Los líderes británicos exhiben unidad ante un crimen que marca la campaña
La policía investiga el historial médico del sospechoso y si tiene nexos ultraderechistas
Pablo Guimón
Birstall, El País
Los líderes políticos de Reino Unido, un país conmocionado por el asesinato el jueves de la diputada laborista Jo Cox, mostraron este viernes unidos su repulsa ante lo que el líder de la oposición, Jeremy Corbyn, definió como “un ataque a la democracia”. En una imagen insólita en la agresiva campaña por el referéndum europeo, que se mantiene suspendida en señal de duelo, Corbyn y el primer ministro, David Cameron, acudieron juntos a depositar flores en el lugar donde el pueblo de Birstall veló todo el día la memoria de su representante, que luchó por la tolerancia y la integración de las comunidades que forman el país.
La filosofía que guió la vida de Jo Cox, primero en el mundo de la cooperación y después en la política, inspiraba los mensajes depositados por los vecinos en el altar improvisado en su memoria, a pocos metros de donde falleció. “Los fascistas se alimentan del miedo. Dales solo tu amor, tolerancia y determinación, y nunca vencerán”, decía uno. Las flores se amontonaban a los pies de la estatua en honor al científico Joseph Priestly, vecino de Birstall y descubridor del oxígeno.
Y oxígeno era lo que parecía faltarles a muchos de los vecinos que acudieron a rendir tributo a Jo Cox. Shophiyah Banah, de la mano de su pequeña hija, dejó un ramo de flores junto a la estatua. “La conocí cuando vino a inaugurar un nuevo patio en el colegio de mi niña. Era adorable, una inspiración para los demás, una mujer entregada a su trabajo”, recordó. Sokol Sheti, refugiado albanés en Leeds, trajo un ramo en nombre de los inmigrantes de Albania. “Lo dio todo, hasta la vida, por su comunidad. Trabajó mucho por los refugiados y tenemos que agradecer su enorme contribución”, comentó.
A primera hora de la tarde llegaron David Cameron y Jeremy Corbyn, acompañados del presidente de la Cámara de los Comunes, John Brecow, y el portavoz de Exteriores de la oposición, Hilary Benn. El primer ministro se dirigió a una nación “en estado de shock”. “Dos niños han perdido a su madre, un marido amoroso ha perdido a su amorosa mujer, y el Parlamento ha perdido a una de sus más apasionadas y brillantes activistas”, lamentó. Es hora, añadió, de “apreciar y valorar nuestra democracia”.
“Se la han llevado de nuestro lado en un acto de odio, un acto vil que la ha matado”, dijo Corbyn. “Es un ataque a la democracia”, añadió, e informó de que el Parlamento rendirá homenaje a la diputada laborista el lunes.
En Londres, las banderas ondearon a media asta en el Parlamento y en los edificios oficiales de Whitehall. Centenares de vecinos depositaron flores y velas en su memoria, en la plaza de Westminster y en la barcaza, amarrada a una orilla del Támesis, donde la diputada se alojaba cuando estaba en Londres. Docenas de actos de campaña programados para el fin de semana se han suspendido. Varios políticos, entre ellos el alcalde de Londres, Sadiq Khan, han reclamado un tono más respetuoso en el debate.
Políticos de todo el mundo, incluido el presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, trasladaron sus condolencias al primer ministro. La canciller alemana, Angela Merkel, fue un poco más lejos al pedir a los políticos británicos que moderen el lenguaje usado en la campaña por el referéndum europeo que se celebra el jueves. “Las exageraciones y la radicalización de parte del lenguaje no ayudan a fomentar una atmósfera de respeto”, dijo. Si no se respetan las creencias de los otros, añadió, “la radicalización se convertirá en imparable”.
La diputada de 41 años había denunciado a la policía hace tres meses que estaba siendo víctima de mensajes abusivos, según trascendió este viernes. La denuncia provocó la detención de un hombre por acosar a Cox. La policía aclaró que no se trata de la misma persona que permanece en custodia desde el jueves por su asesinato.
Cox entró en el Parlamento, en representación de la comunidad donde nació y donde murió asesinada, en las elecciones del año pasado. Doce meses fueron suficientes para que su pasión, su dedicación y su espíritu independiente la convirtieran en una de los jóvenes diputados más prometedores. Defendió el deber de acoger refugiados y celebró la multiculturalidad de un país donde hoy afloran, más que nunca, los sentimientos xenófobos. Formaba parte de la comisión parlamentaria sobre Siria y, en las últimas semanas, había participado activamente en la campaña por la permanencia de Reino Unido en la UE.
Extrema derecha
Al menos dos testigos aseguran que su asesino gritó “Britain first!” (Gran Bretaña primero), que es el nombre de un partido de extrema derecha que ha denunciado el crimen y negado cualquier conexión con el supuesto autor. Familiares del sospechoso aseguran que había tenido problemas de salud mental. En el registro de su casa, la policía encontró material relacionado con la extrema derecha.
“No entiendo cómo alguien pudo matarla: era imposible odiarla”, decía Mohammad Anwar, militante laborista que llegó de India hace 15 años y que había hecho campaña con Cox por la permanencia del país en la UE. “Era una mujer encantadora y una gran diputada. Se preocupaba por todas las comunidades. Cualquiera que tuviera un problema la llamaba y ella iba a su casa. Conectaba mucho con las personas, vinieran de donde vinieran. Dicen que el asesino estaba trastornado, y hay que estarlo para odiar lo que ella representa”.
