Erdogan se disculpa ante Rusia y pide a Putin retomar las relaciones bilaterales
El presidente turco asegura que su país “nunca tuvo la intención” de derribar un caza ruso en noviembre
Andrés Mourenza
Estambul, El País
Turquía ha lanzado una importante campaña diplomática para enmendar su política exterior que, en los últimos años, le ha llevado a enfrentarse a varios países de la región e incluso a antiguos aliados. Este lunes, cuando no habían pasado ni cuatro horas del anuncio del acuerdo para normalizar las relaciones con Israel, el Kremlin informaba de la recepción de una carta del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, pidiendo disculpas por que las Fuerzas Armadas turcas derribaran un caza ruso el pasado noviembre, un incidente que llevó a Moscú a decretar sanciones económicas contra Turquía.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, explicó que en su misiva al presidente ruso, Vladimir Putin, Erdogan asegura que “nunca tuvo la intención” de derribar el aparato ruso. “Me gustaría expresar mis más profundas condolencias a la familia del piloto ruso fallecido. Comparto su dolor con todo mi corazón. Vemos al la familia del piloto ruso como si fuese una familia turca y estamos listos para hacer lo que sea necesario para aliviar su dolor y el daño causado”, escribe el presidente turco en la carta, en la que asegura también que está en marcha una investigación judicial para tratar de averiguar si un ciudadano turco formaba parte del pelotón de rebeldes sirios que disparó hasta matar a uno de los dos pilotos que saltaron en paracaídas del caza alcanzado por el fuego turco.
“Nos complace anunciar que Turquía y Rusia han acordado dar sin mayor retraso los pasos necesarios para mejorar sus relaciones bilaterales”. afirmó el portavoz presidencial turco, Ibrahim Kalin: “El presidente [Erdogan] pidió a su homólogo ruso restaurar las tradicionalmente amigables relaciones entre Turquía y Rusia y trabajar conjuntamente para atajar las crisis de la región y combatir el terrorismo”. La pasada semana, el propio Kalin reconoció que los vínculos entre ambos países, que hace unos años eran muy estrechos dada la sintonía entre Putin y Erdogan, “no serán restaurados de la noche a la mañana”, pero se mostró seguro de que se alcanzará un “postura común”.
La drástica caída del 95% del turismo procedente de Rusia —un país que aportaba 3,5 millones de visitantes al año— así como el embargo a los productos agrícolas turcos ha pesado en este cambio de postura de Turquía, que se ha producido en un corto periodo de tiempo. Si hace solo unos meses la prensa progubernamental turca dedicaba portadas al viaje a Rusia del político kurdo-turco Selahattin Demirtas, tachándolo de “traidor”, en cambio ahora, en un orwelliano giro de los acontecimientos, alaba al Ejecutivo islamista por haber casi logrado la reconciliación.
Varios analistas consultados por este diario durante el último mes creen que Erdogan está utilizando el cambio al frente del Gobierno —el primer ministro Ahmet Davutoglu fue sustituido por Binali Yildirim— para dar un giro a la diplomacia turca y achacar los fallos al mandatario saliente, pese a que era el propio presidente quien dirigía personalmente la política exterior, según han explicado diversos antiguos colaboradores. De hecho, el investigador del centro de estudios USAK Kerim Has cree que en los próximos días podríamos ver también “importantes cambios en la política turca sobre Siria”.
Andrés Mourenza
Estambul, El País
Turquía ha lanzado una importante campaña diplomática para enmendar su política exterior que, en los últimos años, le ha llevado a enfrentarse a varios países de la región e incluso a antiguos aliados. Este lunes, cuando no habían pasado ni cuatro horas del anuncio del acuerdo para normalizar las relaciones con Israel, el Kremlin informaba de la recepción de una carta del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, pidiendo disculpas por que las Fuerzas Armadas turcas derribaran un caza ruso el pasado noviembre, un incidente que llevó a Moscú a decretar sanciones económicas contra Turquía.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, explicó que en su misiva al presidente ruso, Vladimir Putin, Erdogan asegura que “nunca tuvo la intención” de derribar el aparato ruso. “Me gustaría expresar mis más profundas condolencias a la familia del piloto ruso fallecido. Comparto su dolor con todo mi corazón. Vemos al la familia del piloto ruso como si fuese una familia turca y estamos listos para hacer lo que sea necesario para aliviar su dolor y el daño causado”, escribe el presidente turco en la carta, en la que asegura también que está en marcha una investigación judicial para tratar de averiguar si un ciudadano turco formaba parte del pelotón de rebeldes sirios que disparó hasta matar a uno de los dos pilotos que saltaron en paracaídas del caza alcanzado por el fuego turco.
“Nos complace anunciar que Turquía y Rusia han acordado dar sin mayor retraso los pasos necesarios para mejorar sus relaciones bilaterales”. afirmó el portavoz presidencial turco, Ibrahim Kalin: “El presidente [Erdogan] pidió a su homólogo ruso restaurar las tradicionalmente amigables relaciones entre Turquía y Rusia y trabajar conjuntamente para atajar las crisis de la región y combatir el terrorismo”. La pasada semana, el propio Kalin reconoció que los vínculos entre ambos países, que hace unos años eran muy estrechos dada la sintonía entre Putin y Erdogan, “no serán restaurados de la noche a la mañana”, pero se mostró seguro de que se alcanzará un “postura común”.
La drástica caída del 95% del turismo procedente de Rusia —un país que aportaba 3,5 millones de visitantes al año— así como el embargo a los productos agrícolas turcos ha pesado en este cambio de postura de Turquía, que se ha producido en un corto periodo de tiempo. Si hace solo unos meses la prensa progubernamental turca dedicaba portadas al viaje a Rusia del político kurdo-turco Selahattin Demirtas, tachándolo de “traidor”, en cambio ahora, en un orwelliano giro de los acontecimientos, alaba al Ejecutivo islamista por haber casi logrado la reconciliación.
Varios analistas consultados por este diario durante el último mes creen que Erdogan está utilizando el cambio al frente del Gobierno —el primer ministro Ahmet Davutoglu fue sustituido por Binali Yildirim— para dar un giro a la diplomacia turca y achacar los fallos al mandatario saliente, pese a que era el propio presidente quien dirigía personalmente la política exterior, según han explicado diversos antiguos colaboradores. De hecho, el investigador del centro de estudios USAK Kerim Has cree que en los próximos días podríamos ver también “importantes cambios en la política turca sobre Siria”.