Miles de turcos salen a la calle en la ciudad alemana de Colonia en apoyo a Erdogan
La justicia alemana prohíbe la difusión de un mensaje en directo del presidente de
Enrique Müller
Berlín, El País
Dos semanas después del golpe de Estado fallido contra Recep Tayyip Erdogan, la comunidad turca de Alemania ha logrado reunir este domingo a decenas de miles de personas en una manifestación de apoyo al mandatario en las calles de la ciudad de Colonia. La manifestación, bajo el lema “sí a la democracia, no al golpe”, estuvo precedida de polémica por la prohibición de que Erdogan se dirigiera en directo a sus simpatizantes desde Ankara. El ministro de Deportes turco, Akif Cagatay Kilic, acudió a la marcha y pidió explicaciones al Gobierno alemán.
La manifestación —20.000 personas, según la policía, y 40.000, según los organizadores— la convocó la asociación Unión de Demócratas Turcos Europeos (UETD, en sus siglas en alemán), un grupo financiado desde Ankara por el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Erdogan.
En previsión de posibles altercados en una jornada en la que se habían anunciado contramanifestaciones de grupos de izquierda y kurdos contra Erdogan y la dura purga desatada tras la asonada, y de ultraderechistas, la policía de Colonia blindó el centro de la ciudad y desplegó a 2.700 agentes. La tarde transcurrió finalmente sin incidentes graves, salvo algún encontronazo entre ultras y kurdos en el centro de la ciudad y la disolución por parte de la policía de una concentración de extrema derecha.
La marcha, en un ambiente festivo, se inició con los himnos nacionales de Turquía y Alemania y un minuto de silencio en memoria de las víctimas del intento de golpe de Estado y de últimos atentados en Francia y Baviera.
En Alemania vive la comunidad de inmigrantes turcos más numerosa del mundo, con cerca de tres millones de personas, la mitad de ellas con derecho de voto en Turquía. Los organizadores preveían la asistencia de no menos de 50.000 personas a una manifestación precedida de una polémica política y judicial que llegó hasta el Tribunal Constitucional alemán.
Importar la tensión
Los convocantes pretendían que el mandatario turco transmitiera a los manifestantes un mensaje en directo a través de una pantalla gigante, lo que fue rechazado por los tribunales por considerar la iniciativa una intromisión en la vida política alemana.
Los organizadores recurrieron al Constitucional, que rechazó a última hora del sábado la petición por razones formales y al estimar que el veto no limitaba el derecho a la libre manifestación.
Las autoridades de Colonia también rechazaron la participación de miembros destacados del Gobierno turco, como el ministro de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu, aunque aceptaron la del ministro de Deportes, Akif Cagatay Kilic, nacido en Alemania. Kilic aprovechó su asistencia para exigir explicaciones al Gobierno alemán por la prohibición, calificada de “inaceptable” por Ankara.
La convocatoria de apoyo a Erdogan tras el golpe militar fallido, que se ha saldado con más de 16.000 detenidos y la destitución de 60.000 funcionarios, fue cuestionada, entre otros, por el vicecanciller y líder de los socialdemócratas, Sigmar Gabriel, y el ministro de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, quienes advirtieron de que las divisiones que han envenenado la convivencia pacífica en Turquía no debían trasladarse a Alemania.
“Todos deben colaborar para que esta división de la sociedad no continúe entre nosotros”, escribió Gabriel en su página de Facebook en alemán y turco. “No es legítimo importar las tensiones políticas de Turquía a nuestro país e intimidar a las personas que tienen otras convicciones políticas”, destacó, por su parte, Steinmeier en declaraciones al periódico Süddeutsche Zeitung.
Enrique Müller
Berlín, El País
Dos semanas después del golpe de Estado fallido contra Recep Tayyip Erdogan, la comunidad turca de Alemania ha logrado reunir este domingo a decenas de miles de personas en una manifestación de apoyo al mandatario en las calles de la ciudad de Colonia. La manifestación, bajo el lema “sí a la democracia, no al golpe”, estuvo precedida de polémica por la prohibición de que Erdogan se dirigiera en directo a sus simpatizantes desde Ankara. El ministro de Deportes turco, Akif Cagatay Kilic, acudió a la marcha y pidió explicaciones al Gobierno alemán.
La manifestación —20.000 personas, según la policía, y 40.000, según los organizadores— la convocó la asociación Unión de Demócratas Turcos Europeos (UETD, en sus siglas en alemán), un grupo financiado desde Ankara por el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Erdogan.
En previsión de posibles altercados en una jornada en la que se habían anunciado contramanifestaciones de grupos de izquierda y kurdos contra Erdogan y la dura purga desatada tras la asonada, y de ultraderechistas, la policía de Colonia blindó el centro de la ciudad y desplegó a 2.700 agentes. La tarde transcurrió finalmente sin incidentes graves, salvo algún encontronazo entre ultras y kurdos en el centro de la ciudad y la disolución por parte de la policía de una concentración de extrema derecha.
La marcha, en un ambiente festivo, se inició con los himnos nacionales de Turquía y Alemania y un minuto de silencio en memoria de las víctimas del intento de golpe de Estado y de últimos atentados en Francia y Baviera.
En Alemania vive la comunidad de inmigrantes turcos más numerosa del mundo, con cerca de tres millones de personas, la mitad de ellas con derecho de voto en Turquía. Los organizadores preveían la asistencia de no menos de 50.000 personas a una manifestación precedida de una polémica política y judicial que llegó hasta el Tribunal Constitucional alemán.
Importar la tensión
Los convocantes pretendían que el mandatario turco transmitiera a los manifestantes un mensaje en directo a través de una pantalla gigante, lo que fue rechazado por los tribunales por considerar la iniciativa una intromisión en la vida política alemana.
Los organizadores recurrieron al Constitucional, que rechazó a última hora del sábado la petición por razones formales y al estimar que el veto no limitaba el derecho a la libre manifestación.
Las autoridades de Colonia también rechazaron la participación de miembros destacados del Gobierno turco, como el ministro de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu, aunque aceptaron la del ministro de Deportes, Akif Cagatay Kilic, nacido en Alemania. Kilic aprovechó su asistencia para exigir explicaciones al Gobierno alemán por la prohibición, calificada de “inaceptable” por Ankara.
La convocatoria de apoyo a Erdogan tras el golpe militar fallido, que se ha saldado con más de 16.000 detenidos y la destitución de 60.000 funcionarios, fue cuestionada, entre otros, por el vicecanciller y líder de los socialdemócratas, Sigmar Gabriel, y el ministro de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, quienes advirtieron de que las divisiones que han envenenado la convivencia pacífica en Turquía no debían trasladarse a Alemania.
“Todos deben colaborar para que esta división de la sociedad no continúe entre nosotros”, escribió Gabriel en su página de Facebook en alemán y turco. “No es legítimo importar las tensiones políticas de Turquía a nuestro país e intimidar a las personas que tienen otras convicciones políticas”, destacó, por su parte, Steinmeier en declaraciones al periódico Süddeutsche Zeitung.