Cruz Roja: “Alepo es uno de los conflictos urbanos más devastadores”

El presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) habla de la catrastrófica situación en la ciudad siria, donde un millón y medio de civiles han quedado atrapados entre los cruentos combates

Natalia Sancha
Beirut, El País
“Este es sin duda uno de los conflictos urbanos más devastadores de los últimos tiempos”, ha dicho este lunes el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) , Peter Maurer, en referencia a la batalla que desgarra a la metrópoli siria de Alepo.


La que fuera la segunda mayor ciudad siria y corazón económico del país de preguerra ha quedado partida en dos flancos. Desde 2012, la parte oriental de la urbe ha quedado bajo control de las tropas regulares sirias, mientras que la occidental bajo las diversas facciones insurrectas. El pasado mes de julio, las tropas de Bachar el Asad, junto con las milicia aliadas, lograron sellar la ruta de Castello, al noroeste de la ciudad y última vía de entrada o salida para tanto civiles como milicianos de la franja rebelde. Cuatro años atrás, los tornos se invertían con los rebeles haciéndose con la ruta de Janaser, al sur de la ciudad, y sellando la Alepo leal.

"Nadie y en ningún sitio está a salvo. El fuego de artillería es constante, con casas, escuelas y hospitales en plena línea de tiro. La gente vive en un estado de miedo”, añadió Maurer. La semana pasada, y en un inesperado envite, el denominado Frente de la Conquista (paraguas insurrecto bajo el que luchan desde moderados del Ejército Libre Sirio con islamistas de Ahrar el Sham y yihadistas del rebautizado Jabhat Fatá al Sham y antigua rama local de Al Qaeda), lograba romper el asedio impuesto por las tropas de Bachar el Asad. Al abrir un corredor en la ruta de Janaser y única entrada para los uniformados leales, los rebeldes revertían el cerco esta vez sellando los barrios de Alepo controlados por el Ejército regular sirio.Entre los dos frentes han quedado atrapados 1.5 millones de civiles, de los cuales 250.000 en el bastión bajo control rebelde, según datos de Naciones Unidas.

“A parte de la amenaza directa que suponen los combates, la ausencia de servicios básicos como el agua o la electricidad, entraña un riesgo inmediato y dramático para cerca de dos millones de personas, que tienen grandes dificultades de acceso a los servicios médicos básicos”, advirtió el representante del CICR. Activistas locales ya habían denunciado previamente la escasez de alimentos y la vertiginosa subida de los precios así como la ausencia de hospitales.

Debido a la inseguridad que reina en las dos únicas vías, Janaser al sur y Castello al norte, para avituallar a las dos mitades de la ciudad, apenas varias decenas de camiones cargados con alimentos han logrado llegar hasta las zonas cercadas esta semana. La escalada bélica en pleno corazón de Alepo ha provicado un impasse en las negociaciones que representantes rebeldes y de Damasco mantenían en Ginebra en busca de una salida política del conflicto. La batalla ha dado igualmente al trasto con la tregua que a duras penas permanecía en vigor en varias areas del país y que tan sólo duró dos semanas en Alepo.

A pesar de que Rusia afirma haber abierto hasta siete pasajes seguros para que los civiles abandonaran las zonas de combates y los milicianos que se acogieran a una amnistía entregaran sus armas, apenas una veintena de familias han atravesado los corredores. Moscú anunció también una tregua diaria de tres horas para facilitar la entrada de ayuda humanitaria a las zonas asediadas. Un lapso que Naciones Unidas calificó de insuficiente y pidió que se impusiera una pausa de un mínimo de 48 horas en las que sus trabajadores pudieran monitorear los corredores civiles.

“La escala del sufrimiento es inmensa y el coste humano de la lucha en Alepo es simplemente demasiado alto”, sentenció este lunes Maurer para posteriormente llamar a todas las partes involucradas en el conflicto a “cesar la destrucción y los ataques indiscriminados”.

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