La Reserva Federal mantiene abierta la puerta a una subida de tipos en junio
La Fed de EE UU mantiene el precio del dinero en abril e insiste en el mensaje de prudencia
Amanda Mars
Nueva York, El País
La Reserva Federal (Fed) mantuvo este miércoles los tipos de interés, tal y como esperaba el mercado, y dejó la puerta abierta a otra tímida subida para su reunión de dentro de dos meses, en junio, algo sobre lo que la comunidad inversora tiene muchas menos certezas. La economía global sigue débil y constituye un riesgo para la estadounidense, así que la subida del precio del dinero va a ser muy gradual. La celebración de elecciones presidenciales en noviembre tampoco deja a la autoridad de la política monetaria opciones de tomar medidas de calado más allá de este verano.
Desde que aprobó una moderada subida del precio del dinero en diciembre, el primer alza al que se atrevía en casi una década, el comité que decide sobre los tipos se ha reunido tres veces y resuelto dejar las cosas tal y como están. Los tipos siguen, pese al repunte de finales de 2015, en mínimos históricos, una horquilla del 0,25% al 0,50%, aunque los datos de empleo y crecimiento de Estados Unidos darían argumentos para un nivel más elevado. Pero la fortaleza del dólar, que lastra las exportaciones, los efectos de la caída del petróleo y el frenazo de China dan coartada para tomarse el camino de retorno a la llamada “normalización monetaria” con mucha calma.
En su comunicado de este miércoles, la Fed ha retirado la referencia directa los “riesgos” de la actividad económica global que sí había destacado en sus pronunciamientos anteriores, lo que serviría para abonar la teoría de que una subida del precio del dinero en junio es posible. Pero, al mismo tiempo, sí subraya que el comité “continúa vigilando de cerca los indicadores de inflación y el desarrollo económico y financiero global”.
Los tipos de interés bajos significan créditos más fáciles, más liquidez en el mercado, y hay quien cree que la Fed está aplicando demasiado estímulos sobre la economía e hinchando algo cercano a una burbuja financiera. “Las condiciones del mercado laboral han mejorado más a pesar de que el crecimiento económico se ha ralentizado”, señala también el comunicado.
Dentro del propio comité hay disensiones y miembros que consideran que se debería haber aprobado otra subida de tipos ya el pasado mes de marzo. La presidenta de la Fed de Kansas City, por ejemplo ha defendido la subida en varias ocasiones y tanto ahora como en el mes pasado votó en solitario en favor de ello. George ha abogado ha abogado por una subida muy leve, en cualquier caso, de un cuarto de punto.
Porque, además de la incertidumbre de la economía global, hay otra clave exterior que tener muy cuenta de cara a subida del precio del dinero en Estados Unidos, y es que otros grandes bancos centrales, como el europeo (BCE) y el de Japón, están aplicando medidas en sentido contrario, muy expansivas, lo que abona la caída de sus divisas respecto al dólar y puede dañar aún más las exportaciones americanas.
Efecto de la batalla electoral
La Fed también se está viendo afectada por la batalla electoral estadounidense. El precandidato que está liderando las primarias republicanas, el empresario Donald Trump, advirtió este abril de que, si llegaba a la Casa Blanca, reemplazaría al Janet Yellen, aunque al mismo tiempo se mostró partidario del mantenimiento de los bajos tipos de interés. Se contradijo con lo que él mismo había dicho en noviembre, cuando acusó a la Fed de frenar la subida de tipos para ayuda a la Administración de Barack Obama. “No están subiendo los tipos porque Obama les han pedido que no lo haga, creo que él quiere dejar el cargo porque estamos en una burbuja y cuando esos tipos suban, van a ocurrir muchas cosas malas”, alertó.
La inflación general sigue baja (en el 0,9 % el pasado mes de marzo), lastrada por el bajo coste de la energía. La Fed señaló este miércoles que seguirá así durante un tiempo, si bien confía en que se acerque a su objetivo del 2 % en el medio plazo.