Pablo Guimón
Birstall, El País
Los líderes políticos de Reino Unido, un país conmocionado por el asesinato el jueves de la diputada laborista Jo Cox, mostraron este viernes unidos su repulsa ante lo que el líder de la oposición, Jeremy Corbyn, definió como “un ataque a la democracia”. En una imagen insólita en la agresiva campaña por el referéndum europeo, que se mantiene suspendida en señal de duelo, Corbyn y el primer ministro, David Cameron, acudieron juntos a depositar flores en el lugar donde el pueblo de Birstall veló todo el día la memoria de su representante, que luchó por la tolerancia y la integración de las comunidades que forman el país.
La filosofía que guió la vida de Jo Cox, primero en el mundo de la cooperación y después en la política, inspiraba los mensajes depositados por los vecinos en el altar improvisado en su memoria, a pocos metros de donde falleció. “Los fascistas se alimentan del miedo. Dales solo tu amor, tolerancia y determinación, y nunca vencerán”, decía uno. Las flores se amontonaban a los pies de la estatua en honor al científico Joseph Priestly, vecino de Birstall y descubridor del oxígeno.
Y oxígeno era lo que parecía faltarles a muchos de los vecinos que acudieron a rendir tributo a Jo Cox. Shophiyah Banah, de la mano de su pequeña hija, dejó un ramo de flores junto a la estatua. “La conocí cuando vino a inaugurar un nuevo patio en el colegio de mi niña. Era adorable, una inspiración para los demás, una mujer entregada a su trabajo”, recordó. Sokol Sheti, refugiado albanés en Leeds, trajo un ramo en nombre de los inmigrantes de Albania. “Lo dio todo, hasta la vida, por su comunidad. Trabajó mucho por los refugiados y tenemos que agradecer su enorme contribución”, comentó.
A primera hora de la tarde llegaron David Cameron y Jeremy Corbyn, acompañados del presidente de la Cámara de los Comunes, John Brecow, y el portavoz de Exteriores de la oposición, Hilary Benn. El primer ministro se dirigió a una nación “en estado de shock”. “Dos niños han perdido a su madre, un marido amoroso ha perdido a su amorosa mujer, y el Parlamento ha perdido a una de sus más apasionadas y brillantes activistas”, lamentó. Es hora, añadió, de “apreciar y valorar nuestra democracia”.
“Se la han llevado de nuestro lado en un acto de odio, un acto vil que la ha matado”, dijo Corbyn. “Es un ataque a la democracia”, añadió, e informó de que el Parlamento rendirá homenaje a la diputada laborista el lunes.
En Londres, las banderas ondearon a media asta en el Parlamento y en los edificios oficiales de Whitehall. Centenares de vecinos depositaron flores y velas en su memoria, en la plaza de Westminster y en la barcaza, amarrada a una orilla del Támesis, donde la diputada se alojaba cuando estaba en Londres. Docenas de actos de campaña programados para el fin de semana se han suspendido. Varios políticos, entre ellos el alcalde de Londres, Sadiq Khan, han reclamado un tono más respetuoso en el debate.
Políticos de todo el mundo, incluido el presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, trasladaron sus condolencias al primer ministro. La canciller alemana, Angela Merkel, fue un poco más lejos al pedir a los políticos británicos que moderen el lenguaje usado en la campaña por el referéndum europeo que se celebra el jueves. “Las exageraciones y la radicalización de parte del lenguaje no ayudan a fomentar una atmósfera de respeto”, dijo. Si no se respetan las creencias de los otros, añadió, “la radicalización se convertirá en imparable”.
La diputada de 41 años había denunciado a la policía hace tres meses que estaba siendo víctima de mensajes abusivos, según trascendió este viernes. La denuncia provocó la detención de un hombre por acosar a Cox. La policía aclaró que no se trata de la misma persona que permanece en custodia desde el jueves por su asesinato.
Cox entró en el Parlamento, en representación de la comunidad donde nació y donde murió asesinada, en las elecciones del año pasado. Doce meses fueron suficientes para que su pasión, su dedicación y su espíritu independiente la convirtieran en una de los jóvenes diputados más prometedores. Defendió el deber de acoger refugiados y celebró la multiculturalidad de un país donde hoy afloran, más que nunca, los sentimientos xenófobos. Formaba parte de la comisión parlamentaria sobre Siria y, en las últimas semanas, había participado activamente en la campaña por la permanencia de Reino Unido en la UE.
Extrema derecha
Al menos dos testigos aseguran que su asesino gritó “Britain first!” (Gran Bretaña primero), que es el nombre de un partido de extrema derecha que ha denunciado el crimen y negado cualquier conexión con el supuesto autor. Familiares del sospechoso aseguran que había tenido problemas de salud mental. En el registro de su casa, la policía encontró material relacionado con la extrema derecha.
“No entiendo cómo alguien pudo matarla: era imposible odiarla”, decía Mohammad Anwar, militante laborista que llegó de India hace 15 años y que había hecho campaña con Cox por la permanencia del país en la UE. “Era una mujer encantadora y una gran diputada. Se preocupaba por todas las comunidades. Cualquiera que tuviera un problema la llamaba y ella iba a su casa. Conectaba mucho con las personas, vinieran de donde vinieran. Dicen que el asesino estaba trastornado, y hay que estarlo para odiar lo que ella representa”.