Portazo del COI a Rusia

El organismo apoya la exclusión a los atletas rusos y estudiará el caso de los deportistas españoles, con la agencia antidopaje suspendida

Carlos Arribas
Madrid, El País
El espaldarazo explícito del Comité Olímpico Internacional (COI) a la federación internacional de atletismo (IAAF) anunciado al mediodía del sábado ha supuesto un portazo en toda la cara a los atletas rusos que aún esperaban competir en los Juegos de Río pese a la suspensión de su federación prolongada el sábado.


Un primer comunicado del COI el jueves daba a entender que en una novedosa cumbre olímpica convocada de urgencia el martes en Lausana se estudiaría el problema de los atletas rusos limpios que pierden su derecho a competir por la sanción a su federación. Sin embargo, 48 horas más tarde, la anunciada búsqueda de una solución olímpica al conflicto entre atletas limpios y federaciones sospechosas quedó reducida a aquellos deportistas cuyas agencias nacionales antidopaje se considera que no cumplen con el Código Mundial Antidopaje. Hablará de Rusia, pero no de su atletismo, y se hablará de cinco países más, entre ellos España, que figura en la lista negra de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) junto a Andorra, Israel, México, Bolivia y Rusia.

La esperanza mínima de Isinbayeva, Kuchina, Shubenkov y demás estrellas del atletismo ruso a las que se ha prohibido disputar los Juegos de Río ha durado menos de lo que se pensaba. Adelantándose a una cumbre olímpica convocada de urgencia para el próximo martes, el presidente del COI, Thomas Bach, telefoneó el sábado por la mañana a su homólogo en la IAAF, Sebastian Coe, para mostrarle su apoyo completo al veto a Rusia. “Son las federaciones internacionales las que regulan la admisión de atletas en todas las competiciones, incluidos los Juegos”, señaló el COI en un comunicado. “El COI pondrá en marcha nuevas medidas para garantizar que todos los deportistas compitan en Río en condiciones de igualdad”.

El ministro de Deportes ruso, Vitaly Mutko, admitió la dureza del golpe recibido afirmando: “Después de oír al COI, puedo decir que los atletas rusos no tienen ninguna oportunidad”. El atletismo ruso es uno de los más poderosos del mundo. En los tres últimos Juegos Olímpicos sus atletas han conseguido 53 medallas, ocupando en los tres, Atenas, Pekín y Londres, el segundo puesto en el medallero tras Estados Unidos. Después de las decenas de sanciones por dopaje a algunos de sus mejores atletas, principalmente marchadores, tal cosecha no sería esperable en Río.

Hay una última llave que les puede abrir a todos las puertas olímpicas, la del Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), órgano radicado en Lausana, como el COI, al que recurrirán, así lo anunciaron, tanto la federación de atletismo ruso para que se le levante la suspensión como los atletas para que se les permita participar a título individual con su bandera.

De esa manera, y bajo una bandera neutral, la IAAF dejará participar, después de examinarlos, a cuantos rusos cumplan sus condiciones de limpieza: haber entrenado y residido y haberse sometido a controles antidopaje fuera de Rusia. Entre atletas de nivel olímpico, estas condiciones las cumplen solamente dos, la mediofondista Yuliya Stepanova, la atleta que tras cumplir una suspensión de dos años denunció el dopaje de Estado en su país y que tiene ya la mínima (2m 1,35s), y que ha sido ya admitida como premio por su valor al denunciar, y la saltadora Daria Klishina, que vive en Estados Unidos desde 2014 y que posee la mínima en longitud (saltó 6,90m en julio pasado).

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