Messi no tiene por qué ser Maradona
¿Quién puede dudar del carácter de Messi? Lo que pasa es que no lo exterioriza, no es extrovertido
Diego Latorre
El País
Messi no tiene por qué ser Maradona. No tiene por qué ser Mascherano. No tiene por qué imitar la personalidad de otro. La forma de ser de cada uno viene determinada por componentes que van mucho más allá del querer ser, por condiciones históricas, genéticas. Si no, uno estaría permanentemente importando la personalidad de los demás. Hay además liderazgos mucho más sonoros. ¿Quién puede dudar que Messi, después de todo lo que pasó en su vida, de ser despreciado en Argentina por un tratamiento que no se le dio, de tener que irse a otro país con su papá a cuestas, de desprenderse de sus hermanos... quién puede dudar que el tipo tiene un coraje y una personalidad muy fuerte? Lo que pasa es que no lo exterioriza, no es extrovertido, no tiene tanta influencia en los demás en cuanto a lo que él dice.
Messi ha demostrado en España que en los momentos de adversidad ha estado presente. En los partidos es como un rayo que cae y rompe todo. No tiene las mismas cualidades humanas que Maradona. Pero sin coraje no sería el mejor del mundo. Desde acá se opina mucho desde el mostrador, son juicios frívolos. Si la pelota pega en el palo y entra, uno tiene un juicio de valor, y si pega en el palo y sale, lo cambia. Yo no concibo el deporte así. No es mi óptica. Si un jugador sale campeón o no, no es la medida de las cosas. Intervienen tantos factores y tantas variables que uno puede jugar el mejor partido de su vida en una final y perderla. Eso no te hace mejor jugador o mejor ganador.
Acá en Argentina, si no sos Maradona no sos nada, o si no te pareces a Maradona en todos sus atributos, no sos líder. Es un tipo de emulación muy negativa para nosotros. No nos permite superar emocionalmente el momento en el que Maradona levantó la Copa del Mundo. Por eso creo que tienen un calado las declaraciones de Maradona sobre Messi, porque es el propio Diego, sin quererlo, porque es muy respetuoso con sus compañeros, el que no ayuda a superarlo. Diego quedó en el tiempo, va a trascender, es absolutamente encomiable lo que hizo, pero no puede tirar por tierra ni desmerecer todo lo que hacen otros futbolistas. Messi está a la altura de él.
Hoy nadie te perdona el éxito. Es muy difícil convivir siendo siempre una celebridad, y sobre todo teniendo una personalidad como la de Messi. No es narcisista, no es un tipo que vaya por ahí con esa arrogancia. La sociedad se ensaña a veces con la gente exitosa, le pone una carga más, le pide demasiado.
El jugador en ocasiones es víctima de lo que hace el equipo. En Argentina en los últimos tiempos, si bien se ha pretendido organizar equipos para Messi, intentando copiar la receta del Barcelona, creo que no lo han conseguido, y creo además que en muchos momentos el equipo ha abandonado a Messi, porque ha jugado de una manera contraria a las posibilidades de Messi y lo que necesita para rendir. No es culpa de nadie, sino que el conjunto que construyó Argentina no pudo darle a Messi lo que él necesitaba, y por eso en ese panorma aparece debilitado por una cuestión puramente futbolística. A Messi lo favorece un equipo que lo arrope, le dé salida. Cuando no lo tiene, ha aparecido debilitado.
Diego LatorreEl País
Messi no tiene por qué ser Maradona. No tiene por qué ser Mascherano. No tiene por qué imitar la personalidad de otro. La forma de ser de cada uno viene determinada por componentes que van mucho más allá del querer ser, por condiciones históricas, genéticas. Si no, uno estaría permanentemente importando la personalidad de los demás. Hay además liderazgos mucho más sonoros. ¿Quién puede dudar que Messi, después de todo lo que pasó en su vida, de ser despreciado en Argentina por un tratamiento que no se le dio, de tener que irse a otro país con su papá a cuestas, de desprenderse de sus hermanos... quién puede dudar que el tipo tiene un coraje y una personalidad muy fuerte? Lo que pasa es que no lo exterioriza, no es extrovertido, no tiene tanta influencia en los demás en cuanto a lo que él dice.
Messi ha demostrado en España que en los momentos de adversidad ha estado presente. En los partidos es como un rayo que cae y rompe todo. No tiene las mismas cualidades humanas que Maradona. Pero sin coraje no sería el mejor del mundo. Desde acá se opina mucho desde el mostrador, son juicios frívolos. Si la pelota pega en el palo y entra, uno tiene un juicio de valor, y si pega en el palo y sale, lo cambia. Yo no concibo el deporte así. No es mi óptica. Si un jugador sale campeón o no, no es la medida de las cosas. Intervienen tantos factores y tantas variables que uno puede jugar el mejor partido de su vida en una final y perderla. Eso no te hace mejor jugador o mejor ganador.
Acá en Argentina, si no sos Maradona no sos nada, o si no te pareces a Maradona en todos sus atributos, no sos líder. Es un tipo de emulación muy negativa para nosotros. No nos permite superar emocionalmente el momento en el que Maradona levantó la Copa del Mundo. Por eso creo que tienen un calado las declaraciones de Maradona sobre Messi, porque es el propio Diego, sin quererlo, porque es muy respetuoso con sus compañeros, el que no ayuda a superarlo. Diego quedó en el tiempo, va a trascender, es absolutamente encomiable lo que hizo, pero no puede tirar por tierra ni desmerecer todo lo que hacen otros futbolistas. Messi está a la altura de él.
Hoy nadie te perdona el éxito. Es muy difícil convivir siendo siempre una celebridad, y sobre todo teniendo una personalidad como la de Messi. No es narcisista, no es un tipo que vaya por ahí con esa arrogancia. La sociedad se ensaña a veces con la gente exitosa, le pone una carga más, le pide demasiado.
El jugador en ocasiones es víctima de lo que hace el equipo. En Argentina en los últimos tiempos, si bien se ha pretendido organizar equipos para Messi, intentando copiar la receta del Barcelona, creo que no lo han conseguido, y creo además que en muchos momentos el equipo ha abandonado a Messi, porque ha jugado de una manera contraria a las posibilidades de Messi y lo que necesita para rendir. No es culpa de nadie, sino que el conjunto que construyó Argentina no pudo darle a Messi lo que él necesitaba, y por eso en ese panorma aparece debilitado por una cuestión puramente futbolística. A Messi lo favorece un equipo que lo arrope, le dé salida. Cuando no lo tiene, ha aparecido debilitado.
