Fiyi se corona en el regreso triunfal del rugby a los Juegos Olímpicos
Manuel Pérez Bella
Río de Janeiro, EFE
Fiyi se coronó hoy con una medalla de oro en el regreso triunfal del rugby a los Juegos Olímpicos, torneo del que había estado ausente 92 años, y que parece haber hallado su encaje en los Juegos en su formato de siete jugadores.
En el partido del oro, Fiyi no dio opciones a Gran Bretaña y le asestó al equipo europeo una apabullante goleada por 43-7 que dejó claro el incontestable dominio de los oceánicos, que además son los ganadores de las dos últimas ediciones de las Series Mundiales de "seven".
La medalla de bronce se la llevó Sudáfrica, que también firmó una goleada (54-14) sobre Japón, equipo que fue la revelación del torneo.
En el campeonato femenino, que concluyó el pasado lunes y celebró una histórica primera edición en los Juegos, Australia se adjudicó la medalla dorada, Nueva Zelanda la de plata y Canadá, la de bronce.
La experiencia del rugby en los Juegos dejó contentos a los dirigentes del Comité Olímpico Internacional (COI), a la World Rugby y a los aficionados que, si bien no colmaron las gradas, acudieron en buen número al Estadio de Deodoro y respondieron con buenas audiencias en televisión.
El Estadio de Deodoro ha acogido uno de los públicos más variados de los Juegos, en el que los brasileños no predominaban y en el que se veían muchos argentinos, franceses, australianos y neozelandeses, principalmente, y seguidores de todos los países competidores.
El argentino Agustín Pichot, una leyenda del rugby de su país y vicepresidente de la World Rugby, dijo a Efe que el rugby 7 ha llegado para quedarse en los Juegos Olímpicos, gracias al gran nivel de juego que se ha visto en el campo.
"No tengo duda, esta experiencia ha sido maravillosa, única y creo que tanto para nosotros como para el Comité Olímpico ha sido una experiencia enriquecedora", dijo Pichot.
En la final del torneo, Fiyi logró la primera medalla de la historia del país oceánico dándole una auténtica paliza a Gran Bretaña, equipo que se juntó por primera vez en 108 años de historia.
El equipo de Fiyi hizo toda una demostración de rugby colectivo, apoyó siete ensayos anotados por siete jugadores diferentes, toda una hazaña, y no dio ninguna opción a los británicos.
El bronce se quedó en manos de Sudáfrica, uno de los equipos más sólidos del torneo y actual campeón mundial, pero que hoy perdió en semifinales ante la defensa británica (7-5) y se tuvo que conformar goleando a Japón en el partido por el tercer puesto.
Argentina, que era uno de los favoritos, terminó en un agridulce sexto puesto, después de haber sido eliminado en los cuartos de final por Gran Bretaña, en un partido de infarto que se decidió en la muerte súbita (5-0).
Los Pumas concluyeron hoy con una ajustada derrota ante Nueva Zelanda por 17-14, en la que estuvieron 17 puntos abajo, y más temprano remontaron 21 puntos en contra ante Australia, para obtener una victoria importante por 26-21.
La selección española se despidió de la competición como décima colocada, pero con muy buen sabor de boca por el "corazón" y el "coraje" que han puesto los jugadores durante toda la competición, según la valoración del seleccionador nacional, José Ignacio Inchausti.
Inchausti señaló el camino que España debe seguir para acortar distancias con la elite: clasificarse a las Series Mundiales y comenzar a jugar de forma regular contra los mejores, una receta clave para que no vuelva a faltar intensidad en los momentos decisivos.