Discapacitados se quedan sin medicamentos e insumos
Las personas con discapacidad apelan nuevamente a la solidaridad de la población porque necesitan antigripales, toallitas húmedas, alcohol en gel y pañales.
Alejandra Pau / La Paz
Durante más de 40 días, las personas con discapacidad que llegaron en una caravana a la ciudad de La Paz recibieron la solidaridad de sus habitantes. Sin embargo, ahora los medicamentos e insumos que necesitan para sobrevivir en el campamento empiezan a escasear.
La encargada de la brigada del Colegio Médico, Mónica Ibargüen, explicó ayer que los medicamentos que se administran a las personas con discapacidad se acaban y ya no cuentan con antigripales, toallitas húmedas ni alcohol en gel.
"Hemos iniciado tratamientos para faringitis y amigdalitis. Afortunadamente, no hemos tenido personas con neumonía, pero de todas maneras necesitamos toallitas húmedas y alcohol en gel porque, al no tener ducha, es la única forma en que las personas pueden asearse”, sostuvo Ibargüen.
Otros productos que se necesitan con urgencia son los pañales para adultos talla grande, jarabes para la tos, papel higiénico, frazadas y vitaminas. Sin agua en el campamento, las personas han empezado a sufrir diarreas y padecer afecciones estomacales.
"Mi esposo está en silla de ruedas. Él toca las llantas, que están en contacto con el asfalto y las aceras, y luego como no tiene dónde lavarse las manos se convierte en un problema para su salud, y le dio una infección estomacal”, contó a Página Siete Julia Corrillo.
Corrillo acompaña, junto a su pequeño hijo, a su esposo que es dirigente del departamento de Santa Cruz. Él estuvo tres días postrado sin salir de la carpa.
Sobre las fuentes laborales que el Gobierno ofreció al sector, Corrillo indicó que es posible que funcione en algunos casos, pero se pregunta cómo se procederá con las personas que tienen parálisis cerebral o con aquellos que al sufrir discapacidad intelectual no aprendieron a leer ni escribir y que no lo harán.
"Cada pañal para un adulto cuesta hasta 14 bolivianos y nosotros recibimos mil bolivianos al año. No podemos seguir así”, puntualizó Corrillo.
Las personas con discapacidad y los familiares llevan más de 40 días en el campamento, ubicado en la calle Junín; demandan una renta mensual de 500 bolivianos, aunque el monto bajó en los últimos días.
La dieta en el campamento está conformada en su mayoría por carbohidratos, según contó Ibargüen; casi no se consume carne o verduras. Este tipo de alimentación dificulta la digestión en las personas que usan sillas de ruedas.
La profesional en salud señaló que muchas personas han estado en reposo, pero al asistir a las movilizaciones se exponen nuevamente a los cambios de temperaturas, virus y que los mojen con el agua que lanza el carro Neptuno.
A medida que pasan los días el frío es más intenso. "Hay jóvenes que vienen con bebidas calientes y para nosotros eso vale oro; queremos pedir la solidaridad de las personas. Muchos somos del oriente del país y no estamos acostumbrados al frío y menos al que se siente dentro de las carpas”, finalizó.
Testimonio
Raquel Jiménez llegó de Santa Cruz
"Quisiera que el Presidente venga”
"Tengo una niña de 23 años con parálisis cerebral; es como si tuviera seis años. Ahora tiene resfrío y diarrea. Usamos muchas toallitas húmedas y pañales porque no tenemos agua”.
"Quisiera que el Presidente y los del Gobierno vengan para que vean a mi hija y a otros como ella, y me digan cómo va a trabajar. Es imposible para ella y para mí que debo cuidarla todo el día. Tal vez si (el Presidente) la ve cambiaría de opinión”.
"Queremos pedirle a la gente que nos ayude y colabore como lo han hecho hasta ahora”.
Alejandra Pau / La Paz
Durante más de 40 días, las personas con discapacidad que llegaron en una caravana a la ciudad de La Paz recibieron la solidaridad de sus habitantes. Sin embargo, ahora los medicamentos e insumos que necesitan para sobrevivir en el campamento empiezan a escasear.
La encargada de la brigada del Colegio Médico, Mónica Ibargüen, explicó ayer que los medicamentos que se administran a las personas con discapacidad se acaban y ya no cuentan con antigripales, toallitas húmedas ni alcohol en gel.
"Hemos iniciado tratamientos para faringitis y amigdalitis. Afortunadamente, no hemos tenido personas con neumonía, pero de todas maneras necesitamos toallitas húmedas y alcohol en gel porque, al no tener ducha, es la única forma en que las personas pueden asearse”, sostuvo Ibargüen.
Otros productos que se necesitan con urgencia son los pañales para adultos talla grande, jarabes para la tos, papel higiénico, frazadas y vitaminas. Sin agua en el campamento, las personas han empezado a sufrir diarreas y padecer afecciones estomacales.
"Mi esposo está en silla de ruedas. Él toca las llantas, que están en contacto con el asfalto y las aceras, y luego como no tiene dónde lavarse las manos se convierte en un problema para su salud, y le dio una infección estomacal”, contó a Página Siete Julia Corrillo.
Corrillo acompaña, junto a su pequeño hijo, a su esposo que es dirigente del departamento de Santa Cruz. Él estuvo tres días postrado sin salir de la carpa.
Sobre las fuentes laborales que el Gobierno ofreció al sector, Corrillo indicó que es posible que funcione en algunos casos, pero se pregunta cómo se procederá con las personas que tienen parálisis cerebral o con aquellos que al sufrir discapacidad intelectual no aprendieron a leer ni escribir y que no lo harán.
"Cada pañal para un adulto cuesta hasta 14 bolivianos y nosotros recibimos mil bolivianos al año. No podemos seguir así”, puntualizó Corrillo.
Las personas con discapacidad y los familiares llevan más de 40 días en el campamento, ubicado en la calle Junín; demandan una renta mensual de 500 bolivianos, aunque el monto bajó en los últimos días.
La dieta en el campamento está conformada en su mayoría por carbohidratos, según contó Ibargüen; casi no se consume carne o verduras. Este tipo de alimentación dificulta la digestión en las personas que usan sillas de ruedas.
La profesional en salud señaló que muchas personas han estado en reposo, pero al asistir a las movilizaciones se exponen nuevamente a los cambios de temperaturas, virus y que los mojen con el agua que lanza el carro Neptuno.
A medida que pasan los días el frío es más intenso. "Hay jóvenes que vienen con bebidas calientes y para nosotros eso vale oro; queremos pedir la solidaridad de las personas. Muchos somos del oriente del país y no estamos acostumbrados al frío y menos al que se siente dentro de las carpas”, finalizó.
Testimonio
Raquel Jiménez llegó de Santa Cruz
"Quisiera que el Presidente venga”
"Tengo una niña de 23 años con parálisis cerebral; es como si tuviera seis años. Ahora tiene resfrío y diarrea. Usamos muchas toallitas húmedas y pañales porque no tenemos agua”.
"Quisiera que el Presidente y los del Gobierno vengan para que vean a mi hija y a otros como ella, y me digan cómo va a trabajar. Es imposible para ella y para mí que debo cuidarla todo el día. Tal vez si (el Presidente) la ve cambiaría de opinión”.
"Queremos pedirle a la gente que nos ayude y colabore como lo han hecho hasta ahora”.