Amanda Mars
Nueva York, El País
La Reserva Federal (Fed) mantuvo este miércoles los tipos de interés, tal y como esperaba el mercado, y dejó la puerta abierta a otra tímida subida para su reunión de dentro de dos meses, en junio, algo sobre lo que la comunidad inversora tiene muchas menos certezas. La economía global sigue débil y constituye un riesgo para la estadounidense, así que la subida del precio del dinero va a ser muy gradual. La celebración de elecciones presidenciales en noviembre tampoco deja a la autoridad de la política monetaria opciones de tomar medidas de calado más allá de este verano.
Desde que aprobó una moderada subida del precio del dinero en diciembre, el primer alza al que se atrevía en casi una década, el comité que decide sobre los tipos se ha reunido tres veces y resuelto dejar las cosas tal y como están. Los tipos siguen, pese al repunte de finales de 2015, en mínimos históricos, una horquilla del 0,25% al 0,50%, aunque los datos de empleo y crecimiento de Estados Unidos darían argumentos para un nivel más elevado. Pero la fortaleza del dólar, que lastra las exportaciones, los efectos de la caída del petróleo y el frenazo de China dan coartada para tomarse el camino de retorno a la llamada “normalización monetaria” con mucha calma.
En su comunicado de este miércoles, la Fed ha retirado la referencia directa los “riesgos” de la actividad económica global que sí había destacado en sus pronunciamientos anteriores, lo que serviría para abonar la teoría de que una subida del precio del dinero en junio es posible. Pero, al mismo tiempo, sí subraya que el comité “continúa vigilando de cerca los indicadores de inflación y el desarrollo económico y financiero global”.
Los tipos de interés bajos significan créditos más fáciles, más liquidez en el mercado, y hay quien cree que la Fed está aplicando demasiado estímulos sobre la economía e hinchando algo cercano a una burbuja financiera. “Las condiciones del mercado laboral han mejorado más a pesar de que el crecimiento económico se ha ralentizado”, señala también el comunicado.
Dentro del propio comité hay disensiones y miembros que consideran que se debería haber aprobado otra subida de tipos ya el pasado mes de marzo. La presidenta de la Fed de Kansas City, por ejemplo ha defendido la subida en varias ocasiones y tanto ahora como en el mes pasado votó en solitario en favor de ello. George ha abogado ha abogado por una subida muy leve, en cualquier caso, de un cuarto de punto.
Porque, además de la incertidumbre de la economía global, hay otra clave exterior que tener muy cuenta de cara a subida del precio del dinero en Estados Unidos, y es que otros grandes bancos centrales, como el europeo (BCE) y el de Japón, están aplicando medidas en sentido contrario, muy expansivas, lo que abona la caída de sus divisas respecto al dólar y puede dañar aún más las exportaciones americanas.
Efecto de la batalla electoral
La Fed también se está viendo afectada por la batalla electoral estadounidense. El precandidato que está liderando las primarias republicanas, el empresario Donald Trump, advirtió este abril de que, si llegaba a la Casa Blanca, reemplazaría al Janet Yellen, aunque al mismo tiempo se mostró partidario del mantenimiento de los bajos tipos de interés. Se contradijo con lo que él mismo había dicho en noviembre, cuando acusó a la Fed de frenar la subida de tipos para ayuda a la Administración de Barack Obama. “No están subiendo los tipos porque Obama les han pedido que no lo haga, creo que él quiere dejar el cargo porque estamos en una burbuja y cuando esos tipos suban, van a ocurrir muchas cosas malas”, alertó.
La inflación general sigue baja (en el 0,9 % el pasado mes de marzo), lastrada por el bajo coste de la energía. La Fed señaló este miércoles que seguirá así durante un tiempo, si bien confía en que se acerque a su objetivo del 2 % en el medio plazo.