Brexit: ¿puede realmente Escocia evitar que Reino Unido abandone la Unión Europea?
Londres, BBC
Los escoceses enfrentan una disyuntiva. Pese a que votaron abrumadoramente a favor de permanecer en la Unión Europea (UE) en el referendo sobre el llamado Brexit celebrado la semana pasada, su pertenencia a Reino Unido los puede arrastrar fuera de ese mecanismo de integración.La opción de "Permanecer" en la UE ganó en todas las regiones de Escocia y se impuso por 62% contra 38% ante la alternativa de "Salir".
Sobre la base de estos resultados, la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, se comprometió a hacer todo lo que esté a su alcance para asegurarse de que Escocia siga dentro de la UE, pese a que la mayoría de los votantes de Reino Unido decidieron abandonar el bloque.
Los escoceses enfrentan una disyuntiva. Pese a que votaron abrumadoramente a favor de permanecer en la Unión Europea (UE) en el referendo sobre el llamado Brexit celebrado la semana pasada, su pertenencia a Reino Unido los puede arrastrar fuera de ese mecanismo de integración.La opción de "Permanecer" en la UE ganó en todas las regiones de Escocia y se impuso por 62% contra 38% ante la alternativa de "Salir".
Sobre la base de estos resultados, la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, se comprometió a hacer todo lo que esté a su alcance para asegurarse de que Escocia siga dentro de la UE, pese a que la mayoría de los votantes de Reino Unido decidieron abandonar el bloque.
Para que esto sea posible se han manejado distintas hipótesis.
Una de ellas apunta a un posible veto del Parlamento escocés al Brexit.¿Puede ocurrir?
Esta opción ha sido sugerida a partir de una interpretación del Acta de Escocia de 1998, el estatuto mediante el cual se restableció el parlamento escocés, según explica Brian Taylor, editor político de la BBC en Escocia.
La cláusula 29 de ese documento, referida a las competencias legislativas, le otorga al Parlamento escocés poderes para legislar en áreas transferidas por el poder central, de las cuales es responsable, pero con la condición de que nada de lo que haga sea incompatible con las normas europeas.
Esto quiere decir, según algunas interpretaciones, que la legislación comunitaria en vigencia en Escocia y en las áreas transferidas es promulgada y puesta en vigor por el Parlamento escocés y no por el británico.
Taylor explica que eso ha llevado a expertos constitucionalistas como David Edward a señalar que el consenso del Parlamento escocés sería necesario en caso de que la relación de Reino Unido con la UE, en temas legislativos y otros asuntos, pudiera ser alterada.
Sin embargo, el Acta de 1998 también prevé que "las relaciones internacionales, incluyendo los vínculos con los territorios fuera de Reino Unido, la Unión Europea y otras organizaciones internacionales" son temas reservados al Parlamento británico, en Londres.
Además, hay otra cláusula en ese Acta que señala aquel documento "no afecta el poder del Parlamento de Reino Unido decrear leyes para Escocia".
En la práctica esto significa que, aunque Parlamento británico por lo general le permite al escocés legislar en sus áreas de competencia, su soberanía sobre la totalidad de Reino Unido permanece intacta.
"No tenemos ninguna intención de ver a Escocia fuera de la Unión Europea"
"Se podría decir que, si se llega a una batalla constitucional, Westminster tendría la última palabra", apunta Taylor.
"El Parlamento escocés podría no dar su consentimiento a los cambios legislativos para aplicar el Brexit y el Parlamento británico tomaría nota de forma educada de esa negativa y, a continuación, pondría en práctica el Brexit, haciendo uso de sus poderes soberanos".
¿Qué alternativas tiene Escocia para permanecer en la UE?
No muchas. Al no ser un Estado independiente, Escocia no tiene una relación directa con la UE.
Desde el punto de vista formal, es Reino Unido el que disfruta de la membresía en la UE y, por tanto, es Londres y no Edimburgo el que negociará los términos y las condiciones del retiro de la UE.
Tras el Brexit, tal como están las cosas, Escocia tendría que independizarse primero y, luego, solicitar su ingreso en la UE de acuerdo con lo estipulado en los tratados. Al menos esa es la posición formal.
Cormac Mac Amhlaigh, profesor de Derecho Público en la Universidad de Edimburgo y experto en derecho comunitario europeo, considera que, si la UE está dispuesta, podría modificar sus propias reglas e iniciar negociaciones con Escocia si esta así lo desea.
"Las normas sobre esto son con frecuencia abiertas y flexibles y creo que no hay nada que impida a las instituciones de la UE negociar con Escocia, haciendo algún tipo de arreglo transitorio para permitir a Escocia heredar la membresía de Reino Unido", le dice Mac Amhlaigh a la BBC.
"Sería complejo, difícil y muy poco ortodoxo, pero creo que ciertamente no es imposible".
Sin embargo, el experto cree que esa posibilidad podría funcionar sólo durante un periodo de transición hacia una Escocia independiente.
"No creo que Escocia podría mantener, por ejemplo, la libre circulación de personas y mercancías con la UE si Inglaterra no puede. Eso no funcionaría", agregó.
¿Hay algún precedente?
Algunos expertos han sugerido la posibilidad de que Escocia siga un itinerario a la inversa del recorrido por Groenlandia que, siendo parte de Dinamarca, optó por abandonar la UE en 1984 mientras Dinamarca mantenía su membresía.
Brian Taylor, editor político de la BBC en Escocia, considera que esta nación es una parte integral de la economía de Reino Unido y que sería muy difícil desvincular sus derechos y obligaciones del resto del Estado.
"Es posible imaginar una situación en la que en el contexto del Brexit se otorgue un estatus particular en la UE para Gibraltar, por ejemplo. El caso de Escocia, puede ser más complicado", dijo.
¿Un segundo referendo sobre la independencia?
Independizarse de Reino Unido es el mecanismo formal del que dispondría Escocia para unirse a la UE tras el Brexit.
El lunes, durante el primer debate en el Parlamento británico en Londres, el líder de la bancada del Partido Nacionalista Escocés, Angus Robertson, destacó la importancia que en su nación le otorgan al acceso al mercado único europeo y a sus derechos como ciudadanos de la UE.
"No tenemos ninguna intención de ver a Escocia fuera de la Unión Europea", dijo. Y añadió que si para eso hace falta un referendo sobre la independencia, "así será".
Sin embargo, Taylor advierte Sturgeon no parece estar muy apresurada por proponer esa consulta, porque teme perderla.
"Es posible que el Brexit anime a los escoceses furiosos -y muchos sin duda lo están- a avanzar hacia la independencia. Pero, también es probable que algunos crean que ya hay demasiada incertidumbre y no es momento de replantearse la posibilidad de la independencia", afirma.
Por eso, asegura Taylor, Sturgeon espera hasta obtener mayor evidencia de que los escoceses están listos esta vez para respaldar la independencia.