Estados Unidos admite que utilizó un pago a Irán para garantizarse la liberación de presos
Washington no abonó 400 millones de dólares pendientes hasta asegurarse la salida de tres reos
Joan Faus
Corresponsal en Estados Unidos
Washington, El País
Un episodio que sucedió en enero y que el Gobierno estadounidense minimizó cuando lo destapó la prensa hace dos semanas se ha convertido ahora en una polémica de verano incómoda para Barack Obama. El Departamento de Estado ha reconocido que pospuso un pago pendiente de 400 millones de dólares de Estados Unidos a Irán para utilizarlo como instrumento de presión con el fin de garantizarse la liberación de tres presos norteamericanos por parte de Teherán.
Hasta ahora, Washington había insistido en que ambos casos estaban desvinculados. El Gobierno subraya que no es el pago de un rescate porque es un dinero, sobre un total de total de 1.700 millones, que le pertenece a Irán fruto de un contencioso sobre unos fondos que adelantó a EE UU, antes de la Revolución Islámica de 1979, para comprar material militar.
Pero la admisión oficial de que fue deliberada la coincidencia entre el envío del dinero -en efectivo y a bordo de un avión desde Suiza- y la salida de Irán rumbo a Suiza de los tres reos ha dado munición a los críticos con la Casa Blanca, que lo ven como una prueba más del acercamiento a un país con el que EE UU no mantiene relaciones diplomáticas desde 1980.
“Con las preocupaciones de que Irán pudiera incumplir la liberación de los presos (…) nosotros, por supuesto, buscamos retener la máxima influencia hasta que los ciudadanos estadounidenses fueran liberados”, dijo el jueves el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, en su rueda de prensa diaria.
“(Obama) negó que (el dinero) fuera para los rehenes, pero lo fue”, dijo Donald Trump, el candidato republicano a las elecciones presidenciales de noviembre, tras las palabras del portavoz. “Dijo que no pagamos rescates, pero lo hizo. Mintió sobre los rehenes de forma abierta y descarada”, agregó el magnate en un mitin.
Tras dar a conocer el caso el diario The Wall Street Journal, Obama insistió a principios de agosto en que EE UU no paga rescates y que la Casa Blanca anunció la transacción financiera el 17 de enero, el mismo día en que se canjearon los presos por otros reos iraníes en EE UU, se abonó el dinero en efectivo y se implementó el acuerdo que levantó las sanciones a Irán a cambio de limitar su programa nuclear.
Lo que no explicó Obama ni nadie de su Gobierno hasta el jueves es la escenificación del pago, que la prensa iraní ha descrito como el de un rescate. La Casa Blanca se cuidó de ocultar los detalles de la transacción, consciente de que podía efectivamente aparentar el pago de un rescate a un país enemigo y eclipsar el acuerdo nuclear, que será un elemento central del legado del presidente.
Joan Faus
Corresponsal en Estados Unidos
Washington, El País
Un episodio que sucedió en enero y que el Gobierno estadounidense minimizó cuando lo destapó la prensa hace dos semanas se ha convertido ahora en una polémica de verano incómoda para Barack Obama. El Departamento de Estado ha reconocido que pospuso un pago pendiente de 400 millones de dólares de Estados Unidos a Irán para utilizarlo como instrumento de presión con el fin de garantizarse la liberación de tres presos norteamericanos por parte de Teherán.
Hasta ahora, Washington había insistido en que ambos casos estaban desvinculados. El Gobierno subraya que no es el pago de un rescate porque es un dinero, sobre un total de total de 1.700 millones, que le pertenece a Irán fruto de un contencioso sobre unos fondos que adelantó a EE UU, antes de la Revolución Islámica de 1979, para comprar material militar.
Pero la admisión oficial de que fue deliberada la coincidencia entre el envío del dinero -en efectivo y a bordo de un avión desde Suiza- y la salida de Irán rumbo a Suiza de los tres reos ha dado munición a los críticos con la Casa Blanca, que lo ven como una prueba más del acercamiento a un país con el que EE UU no mantiene relaciones diplomáticas desde 1980.
“Con las preocupaciones de que Irán pudiera incumplir la liberación de los presos (…) nosotros, por supuesto, buscamos retener la máxima influencia hasta que los ciudadanos estadounidenses fueran liberados”, dijo el jueves el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, en su rueda de prensa diaria.
“(Obama) negó que (el dinero) fuera para los rehenes, pero lo fue”, dijo Donald Trump, el candidato republicano a las elecciones presidenciales de noviembre, tras las palabras del portavoz. “Dijo que no pagamos rescates, pero lo hizo. Mintió sobre los rehenes de forma abierta y descarada”, agregó el magnate en un mitin.
Tras dar a conocer el caso el diario The Wall Street Journal, Obama insistió a principios de agosto en que EE UU no paga rescates y que la Casa Blanca anunció la transacción financiera el 17 de enero, el mismo día en que se canjearon los presos por otros reos iraníes en EE UU, se abonó el dinero en efectivo y se implementó el acuerdo que levantó las sanciones a Irán a cambio de limitar su programa nuclear.
Lo que no explicó Obama ni nadie de su Gobierno hasta el jueves es la escenificación del pago, que la prensa iraní ha descrito como el de un rescate. La Casa Blanca se cuidó de ocultar los detalles de la transacción, consciente de que podía efectivamente aparentar el pago de un rescate a un país enemigo y eclipsar el acuerdo nuclear, que será un elemento central del legado del presidente.