Práctica clandestina de minería afecta a gran parte de la población de Perú, Brasil y Venezuela

Brasil, La Vanguardia
Algunas comunidades indígenas de Perú, Brasil y Venezuela, han reportado más de un 80% de su población afectada con una epidemia debido a la práctica clandestina de minería.
En la amazonia, más de 10 etnias presentan una situación que pone en riesgo la vida de muchas personas, especialmente de niños y mujeres embarazadas, los cuales están siendo afectadas por la ola de contaminación de mercurio teniendo como consecuencia deficiencias respiratorias agudas.
El gobierno peruano ya ha declarado emergencia en el país.
La trágica muerte de un niño de cuatros años logró colocar la epidemia a la luz publica, ya que el pequeño no pudo sobrevivir a un cuadro intenso de envenenamiento que diagnosticaron los médicos en el hospital de Uyacalí, una iudad al este del Perú. A partir de ahí, el personal médico realizó pruebas hasta descubrir que un 82% de la comunidad indígena de la región presenta en su organismo niveles elevados de mercurio por encima de lo saludable.
La contaminación se expande por medio del Mota Punteada (Zungaro zungaro), un pez cuyo organismo es capaz de acumular el mercurio que adquiere del medioambiente. Los indígenas nahua, es una etnia en contacto inicial que habitan en la reserva territorial Kugapakori-Nahua-Nanti, donde viven únicamente de la caza y pesca en los afluentes del río Mishagua.
Según el Ministerio de Ambiente, la minería en la zona arroja cada año 40 toneladas de mercurio en estos ríos, y ha destruido más de 100 mil hectáreas de selva tropical. Es así como el mercurio entra a las aguas del río que beben los indígenas, y de los peces que constituyen una parte fundamental de su dieta.

Foto: La vanguardia
Luis Aponte, médico residente en Ucayalí explicó que al hospital asisten cada vez más indígenas con cuadros severos de envenenamiento. Pero que la situación empeora en los casos de los nahua porque al ser una etnia aislada no tienen un acceso eficaz y rápido al sistema de salud.
Nery Zapata, dirigente nacional de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) denuncia que “la contaminación con mercurio es sumamente delicada para la salud humana, por sus consecuencias irreversibles que acarrea, por tanto las autoridades de salud deben de incidir con las investigaciones a fin de frenar la fuente de contaminación en contra de la población originaria.”
El gobierno conocía sobre esta contaminación desde el 2014, pero no ha tomado medidas hasta el pasado 26 de mayo, cuando decretó estado de emergencia en esta región que incluye 11 distritos.
Según la Oficina Presidencial de Perú, el grupo de trabajo durante 60 días se centrará en: garantizar la seguridad alimentaria de la población nahua para limitar el consumo del pez Mota Punteada y “realizar una investigación integral que proporcione resultados contundentes sobre las fuentes contaminantes de mercurio”.
El viacrucis para estos indígenas comenzó hace casi cuatro décadas, cuando en 1980 ingresaron trabajadores de una petrolera a la Reserva Nahua-Nanti, una de las áreas protegidas más importantes del mundo. Este primer contacto causó enfermedades mortales a casi el 50% del grupo indígena. Pero esta situación se agravó cuando el gobierno peruano aprobó la instalación en la zona de Camisea, el proyecto energético más grande del país que cuenta con inversión de Argentina y España.

La crisis se extiende

La fundación de salud brasileña Fiocruz junto a la Asociación Yanomami Hutukara, la ONG brasileña ISA (Instituto Socioambiental) y la Asociación Yekuana APYB publicaron los resultados de un estudio que revela cómo los indígenas de 19 comunidades en Brasil también están sufriendo las secuelas del mercurio que invade sus ríos.
El líder indígena, Davi Kopenawa oficializó la denuncia ante la Relatoría Especial sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU. Los resultados de la investigación arrojaban que los niños y mujeres en edad reproductiva presentan niveles entre 16 y 16 mg/g. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que los niveles de mercurio por encima de 6 mg / g de presentan un alto riesgo de consecuencias graves para la salud.
Los Yanomamis es la etnia más afectada por la presencia del mercurio en los ríos, y es uno de los pueblos más vulnerables del planeta.

Foto: La Vanguardia
En Venezuela la situación es similar. Los yanomamis, los yekuanas y otras 4 etnias minoritarias están padeciendo el envenenamiento por mercurio. El informe “Evaluación del riesgo de exposición al mercurio metálico en Poblaciones ribereñas del Río Caura (Estado Bolívar, Venezuela)” mostró que el 92% de las mujeres en la etnia Yekuana padecían altos niveles de mercurio, incluso en comunidades hasta 200 kilómetros más lejanos de los espacios contaminados por los mineros.
En ambos países, la responsabilidad recae en los buscadores ilegales de oro y el gobierno ante la falta de medidas más efectivas.

Petición internacional

La organización Survival Internacional junto a organizaciones locales han emprendido diferentes acciones para denunciar esta crítica situación. En una carta dirigida al Relator Especial de la ONU sobre salud, Survival Internacional recalcó el fracaso de los gobiernos de América del Sur a la hora de combatir este tipo de contaminación.
Stephen Corry, director de Survival International declaró que “Estos gobiernos están sentados sobre una bomba de relojería. Cada semana que transcurre sin que actúen, más y más pueblos indígenas sufren los daños. Cuando se identifica el evenenamiento por mercurio, la fuente ha de ser contenida de forma inmediata y los afectados deben recibir tratamiento. Las consecuencias serán catastróficas si no se protegen las tierras de los pueblos indígenas.”

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