avanza la operación. En esa ciudad se librará una batalla clave contra el Estado Islámico. Se trata de uno de los últimos bastiones del grupo terrorista en el país
Infobae
Más de 100.000 personas se han visto desplazadas conforme las fuerzas iraquíes despejan el terreno para la crucial batalla por Mosul, bajo control del grupo Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), dijo el viernes la agencia de refugiados de la ONU, y se teme que la cifra supere el millón a medida que avanza la operación en torno a la segunda ciudad del país.
El gobierno iraquí ha reiterado que recuperará este año la ciudad de Mosul, que lleva más de dos años en manos del grupo extremista, aunque fuentes estadounidenses han dicho que ese plazo es poco realista.
La ACNUR dijo esta semana que unas 43.000 personas han sido desplazadas de la región desde marzo y otras 66.000 personas han tenido que abandonar la cercana zona de Shirgat desde junio.
Las operaciones de limpieza en Shirgat, al sur de Mosul, intentan cortar las líneas de abastecimiento que emplea el ISIS para introducir o retirar combatientes, pertrechos y provisiones en la zona. Las fuerzas iraquíes están avanzando lentamente sobre las poblaciones al sur de Mosul con apoyo aéreo de la coalición que encabeza Estados Unidos.
"Algunos días recibimos 500, otros días 1.000 (desplazados)", dijo el brigadier Mahdi Younis, de la fuerza peshmerga kurda. "Cada pequeño avance del ejército iraquí produce 1.000 desplazados más".
Desde una base en Makhmour, a 25 kilómetros del frente, sus hombres controlan a los civiles desplazados que huyen de territorio en poder de ISIS.
Desde el frente cerca de la base aérea liberada de Qaraya, se alzaban nubes de humo de fuegos encendidos por milicianos de ISIS para tratar de quitar visibilidad a los ataques aéreos.
Fuera de la oficina climatizada de Younis en la base, un puñado de familias de aldeas cercanas a Mosul aguardaba transporte a un campamento cercano. Habían caminado durante horas, incluso días, para llegar a un lugar seguro.
El campo de Dibaga para civiles desplazados, dentro de la región kurda al sur de Mosul, ya está desbordado y miles de personas carecen de refugio.
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Más de 100.000 personas se han visto desplazadas conforme las fuerzas iraquíes despejan el terreno para la crucial batalla por Mosul, bajo control del grupo Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), dijo el viernes la agencia de refugiados de la ONU, y se teme que la cifra supere el millón a medida que avanza la operación en torno a la segunda ciudad del país.
El gobierno iraquí ha reiterado que recuperará este año la ciudad de Mosul, que lleva más de dos años en manos del grupo extremista, aunque fuentes estadounidenses han dicho que ese plazo es poco realista.
La ACNUR dijo esta semana que unas 43.000 personas han sido desplazadas de la región desde marzo y otras 66.000 personas han tenido que abandonar la cercana zona de Shirgat desde junio.
Las operaciones de limpieza en Shirgat, al sur de Mosul, intentan cortar las líneas de abastecimiento que emplea el ISIS para introducir o retirar combatientes, pertrechos y provisiones en la zona. Las fuerzas iraquíes están avanzando lentamente sobre las poblaciones al sur de Mosul con apoyo aéreo de la coalición que encabeza Estados Unidos.
"Algunos días recibimos 500, otros días 1.000 (desplazados)", dijo el brigadier Mahdi Younis, de la fuerza peshmerga kurda. "Cada pequeño avance del ejército iraquí produce 1.000 desplazados más".
Desde una base en Makhmour, a 25 kilómetros del frente, sus hombres controlan a los civiles desplazados que huyen de territorio en poder de ISIS.
Desde el frente cerca de la base aérea liberada de Qaraya, se alzaban nubes de humo de fuegos encendidos por milicianos de ISIS para tratar de quitar visibilidad a los ataques aéreos.
Fuera de la oficina climatizada de Younis en la base, un puñado de familias de aldeas cercanas a Mosul aguardaba transporte a un campamento cercano. Habían caminado durante horas, incluso días, para llegar a un lugar seguro.
El campo de Dibaga para civiles desplazados, dentro de la región kurda al sur de Mosul, ya está desbordado y miles de personas carecen de refugio.