Si quiere correr en el parque, pase por caja
Un Ayuntamiento británico desata la polémica al tratar de cobrar a los ‘runners’
Pablo Guimón
Londres, El País
El mundo runner ya tiene su enemigo público número uno. El Ayuntamiento de Stoke Gifford, un pueblo cercano a Bristol, en el sur de Inglaterra, se ha convertido en el primero del mundo en pretender que los aficionados apoquinen por correr en su parque. Decidieron cobrar una libra a los participantes en parkrun,una iniciativa global que organiza quedadas semanales para correr gratuitas y abiertas a todos. La idea era instaurar un peaje para financiar el mantenimiento del parque, llamado Little Stoke.
El Ayuntamiento considera injusto que todos los vecinos deban correr —valga la redundancia— con el coste del deterioro en las instalaciones causado por los centenares de participantes en el parkrun, que “monopolizan” el parque cada sábado durante cuatro horas, utilizando además aseos y otras instalaciones. “No podemos impedir ni impediremos que la gente use los parques para hacer ejercicio y correr, pero cuando se trata de una organización con directivos a sueldo, recaudadores de fondos y patrocinadores, sería injusto esperar que los residentes lo paguen”, explicaba el Ayuntamiento en un comunicado. Al fin y al cabo, defendía, el equipo local de fútbol paga por el uso de las instalaciones del parque.
Primero se habló de cobrar a los participantes y luego se decidió que sea la organización la que pague. Pero los organizadores advirtieron de que el evento, que cuenta con más de 4.000 usuarios registrados, se cancelaría si había que pagar. Aceptarlo podría provocar que otros Consistorios del país siguieran el ejemplo. El episodio ha detonado la inevitable recogida de firmas multitudinaria en Change.org, así como adhesiones de deportistas, políticos y aficionados de todo el mundo.
La alcaldía no ha dado su brazo a torcer. La organización, que ha suspendido el evento de Little Stoke, estudia ahora si existe una base legal para impugnar la decisión del Ayuntamiento. Mientras tanto, la afluencia a los parkruns de localidades vecinas se ha disparado. “Ningún Ayuntamiento va a impedir que corra”, decía en la BBC un aficionado, emulando a Forrest Gump.
Pablo Guimón
Londres, El País
El mundo runner ya tiene su enemigo público número uno. El Ayuntamiento de Stoke Gifford, un pueblo cercano a Bristol, en el sur de Inglaterra, se ha convertido en el primero del mundo en pretender que los aficionados apoquinen por correr en su parque. Decidieron cobrar una libra a los participantes en parkrun,una iniciativa global que organiza quedadas semanales para correr gratuitas y abiertas a todos. La idea era instaurar un peaje para financiar el mantenimiento del parque, llamado Little Stoke.
El Ayuntamiento considera injusto que todos los vecinos deban correr —valga la redundancia— con el coste del deterioro en las instalaciones causado por los centenares de participantes en el parkrun, que “monopolizan” el parque cada sábado durante cuatro horas, utilizando además aseos y otras instalaciones. “No podemos impedir ni impediremos que la gente use los parques para hacer ejercicio y correr, pero cuando se trata de una organización con directivos a sueldo, recaudadores de fondos y patrocinadores, sería injusto esperar que los residentes lo paguen”, explicaba el Ayuntamiento en un comunicado. Al fin y al cabo, defendía, el equipo local de fútbol paga por el uso de las instalaciones del parque.
Primero se habló de cobrar a los participantes y luego se decidió que sea la organización la que pague. Pero los organizadores advirtieron de que el evento, que cuenta con más de 4.000 usuarios registrados, se cancelaría si había que pagar. Aceptarlo podría provocar que otros Consistorios del país siguieran el ejemplo. El episodio ha detonado la inevitable recogida de firmas multitudinaria en Change.org, así como adhesiones de deportistas, políticos y aficionados de todo el mundo.
La alcaldía no ha dado su brazo a torcer. La organización, que ha suspendido el evento de Little Stoke, estudia ahora si existe una base legal para impugnar la decisión del Ayuntamiento. Mientras tanto, la afluencia a los parkruns de localidades vecinas se ha disparado. “Ningún Ayuntamiento va a impedir que corra”, decía en la BBC un aficionado, emulando a Forrest Gump.