El Sena comienza a descender tras alcanzar su mayor nivel en 34 años

Cuatro muertos y 24 heridos a consecuencia de las inundaciones sufridas en el centro de Francia

Gabriela Cañas
Corresponsal de El País en París
El centro norte de Francia ha sufrido las peores inundaciones en 34 años. El Sena se ha llegado a desbordar hasta los 6,1 metros de alto a su paso por París anegando muelles, parques, garages, calles y, de camino hacia Orleans, autopistas. Con dos departamentos en alerta máxima y otros ocho en vigilancia durante varios días, el máximo nivel del agua se alcanzó en la noche del viernes al sábado, momento a partir de cual empezaron a bajar las aguas. Según el balance oficial, las inundaciones han costado la vida a cuatro personas y hay 24 heridos.


Hace solo tres meses, la capital francesa fue el escenario de un importante simulacro: la crecida del río al nivel récord de 1910, cuando el jardín de las Tullerías quedó convertido en un lago. Las previsiones indicaban entonces que las lluvias de esta primavera podían causar una nueva catástrofe. Así ha sido. Entre el 28 y el 31 de mayo, en solo tres días, ha habido zonas con precipitaciones tan intensas que se recogió en tres días tanta agua como habitualmente se recoge en tres meses.

Dos días más tarde, el jueves pasado, los ríos más afectados (el Sena y uno de sus afluentes, el Loing) se desbordaron hasta niveles no conocidos desde 1982. Las regiones que más han sufrido las riadas han sido Isla de Francia (donde está París) y Centro-Valle del Loira. Ese jueves fue la peor jornada. 24.000 hogares quedaron sin electricidad y el pueblo de Nemours quedó inundado con numerosas calles convertidas en canales. 3.000 personas (un tercio de su población) tuvieron que ser evacuadas. Ha sido, de momento, el centro urbano más castigado y el nivel de sus inundaciones sí alcanzaron los valores récord de 1910. En todo el centro de Francia, 17.110 hogares seguían este sábado sin luz.

Pero es la capital, París, la que ha concitado la mayor atención. Tras ocho días de crecida ininterrumpida, las aguas del Sena han alcanzado una altura máxima de 6,1 metros (fueron 6,18 en 1982 y nada menos que 8,62 en 1910). El Museo del Louvre, el más visitado del mundo, no ha sufrido ningún daño, pero ha cerrado sus puertas hasta el martes. Es un cierre preventivo iniciado el viernes para trasladar de sus sótanos a plantas superiores parte de sus obras.

La misma medida han tomado otros museos próximos al río, como el de Orsay y el Grand Palais, además de la Biblioteca Nacional. A falta de poder visitar tales centros, los turistas de la ciudad más visitada del mundo (20 millones al año) del país más turístico (84 millones) han disfrutado de estampas extraordinarias con las aguas escalando por los pilotes de los puentes y dejando fuera de juego a los bateaux-mouches. No había altura suficiente bajo los puentes para navegar. Veinte parques y jardines seguían este sábado cerrados.

El desbordamiento del Sena ha obligado a cerrar algunas de las calles más próximas a los muelles, han quedado cerradas dos estaciones de metro (Saint-Michel-Notre-Dame y Cluny-La Sorbone), inundado el sótano de la estación de Austerlitz y la circulación en varias líneas de cercanías en Isla de Francia sufren importantes perturbaciones desde la tarde del viernes.

La situación ha empezado esta mañana a mejorar, pero ahora se teme que los problemas se produzcan más cerca de la desembocadura del Sena, a la altura de Rouen. En principio, las previsiones meteorológicas anuncian más lluvias y tormentas, pero no del nivel de las sufridas hasta ahora. El mes junio ha sido víctima, en realidad, del mes de mayo más lluvioso en Francia de los últimos 150 años.

El Gobierno ya ha alertado de que el descenso del nivel del agua será más lento que la velocidad registrada durante la crecida y el presidente de la Asociación Francesa de Aseguradoras (AFA), Bernard Spitz, ha ofrecido una primera cifra sobre el coste de los daños: 600 millones de euros.

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